Ronda es una ciudad española perteneciente a la comunidad autónoma de Andalucía, situada en el noroeste de la provincia de Málaga, a unos 100 kilómetros de la ciudad de Málaga. Es la cabeza del partido judicial homónimo y la capital de la comarca de la Serranía de Ronda.
Ronda tiene su origen en la Arunda romana que se constituiría a partir de asentamientos ibéricos existentes. Los visigodos le dieron continuidad hasta la llegada de los musulmanes, quienes consolidaron su papel de cabecera comarcal y su entidad urbana. Su emplazamiento facilitó la defensa de la ciudad y la puso en una situación estratégica para dominar los pasos y caminos hacia la Baja Andalucía. Esto y la disponibilidad de tierras aptas para la agricultura le concedieron finalmente una importancia histórica notable.
La ciudad se asienta sobre una meseta cortada por un profundo tajo excavado por el río Guadalevín, al que asoman los edificios de su centro histórico, lo que confiere a la ciudad una panorámica pintoresca que, unida a la variedad de monumentos que posee, a su entorno natural y a su cercanía a los grandes centros del turismo de masas de la Costa del Sol, ha convertido a Ronda en un centro turístico notable. La cornisa del tajo y el puente que lo salva son la imagen por antonomasia de la ciudad.
Comenzamos nuestra ruta de viaje por Ronda, en uno de los barrios mas populares del casco historico como es el de San Francisco, en este lugar se situa el Convento que da el nombre al barrio, este se encuentra cerca de una bonita y concurrida plaza como es la de Ruedo Alameda.
El convento original fue construido en el siglo XVI, en el lugar que ocupó el rey Fernando el Católico durante el asedio de la Ciudad en 1485 y que, posteriormente, correspondió a Don Juan Dávila en el repartimiento. Más tarde fue destruido por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia y posteriormente reconstruido. Sólo se conserva la Iglesia con planta de cruz latina, de estilo gótico-mudéjar.
Enfrente de la plaza se situan los restos de la antigua ciudad amuralla y dos de las puertas que daban acceso a la medina musulmana.
La ubicación de Ronda en un promontorio rocoso le ha conferido a lo largo de la historia un marcado valor estratégico y defensivo. En época musulmana se localizaba la Medina Musulmana, claramente delimitada tanto por la barrera natural que supone la garganta excavada por el Guadalevín como por las propias murallas de la ciudad.
De la importante cerca amurallada conservada debemos destacar la puerta de Almocábar situada en el sector sur de la medina, construida en el siglo XIII y reestructurada en el periodo de Carlos V. Esta puerta toma su nombre de la palabra “Al-maqabir“, cementerio, por estar cerca de la necrópolis principal extramuros, según costumbre islámica. Fue una de las puertas principales de acceso a la ciudad y daba entrada al Barrio Alto, actualmente del Espíritu Santo y a la medina musulmana.
A mediados del S. XVI, se le añadió otro cuerpo de acceso en su parte delantera de planta cuadrangular y con puerta principal almenada de estilo renacentista, consistente en un arco de medio punto en piedra, sobre el que figura un gran escudo real sostenido por el águila imperial y conocida como la Puerta de Carlos V.
Cruzamos por la puerta de Carlos V para acceder al interior de la antigua medina musulmana y subiendo por la calle Espiritu Santo llegamos a una pequeña plazoleta donde se situa la iglesia del Espiritu Santo.
Se inició su construcción en 1485, el mismo año de la conquista de la Ciudad, por mandato de los Reyes Católicos y se concluyó veinte años después. Su sobria fachada se halla enmarcada por dos vigorosos estribos que la abrazan de arriba abajo, estando coronada por un frontón triangular con un ojo de buey en su tímpano como único motivo ornamental. Del mismo modo presenta una ventana de vidriera geminada y bajo ella, una hornacina que alberga una paloma que representa al Espíritu Santo. Sin duda alguna su apariencia es la de una auténtica iglesia fortaleza.
La iglesia es de una sola nave con tres bóvedas de nervios sexpartitas. Antes de llegar al arco toral, a ambos lados, se abren dos capillas, cubiertas con bóvedas de crucería estrelladas la de la Virgen de Fátima y la del Sagrado Corazón.
La zona del presbiterio se encuentra cubierta por una bóveda de ocho nervios que cabalga sobre arcos de medio punto. Es curioso el aspecto que presentan las pecunias ensambladas entre sí por una original nervadura.
El Altar Mayor ofrece un retablo barroco muy próximo al rococó, que contiene una tabla de influencia bizantina, con imágenes de Nuestra Señora de la Antigua y el cuadro de la venida del Espíritu Santo.
Es de destacar, en una de sus capillas laterales, la representación escultórica del Santo Entierro, con una extraordinaria urna y una magnífica imagen del Cristo yaciente y que se procesiona el Viernes Santo al caer la tarde.
El exterior tiene un aire de solidez, debido a su origen de torre fortificada de la muralla, con grandes contrafuertes rematados con pináculos renacentistas. La portada de sillería está compuesta por un arco de medio punto enmarcado por alfiz de corte mudéjar.
El horario de visita y los precios son los siguientes:
Horario: Lunes a sábado:10:00 - 14:00.
Precios:Individual: 1 €. Grupos + 10 personas 0,60 €. Niños menores de 10 años gratis.
Del interior de la iglesia no pude obtener mas imagenes porque en el momento de la visita se estaba celebrando una boda.
Desde aqui y subiendo por la Cuesta las Imagenes y la calle Escalona llegamos al centro nuralgico del casco antiguo como es la Plaza de la Duquesa de Parcent, en este sitio se encuentran varios de los monumentos historicos a visitar de la ciudad.
En primer lugar podemos ver el edificio del Ayuntamiento.
El Ayuntamiento de Ronda en origen fue asiento del antiguo Cuartel de Milicias Provinciales. Se construyó en 1734, al parecer sobre unas antiguas tiendas con soportales realizadas en el siglo XVI y de probable origen islámico (la alhóndiga), constituyendo uno de los frentes de la Plaza Mayor. Después de la Guerra de la Independencia los cuarteles quedaron en un estado de total abandono, llevándose a cabo, en 1818, una gran reforma. Años después se albergó en él un Cuartel de Caballería. El estado actual del edificio procede de la restauración desarrollada en 1973.
El edificio presenta tres plantas, las dos superiores caladas por arquerías superpuestas, mientras que la planta baja es casi ciega, con sólo algunos vanos para la iluminación interior. Por el contrario, en el siglo XIX, las arquerías eran ciegas casi en su totalidad. Es de destacar su Salón de Plenos, de gran sobriedad arquitectónica.
La portada original englobaba dos plantas y consistía en un arco de medio punto rodeado de un alfiz en cuyo interior aparecía un tema heráldico y inscripciones.
En segundo lugar esta la Iglesia de Maria Auxiliadora, iglesia de 1955 de gran fervor popular, cuyo colegio El Sagrado Corazón de Jesús fundado por los Marqueses de Moctezuma fue construido sobre las ruinas del castillo de Laurel de época romana.
De todo su conjunto, cabe destacar la iglesia y la portada del convento, ésta última de piedra adintelada y escudo de la orden franciscana en el centro del dintel.
La iglesia es de una sola nave y cubierta de bóvedas de artistas que ocultan la primitiva armadura mudéjar, que aún se puede observar en parte en el coro alto. La excepción se encuentra en el presbiterio, que se cubre con cúpula de media naranja. A la iglesia se accede, a través de un pequeño atrio, por una portada de piedra y arco de medio punto con escudo de la orden en la clave, enmarcado por columnas, sobre la que se instala una hornacina rematada con pináculos y protegida por un tejaroz mudéjar.
La torre se sitúa a los pies de la iglesia. Tiene tres cuerpos, de los que el primero es macizo de piedra, y tejado a cuatro aguas.
Y por ultimo la impresionante iglesia de Santa Maria la Mayor.
Según los estudios arqueológicos desarrollados en la zona, esta iglesia se ubicó muy próxima a los restos de una basílica paleocristiana del siglo V d.C. También algunos historiadores se remontan a la época romana en la que tuvo la función de templo. Este último extremo aún no se ha contrastado arqueológicamente.
En el mismo lugar se construyó después, bajo la dominación islámica, la mezquita mayor de la Medina. De ella solo se conserva en la actualidad el arco del Mirhab y un trozo del muro del mismo con decoración de ataurique, oculto tras el retablo del altar del sagrario.
Los Reyes Católicos, tras la conquista de la ciudad, ordenaron levantar en el lugar de la mezquita el templo, cuyas obras se iniciaron en 1485 y tras muchas vicisitudes, se concluyeron a fines del siglo XVII.
El estilo gótico queda representado en sus tres naves. Aunque el terremoto de 1580 destruyó parte de la fábrica ocultando la pureza del gótico, éste puede apreciarse aún en las columnas exentas o adosadas y en las ojivas de los arcos que sustentan. Estos a su vez se apoyan sobre capiteles corridos con ornamentación vegetal de cardinas y antropomórfica.
Destacable es el área renacentista de la iglesia conservando un coro primoroso de dos pisos, realizado en madera de nogal y cedro. La sillería baja está compuesta por 12 sitiales con respaldos tallados con los símbolos de las letanías de la Virgen María, mientras que la parte alta lo componen 24 sitiales respaldados con bellas tallas del Sagrado Corazón, apóstoles y santos.
La iglesia remata con diferentes elementos barrocos, coincidentes con la finalización de las obras en este periodo, destacando el retablo de la Virgen del Mayor Dolor, que se organiza en tres calles con una profusa decoración lateral. Un gran hueco con arco de medio punto abre al camarín donde se localiza la imagen de la Virgen de los Dolores, atribuida por unos a Montañés y por otros a “La Roldana”.
El recorrido por el interior de la basilica consta de 17 puntos de referencia que vamos a ir dando cuenta de ellos. En la fachada principal se encuentra la entrada y salida de la misma y el punto de informacion y taquilla para poder acceder dentro.
Los horario y dias de visita son :
De lunes a sabado de 10:00 a 20:00 horas
Domingo de 10:00 a 12:30 y de 14:00 a 20:00 horas
Existe un servicio de audioguia para el que lo quiera utilizar con el que poder obtener mas informacion de los puntos s visitar.
los precios son:
Individual 4,50 euros.
Grupos 3 euros
Jubilados 3 euros
Menores de 10 años la entrada es gratuita.
Pasada la recepcion y antes del acceder al templo hay una sala repleta de cuadros y temas religiosos.
Lo primero que nos encontramos es con una panoramica del interior del templo.
Una vez dentro y en el lado izquierdo se situa el Altar del Sagrario.
Enfrente de este se situa el Retablo del Via Lucis Mariano.
En el lado derecho de la iglesia y justo encima de la puerta de acceso al interior se situa el Mural de San Cristobalon y el Baptisterio.
Antes de seguir nuestro periplo por el interior subimos por unas escaleras que se encuentran al lado de la puerta de entrada que nos lleva a la Sala Capitular y de Iconos, en este sitio podemos acceder al balcon que da a la plaza desde donde poder contemplar unas vistas de esta y del ayuntamiento.
Y llegamos a la zona renacentista donde se situa el coro de la iglesia.
Al lado derecho del Altar Mayor se situa el Altar de la Virgen de la Cabeza.
Y en el lado izquierdo del Altar Mayor esta el Altar del Sagrado Corazon.
Antes de continuar nuestra ruta por la iglesia, justo al lado del Altar de Nuestra Señora de la Cabeza hay una puerta que da acceso a la Sacristia Mayor y a unas escaleras en forma de caracol que nos llevan a la terraza de la iglesia desde donde podemos comtemplar casi en 360 grados de unas vistas privilegiadas de la ciudad de Ronda, de la propia serrania e incluso del interior de la iglesia.
Una vez de vuelta al interior de la iglesia continuamos nuestra ruta por el lado izquierdo de la misma donde podemos observar los impresionantes murales pintados en la pared obra de Raymonde, imagenes procesionales y el acceso a la cripta del siglo XV a la cual se baja por una escalinata ya que se encuentra debajo de la iglesia.
Una vez visitada la iglesia, partimos de la plaza por la calle Manuel Montero hasta llegar a la Plaza Mondragon donde se situa el Palacio de Mondragon.
El Palacio de Mondragón, conocido también como Palacio del Marqués de Villasierra, constituye un magnifico bien arquitectónico, sin duda el monumento civil más significativo de Ronda.
Dice la leyenda que fue residencia del gran rey Abbel Malik o Abomelic, hijo del sultán de Marruecos Abul Asan. A los pocos años de la muerte de Abomelic, el reino de Ronda pasó a depender del de Granada, sabiendo que el último gobernador musulmán Hamet el Zegrí también residió en este palacio.
Resulta difícil, sin una exploración arqueológica, determinar cómo sería este palacio en fase musulmana, aunque se puede asegurar que se organizaría alrededor del patio más cercano al tajo, con el actual jardín incorporado, no existiendo, desde luego, la actual crujía de la fachada.
En época cristiana es cuando se realizaron las obras más importantes del palacio. Es de ésta época el patio más cercano al Tajo por el que se accede al jardín. Es un patio muy original con triple arquería baja en tres de sus lados, a partir de arcos de medio punto primorosamente aparejados en ladrillo raspado sobre columna de mármol con basa capitel y ábaco. Una fina moldura labrada en ladrillo saliente del paramento recuadra los arcos a modo de alfiz, creando una franja horizontal continua, tangente al trazado de los arcos.
El edificio alberga en su interior, en la primera planta del mismo, el Museo Arqueologico de la ciudad de Ronda. El viajero puede disfrutar de un recorrido por diferentes salas y habitaciones del palacio de la historia de la ciudad con importantes hallazgos arqueologicos y recreaciones desde la prehistoria hasta la epoca musulmana y la reconquista cristiana de la ciudad.
Al final del recorrido llegamos a un patio de estilo arabe al cual descendemos por unas escaleras para pode contemplar que desde ahi se accede a los impresionantes jardines del palacio desde donde se pueden contemplar unas vistas maravillosas de la serrania.
El patio de entrada es primoroso, con galería en dos de sus testeros, con arcos de medio punto, alquitrabe, friso decorado con triglifos, metopas y cornisas. Todo ello magníficamente labrado en ladrillo, sobre columnas con basa y capitel corintio renacentista de gran calidad. Muy parecido a este patio, se construye uno en Sevilla en el desaparecido Patio de Levies y que actualmente se encuentra montado como galería en los Reales Alcázares.
En el siglo XVIII se construyó el cuerpo exterior de fachada, con importante sillería y portada con doble orden de columnas marcadas sobre pedestal dórico el bajo y jónico apilastrado el alto, coronándose la organización con un frontón curvo que se rompe en el centro para alojar un tercer orden decorativo con columnas corintias apareadas. Todo este cuerpo dieciochesco se ocupa en planta baja con el apeadero y las antiguas cuadras.
Mención especial merece el Salón noble del palacio con extraordinario artesonado mudéjar.
Despues de visitar el palacio continuamos nuestra ruta por un entramado de calles estrechas, empedradas de casas encaladas fiel reflejo de su pasado musulman hasta llegar a la Plaza Maria Auxiliadora.
En este punto comienza el sendero de casi 2 kilometros que nos lleva hasta el Arco del Cristo y a continuacion hasta justo debajo del puente nuevo sore el Tajo. Llegamos en nuestro recorrido hasta el arco ya que mas adelante el camino se volvia muy estrecho y peligroso y nos recomendaron no hacerlo.
El nombre de Cristo vienen por una pequeña capillita enclavada en la puerta con un Cristo Crucificado siempre alumbrado hasta su abandono a mediados del siglo pasado.
El acceso a este monumento se hace por un camino empredado en suave descenso y con unas escaleras bastante cómodas aunque en los últimos metros se transforma en tierra.
Conforme vamos bajando va apareciendo los enormes cortes verticales del famoso Tajo de Ronda y se empieza a divisar un parte del Puente Nuevo.
Volvemos sobre nuestros pasos de nuevo a la plaza Maria Auxiliadora y nos dirigimos por la calle Tenorio hasta llegar a una pequeña plazoleta donde se encuentran varios palacetes o casonas entre la que destaca la Casa de San Juan Bosco.
La Casa de San Juan Bosco es un palacete modernista construido a inicios del siglo XX. Se ubica en la cornisa del Tajo en pleno corazón del Conjunto Histórico de Ronda. Perteneció a la familia de los Granadinos que lo cedieron en últimas voluntades a la Congregación Salesiana, como casa de reposo para sacerdotes ancianos y enfermos de la orden.
Conserva un bello patio decorado con azulejería de evocación nazarí y una muy completa colección de cerámicas regionales. Tenemos que resaltar sus tapices del siglo XIX y su mobiliario en madera de nogal.
Sus jardines tienen un gran interés, debido a su emplazamiento, pues se convierten en un auténtico balcón de la Serranía.
Una vez visitada la casa nos dirigimos por la calle San Juan de Letran hasta llegar a la plaza Beato Diego Jose de Cadiz donde nos encontramos con la Casa donde murio en 1801 el Beato Diego Jose de Cadiz de la Orden de Menores Capuchinos y Apostol de Andalucia.
En este punto tambien se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, esta tiene su origen en una ermita edificada por el regidor Francisco de Morales y su esposa a mediados del siglo XVI. Se denominó de la Vera Cruz y Hospital de la Sangre, aunque al mismo tiempo tomó el nombre de San Juan de Letrán por la parroquia fundada por los Reyes Católicos y cuyo templo, muy próximo, desapareció por aquellas fechas, llevándose sus enseres a la nueva construcción.
Entre las imágenes trasladadas destaca la de la Virgen de la Paz, patrona de Ronda, de antigua devoción y de la que la iglesia toma el nombre en la actualidad.
El edificio es de una sola nave con una primitiva cubierta de armadura mudéjar que, en la reforma del siglo XVIII, se ocultó con bóveda barroca. En el testero se abre el camerín de la Virgen de la Paz, decorado con yesería barroca dorada. La fachada, que pertenece al siglo XVI, recubre su paramento con un revoco esgrafiado del siglo XVIII, hoy restaurado. Se remata con una espadaña en ángulo dieciochesca. Actualmente no es visitable ya que se encuentra en fase de restauracion.
Desde aqui nos dirigimos por el entramado de calles estrechas y empedradas a la Plaza del Gigante donde se ubican la casa que da nombre a la plaza, La Casa del Gigante y el Palacio de Moztezuma.
La Casa del Gigante se trata de una vivienda de clase acomodada fechada entre los siglos XIV y XV, semejante a las granadinas y las del Magreb. Se considera un palacio en miniatura y uno de los mejores conservados de la arquitectura nazarí.
Su estructura ha sido modificada en parte con anterioridad, aunque conserva íntegro el diseño original de su traza. Básicamente repite el esquema de vivienda islámica ordenada entorno a un patio central, en este caso con posible alberca.
Conserva la antigua entrada en recodo que conduce al pórtico y sala norte, destacados por su profusa decoración de sus yeserías, con decoración de ataurique e inscripciones cursivas o de tipo vegetal, y de su artesonado. En ambos casos se conservan restos de policromía.
Igualmente ofrece el interés de conservar una típica algorfa, que indica la poca elevación de algunas de las estancias que tenían las viviendas de época musulmana, con restos de yeserías semejantes a las que se encuentran en la Puerta del Peinador de la Alhambra de Granada (S.XIV).
Tras una cuidadosa rehabilitación la Casa del Gigante fue abierta al público en diciembre de 2004, hoy en dia solamente se puede visitar los martes de 10:00 a 14:00 y la entrada es gratuita.
Enfrente de la Casa del Gigante se encuentra el Palacio de los Marqueses de Moctezuma, esta construcción muestra una bella portada blasonada donde se plasma un programa heráldico completo que alude a la identidad de la familia que promueve la construcción del palacio, don Pedro Manuel de Moctezuma y doña María de Rojas. En el dintel, a la izquierda, se encuentran las armas imperiales de los Moctezuma, en el lado opuesto, el escudo de armas de los Rojas y en el centro las iniciales A y M, referidas a “Ave María”, anagrama religioso que alude a la consagración de la morada.
Una construcción que independientemente de sus indudables valores artísticos, aporta un importante valor histórico; es el testimonio de la estancia en la ciudad de los herederos del último emperador azteca, ya que la familia Moctezuma de Ronda constituye la rama principal y es la única heredera por línea de varón del último Emperador azteca libre, Moctezuma II (1502-1520). Carlos V le otorgaría sus propias armas en cédula de 15 de octubre de 1539, que son las labradas, en su versión integra, en la portada del Palacio de los sucesores en Ronda: las treinta coronas referidas a los treinta estados que componían el imperio mejicano, el águila, el ocelote, los grifos y la corona imperial.
El interior del inmueble sigue el mismo esquema de la típica vivienda popular rondeña de los siglos XIX y XX, y organiza sus estancias en torno a dos patios. El primero de ellos, con galería porticada adintelada sobre dos columnas de fuste liso en sólo uno de sus perfiles, se sitúa a modo de antesala de los restantes espacios interiores. El segundo se halla porticado –sólo en su mitad norte– a través de galería adintelada con columnas sobre alto plinto, mientras que la portada de la capilla, levantada en el año 1902, sirve de cerramiento para el otro extremo de este bello espacio ajardinado.
De las diferentes habitaciones distribuidas en dos plantas, destinadas hoy a zona de exposición de la obra pictórica de Joaquín Peinado, destacamos el Salón Mudéjar, que debe su nombre precisamente al bello artesonado que cubre esta estancia.La catalogamos dentro de las armaduras rectangulares de clara estética mudéjar-renacentista de proporcionalidad y simetría. Los remates de perfil en S de los canecillos y zapatas de la armadura, las aspas, crucetas y estrellas de ocho puntas con rosetas a modo de soles, típicamente mudéjares, las grandes similitudes con las cercanas armaduras de esa misma centuria y el conocimiento de que el palacio existía desde los tiempos de la reconquista nos hace pensar que estamos ante una armadura del siglo XVI.
Del interior del palacio no podemos mostrar imagenes ya que esta prohibido las fotografias o videos, pero que a pesar de ello recomiendo al viajero que venga a Ronda que no deje de visitarlo.
El edificio se puede visitar de lunes a sabado, los domingos y festivos esta cerrado, y el precio va desde los 4 euros si es individual y 2 euros para grupos, estudiantes y jubilados, los niños menores de 14 años es gratuita.
Desde aqui nos dirigimos de nuevo a la plaza de la Duquesa de Parcent para bajar desde esta hacia la calle Armiñan donde nos encontramos con el Museo del Bandolero y el Museo de la Caza, edificios que no pudimos visitar pero que resultan muy recomendables para el viajero.
A escasos metros de estos dos museos se situa en la Plaza Poeta Abul Beka el Minarete o Alminar de San Sebastian, esta es una pequeña torre que formaba parte de una de las mezquitas de Ronda y más tarde sirvió de campanario de la también desaparecida iglesia de San Sebastián. Fue declarado monumento histórico artístico en 1.931. De planta cuadrada, tiene tres cuerpos en altura. Los dos primeros se construyeron en el siglo XIV, mientras que el tercero es de época cristiana.
En la cara Oeste existe una puerta con arco de herradura rematada por alfiz, que da acceso a una pequeña estancia con bóveda de arista. Sobre la puerta existe un dintel de largas dovelas que alternan con otras rehundidas. El dintel está rodeado por una doble cinta de lazo, que conserva restos de cerámica vidriada de color verde.La fábrica de éste primer cuerpo es de sillares y está concluida a distinta altura en cada frente, como si la obra se hubiese interrumpido y posteriormente se hubiese acabado con ladrillo.
El segundo cuerpo es de ladrillos, aparejados a soga y tizón. En el centro de cada cara se desarrolla un paño rectangular rehundido, donde se abren dos vanos con arcos de herradura para iluminar el interior. En su origen los rectángulos estaban decorados con arcos de ladrillos cortados formando rombos, los cuales no se conservan en la actualidad. El segundo cuerpo termina en una imposta un poco saliente de ladrillos y una cinta intermedia de cerámica vidriada, que lo separa del tercer cuerpo, construido también a partir de ladrillos y levantado tras la conquista cristiana.
El alminar es un elemento típico de la arquitectura islámica. Se trata de una torre desde donde el almuédano o muecín llama a los fieles a la oración. Su uso se extendió en el Islam, llegando a constituir un símbolo de la presencia de éste en los territorios conquistados.
Desde aqui nos dirigimos hacia el lugar donde se encuentra el lienzo mas grande de la muralla de la ciudad de Ronda.
Otro hito importante de la cerca amurallada se localiza en el sector este de la Ciudad: las murallas y puertas de la Cijara. Este área se compone de una doble línea defensiva que albergaba los arrabales islámicos de Ronda, donde se localizaban los Baños Árabes.
Paseando por ella podemos obtener unas vistas privilegiadas de lo que fue la antigua ciudad musulmana, desde la muralla de levante hasta la puerta de la Cijara. Responde al periodo en el que Ronda estuvo bajo dominación Benimerí/nazarí (siglos XII y XIII) y se considera junto a la de la Almocabar las más antiguas de la ciudad, .según aparece en un plano de 1813 esta situada al final de la calle del Carmen para posteriormente ser tapada hasta la 1974 donde nuevamente será abierta
Es una construcción defensiva que además desempeña la función de comunicación de los arrabales , en conexión con las otras puertas situadas en este flanco.
Esta puerta forma parte de un conjunto amurallado fabricado con mampostería entre cuyos lienzos se disponen, a intervalos de unos veinte metros, torres defensivas (y de refuerzo constructivo) de plantas cuadradas.
Y llegamos al barrio de San Miguel, el cual se encuentra en la parte mas baja de la ciudad y en donde se concentran gran cantidad de monumentos de epoca arabe.
Lo primero que visitamos son los Baños Arabes.
Este recinto termal de época musulmana es el mejor conservado de la Península Ibérica. Se localiza en el Antiguo Arrabal Islámico de la Ciudad, actualmente denominado Barrio de San Miguel en el extraradio de lo que fue en su momento la Medina Musulmana de Ronda.
Fueron construidos junto al Arroyo de las Culebras, lugar perfecto para el abastecimiento de agua, que se desplazaba a través de un sistema de noria, perfectamente conservado en la actualidad.
La cronología de los Baños Árabes de Ronda se remonta a los siglos XIII-XIV d.C., estructurándose estos en tres zonas fundamentales, siguiendo el modelo romano: salas de baño frío, templado y caliente. Hasta la actualidad ha llegado prácticamente en su integridad el sistema hidráulico de los mismos.
La sala central es la más grande y consta de tres cuerpos, separados mediante cuatro pares de arcos de herradura sobre columnas de ladrillo y piedra, que sostienen bóvedas de cañón (semiesféricas) con bellos tragaluces en forma de estrella cerrados con cristales.
El edificio está cercado con un muro de arcos ciegos, que forman el acueducto, y tiene una torre al fondo con una caja de noria. Del mismo modo conserva el área de calderas donde se calentaba el agua, así como restos de las curtidurías, actividad principal en el lugar una vez que se abandonó el uso como baños tras la conquista cristiana de la ciudad.
Una vez fuera de los baños y sin movernos del lugar enfrente de estos se encuentra la Ermita de San Miguel. En este lugar estuvo ubicada la sinagoga, pero como capilla la conocemos desde la reconquista. Era utilizada como santuario por los trabajadores, maestros y dueños de las empresas de curtidos instalados en este barrio de San Miguel, donde veneraban a su santo de Santa Cruz. Existen documentos que verifican que en la plaza donde se sitúa se celebraban las fiestas de los Toros de Fuego en honor a San Miguel.
En la actualidad cedida por el Ayuntamiento de la ciudad a la Asociación Parroquial de la Santa Cruz.
Lo que hoy se puede observar tampoco es totalmente islámico, ya que ha sufrido varias reparaciones, algunas bastantes recientes, a raíz de las sucesivas destrucciones ocasionadas por las crecidas del río. No obstante, aún es posible apreciar en su estructura partes que pueden pertenecer a la antigua obra musulmana, como son sus estribos y algunos tramos del paramento, iniciada con probabilidad hacia el siglo XI, centuria en la que Ronda fue una pequeña Taifa (reino) independiente.
Desde este lugar podemos obtener unas vistas de la muralla de la ciudad o del puente viejo.
Desde la ermita de San Miguel salen unas escaleras empedradas y muy empinadas y que son el unico acceso para ir a la zona del Puente Viejo y el Arco de San Miguel.
El Puente Viejo fue el segundo de los puentes de los que disfrutó la ciudad hasta la construcción del Puente Nuevo en el siglo XVIII, de ahí la denominación actual de éste.
Se edificó en el siglo XVI, y no en época musulmana, a la que sí hay que atribuir el mal llamado puente romano, aunque su origen fuera probablemente este. La construcción del Puente Viejo tuvo las mismas causas que las que motivaron la del último de los tres; es decir, poner en comunicación la antigua medina islámica con el nuevo barrio que surgió tras la conquista de la ciudad en la zona del Mercadillo, y que hoy conocemos como Barrio de Padre Jesús.
Es un puente de un solo arco con rosca de doble ladrillo. No obstante, y a tenor de algunos restos que hoy se pueden observar junto a sus cimientos, parece probable la existencia de un puente anterior en el mismo lugar. En cualquier caso, su construcción también debió darse en la misma época.
Los balcones que hoy lo adornan así como su pretil, son obra de su última restauración, realizada en los años 60 del pasado siglo.
Desde este lugar se puede visuar el tajo que forma el rio a su paso por la ciudad.
Justo al lado del puente se situa el Arco de San Miguel o de Felipe V.
Tras el hundimiento del primer puente nuevo en el año 1.741, se planteó la necesidad de mejorar esta entrada de la ciudad debido al gran flujo de personas y mercancías que de nuevo se vieron obligados a utilizarla.
La vieja Puerta Árabe de la Puente fue sustituida y agrandada por la actual durante el reinado del primer Borbón del trono español Felipe V, en el año 1742, según consta en la inscripción en piedra situada próxima a la puerta.
Este emblemático monumento de la ciudad consta de un arco doble de sillería, coronado por tres pináculos y adornado con la concha de los Anjou y el escudo real de los Borbones en su cara exterior.
Una vez atravesado el arco y subiendo por la empinada y empedrada calle y justo al lado de este se encuentra el Palacio de los Marqueses de Salvatierra.
Este edificio posee una espléndida fachada barroca en sillería de piedra con puerta adintelada, columnas corintias y un gran balcón de forja rondeña. La fachada se remata con un frontón quebrado que alberga figuras desnudas, de clara influencia indiana.
Las figuras masculinas se burlan y sacan sus lenguas; mientras las femeninas ocultan pudorosamente "sus partes". Ambas soportan el dintel en el que se encuentra el escudo nobiliario de la familia que encabezara Vasco Martín de Salvatierra, continuo de los Reyes Católicos tras la conquista de Ronda.
El interior del Palacio representa la austeridad de la casa rondeña palaciega de los siglos XVII y XVIII.
Continuamos ascendiendo por la calle y a pocos metros del palacio se situa la Casa del Rey Moro.
Se localiza en la calle Cuesta de Santo Domingo. La primera prueba documental de esta imponente casa-palacio data del siglo XVIII, aunque ha sufrido frecuentes reestructuraciones fruto de los sucesivos cambios de propietario. La planta de la casa es irregular y laberíntica, con abundantes escaleras y pasillos que sirven para salvar los desniveles. La fachada, de gran longitud, se adapta a la curva de la calle y presenta dos torres de distinta altura así como dos puertas.
El edificio que alberga esta obra islámica se encuentra actualmente cerrado al público, aunque si son visitables la mina y sus valiosos jardines aterrazados, con presencia constante de agua en fuentes y canalillos diseñados y construidos en 1.923 por el prestigioso arquitecto y paisajista Forestier, de origen francés, por encargo de la Duquesa de Parcent. Se trata de un jardín en diferentes niveles salvados por escalinatas decoradas con azulejos y jalonadas por fuentes y estanques cubiertos por nenúfares.
Desde este punto del palacio podemos comtemplar otro sitio de recomendada visita como son los Jardines de Cuenca.
En el interior del edificio del palacio se conserva la mina de captación de agua, de origen árabe. Se trata de una compleja obra islámica que desciende al fondo del Tajo donde discurre el Río Guadalevín, que se construyó aprovechando una diaclasa en la roca o grieta natural vertical donde se desarrolla una escalera tallada en la roca con más de 200 peldaños y que desciende en vertical unos 100 metros. En su interior se localizan una serie de estancias, desde aljibes a habitaciones, que fueron utilizadas como polvorín y depósito de grano.
Una vez fuera del palacio, y en este punto del recorrido tenemos dos opciones para continuar la ruta por la ciudad, bien seguir subiendo por la calle donde se ubica el palacio hasta llegar al Puente Nuevo o volver sobre nuestros pasos hacia el Puente Viejo y una vez cruzado adentrarnos en el barrio de Padre Jesus, nosotros al final eligimos la segunda opcion y creo que es la mas recomendable.
Una vez atravesado el puente y a escasos metros de este se situa La Fuente de los Ocho Caños, esta es una fuente pública, del siglo XVIII, realizada en piedra compuesta de dos cuerpos. El inferior consta de dos frentes, uno que le da nombre y que lleva ocho grifos que emergen de unos recuadros decorados con rosetas que vierten en una pila; y el otro, que es un abrevadero. El cuerpo superior es un frontón triangular con escudo en el centro rematado con pirámides y una cruz.
Justo al lado se la fuente se encuentra la iglesia de Nuestro Padre Jesus que fue construida en el siglo XVI.
De planta rectangular posee tres naves separadas por arcos de medio punto, apoyados en pilares con pilastras adosadas.
La nave central se cubría con armadura mudéjar con decoración de lazo de la que queda un resto en el coro, situándose éste a los pies sobre una armadura de madera plana que se cubre con bóveda de cañón al igual que el presbiterio.
A los pies de la nave del Evangelio existe un camarín que conserva una riquísima decoración barroca.
Esta Iglesia alberga una de las imágenes más veneradas de Ronda y que procesiona el Jueves Santo: Padre Jesús Nazareno.
Subimos por las calles Santa Cecilia y Los Vicentes para encontrarnos con la Posada de las Animas, este es uno de los edificios más antiguos del Barrio del Mercadillo (data del siglo XVI).
El conjunto se cubre con techumbre a tres aguas de teja morisca.
En su interior lleva tres cubiertas; las laterales, bóvedas esquifadas, y la central, casquete ovalado y medallón central con nervios cajeados y decoración de placas recortadas, apoyadas sobre pechinas decoradas con rocallas y tallos vegetales.
En el testero aparece una pilastra de ladrillo sobre la que se sitúa un pequeño retablo de madera tallada en el que se abre una hornacina a modo de balconcillo, dentro de la cual se encuentra un lienzo de la Virgen de los Dolores. A ambos lados, dos escudos de los Reyes Católicos.
La fachada principal es de sillería, con atrio de piedra delantero elevado y cercado por una verja. El acceso es un arco de medio punto con aplicaciones vegetales, enmarcado por columnas toscanas pareadas sobre plintos y cimacios que sostienen un frontón partido rematado por pirámides y bolas.
Del patrimonio mueble caben destacar dos retablos; el de San Antonio, en madera policromada con espejería del siglo XVIII y el de la Trinidad, de estilo neobarroco, con relieve de madera policromada del siglo XIX.
Salimos de la plaza por la calle Monterejas para llegar a la calle Carrera Espinel que esta ubicada en la zona comercial y de ocio de la ciudad, paseando por ella llegamos a la Plaza del Socorro donde se encuentra la iglesia del mismo nombre.
El edificio de la iglesia esta datado de 1.956 aunque el suelo sobre el que se levanta la iglesia era la ubicación de una capilla de la parroquia, un hospital, y antes de una capilla musulmana.
No se poseen datos concretos sobre su fundación, se afirma que se levantó la primitiva ermita en el lugar donde estuvo el Real Maestre de Calatrava en la conquista de la ciudad, luego lazareto y por último hospital de pobres y peregrinos, que recibió el nombre del Socorro. El hospital fue consagrado el 2 de noviembre de 1557 por el obispo de Málaga, don Francisco de Pacheco de Córdoba.
A principios del siglo XVIII la ermita fue demolida y se construyó una nueva iglesia de mayores dimensiones. Construcción que llevó a cabo don F. Gil Ginete, quien reunió limosna y donativos para la obra. El nuevo templo se empezó en 1706 y tres años después se abrió al culto.
En el siglo XIX el ayuntamiento solicita un aumento de parroquias en el mercadillo ante el crecimiento de la población por esa zona. Entre ellas pide que se erija como parroquia independiente la iglesia del Socorro. En 1833 el Papa Alejandro III la erige en Parroquia. A mediados de siglo el vicario de Ronda quiso trasladar la parroquia del Socorro al extinguido convento de la Merced.
El edificio del siglo XVIII había sufrido una restauración antes del incendio. La iglesia se disponía paralelamente a la plaza, es decir, en sentido contrario a la actual iglesia. Tenía una sola nave cubierta con una bóveda de cañón con lunetos y fajones que la dividían en tres tramos.
La fachada tenía una portada de piedra tallada con unas cabezas de ángeles y una hornacina con la figura del Niño Jesús, obra del escultor malagueño Martín Higuero, quien se encargó de la última restauración. Tenía una torre a los pies, de ladrillo rojo con adornos de cerámica y un esbelto campanario.
El interior de la iglesia resulta maravilloso para la vista y alberga tallas de imagineria que se procesionan durante la semana santa.
Desde la plaza y por la calle El Niño Marina llegamos a la plaza de la Merced donde se ubica la iglesia Convento de la Merced.
Conserva la Iglesia y el huerto de la primitiva edificación, fechada en 1.585. Posee tres naves, la central se cubre con bóveda de cañón, con lunetos y fajones, que se apoyan sobre un entablamento con cornisa volada sobre pilastras dobladas decoradas en su fuste con placas de yeso. Las pilastras se adosan a pilares cuadrangulares sobre los que se voltean los arcos de medio punto que separan la nave central de las laterales, actualmente cegados, ya que estas se han compartimentado en celdas.
El crucero se cubre con cúpula sobre tambor con ventanillas pareadas. El presbiterio rectangular se cubre con bóveda de cañón con lunetos. Lleva un camarín cuadrado con bóveda de media naranja y decoración pictórica.
La fachada consta de tres calles de mampostería divididas por pilastras de ladrillo. La portada es de piedra con arco de medio punto de rosca moldurada y jambas de casetones. La clave lleva motivos vegetales y en las enjutas decoración de punta de diamante. El arco está enmarcado por pilastras cajeadas con capiteles acanalados rematados por pirámides.
En el lado derecho de la fachada se sitúa la torre octogonal de ladrillo revocado que imita sillería de piedra.
De los bienes muebles que conserva cabe mencionar el relicario de plata dorada con incrustaciones de piedras preciosas que contiene la mano incorrupta de Santa Teresa de Jesús, adscrita al siglo XVII. Destaca también la imagen de una dolorosa bajo la advocación de la Soledad (S. XIX) y lienzos sobre óleo del siglo XVII, entre los que debemos resaltar el que representa escenas de la vida de San Pedro Nolasco y cuya autoría se atribuye a Fray Agustín Leonardo (S. XVII).
Desde la plaza y paseando por la calle Virgen de la Paz llegamos a uno de los monumentos mas representativos de la ciudad de Ronda junto con el puente nuevo como es su Plaza de Toros.
La Plaza de Toros de Ronda, por su historia y por su arquitectura, por su carácter y belleza está reconocida como una de las más antiguas de España y una de las más monumentales que existen.
No es por casualidad, Ronda se considera una de las cunas de la tauromaquia moderna, surgida en el Siglo XVIII, en una ciudad donde se conservaba muy viva la tradición de la caballería al existir una corporación dedicada a que no se perdiera el arte ecuestre. Las necesidades de defensa del territorio hicieron que Felipe II fundase en 1.572 La Real Maestranza de Caballería de Ronda, para que se mantuviese el necesario manejo de los caballos. Para ello este cuerpo dedicó un espacio de la ciudad para los ejercicios ecuestres, entre los cuales, como es tradicional en España desde la Edad Media se incluyeron los juegos de destreza con toros.
Cuando en el siglo XVIII los toreros a pie toman el relevo de los caballeros en los juegos con el toro, surge en Ronda la familia de los Romero, que durante tres generaciones reúne a los toreros mas singulares de la época. Entre ellos, destacó sobre todos Pedro Romero (1754-1839), figura cumbre y la más representativa de la tauromaquia. Se retiró después de estoquear más de 5000 toros sin recibir el más mínimo rasguño. Su personalidad consiguió que su oficio alcanzara dignidad social y respeto, al reunir valor, destreza, y sentido estético.
El auge del toreo llevó a la Real Maestranza de Caballería de Ronda a erigir su famosa plaza, obra que se atribuye a Martín de Aldehuela, el mismo arquitecto del grandioso Puente Nuevo sobre el Tajo de Ronda.
La construcción de la plaza duró seis años y fue inaugurada en 1785, con una corrida de toros en la que actuaron Pedro Romero y Pepe Illo. Concebida en piedra arenisca con un esquema monumental, la nobleza de su traza arquitectónica, con su doble galería de arcadas y la ausencia de tendidos al descubierto, le confiere un espíritu más de claustro que de recinto para espectáculos taurinos, recordando al patio circular del famoso Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada. Su ruedo de 66 metros de diámetro está circundado por un callejón formado por dos anillos de piedra. Los tendidos tienen cinco filas de gradas, de dos pisos, con 136 columnas formando 68 arcos de columnas toscanas, salvo las del Palco Real. Cubierta con tejado a dos aguas de teja árabe, la elegancia de su interior no tiene parangón en ninguna otra plaza de toros.
En el siglo XX, una segunda dinastía de toreros rondeños, los Ordóñez, constituye otra aportación de Ronda a la historia de la Tauromaquia. Cayetano Ordóñez y su hijo Antonio Ordóñez despertaron, por su manera de concebir el toreo, el interés de personajes tan ilustres como Orson Wells y Ernest Hemingway.
Fue precisamente Antonio Ordóñez quien en 1954 creó la mundialmente conocida corrida goyesca, donde el exorno y la vestimenta nos trasladan a la época del pintor Goya. En el interior de la Plaza de Toros de Ronda se pueden visitar el museo de tauromaquia, la Real Guarnicionería de la casa de Orleans y la Colección de armas de fuego antiguas.
Seguimos caminando por la calle Virgen de la Paz hasta llegar a la Plaza de España donde se ubica el monumento mas emblematico y conocido en todo el mundo de la ciudad de Ronda como es su Puente Nuevo.
Hubo dos grandes proyectos para la realización de esta obra. El primero del año 1.735, reinando Felipe V, que consistió en un arco de 35 metros de diámetro, y cuyas obras duraron tan sólo 8 meses, pero que resultó infructuoso pues seis años después se derrumbó, ocasionando la muerte a unas 50 personas aproximadamente.
Pocos años más tarde comenzaron las obras, concretamente en 1751 y finalizaron en Mayo de 1793, coincidiendo con la celebración de la Real Feria de Mayo en Ronda. En total se invirtieron más de 40 años, estando al frente de las mismas el arquitecto D. José Martín de Aldehuela, natural del pueblo turolense de Manzanera.
Esta obra maestra de 98 metros de altura, construida en sillares de piedra extraídos del fondo de la garganta del Tajo, permitió la conexión del barrio moderno o del Mercadillo con el barrio antiguo de la ciudad y posibilitó la expansión urbanística de la ciudad. Desde sus balcones, las vistas de las casas colgando sobre el mismo borde del precipicio, son espectaculares.
Este majestuoso monumento alberga en su interior un moderno concepto de Centro de Interpretación, sobre esta magna obra de ingeniería dieciochesca y sobre los diferentes aspectos de su entorno: fauna, vegetación, geológicos, urbanísticos, históricos, etc.
Una vez visitado el centro de interpretacion del Puente Nuevo, cruzamos el mismo para visitar el ultimo de los monumentos que vimos en nuestra visita a Ronda con es el Convento de Santo Domingo.
Mandado construir por los Reyes Católicos con fecha 25 de Julio de 1485 aunque su edificación no comenzó hasta principios del siglo XVI, bajo la advocación de San Pedro mártir para la orden de Santo Domingo. A finales del XVIII se encontraba en estado lamentable y parte del mismo fue cedido por la comunidad para el ensanche del acceso al Puente Nuevo. A mediados del siglo XIX pasó a manos privadas instalándose una plaza de abastos para lo cual fue demolido parte del mismo. En la primera mitad del siglo XX sufrió un incendio y en los años 50 se instaló una cooperativa de carpintería. Adquirido por el Excmo. Ayuntamiento de Ronda en los años 80, su rehabilitación se afrontó como una intervención en la que partiendo de los elementos conservados rehacer una nueva edificación.
El convento tenía varias partes, la principal es la Iglesia que todavía se conserva, situada al sureste. Tiene planta rectangular, dividida en tres naves, la central más ancha y elevada cubierta con armadura mudéjar policromada. La separación de las naves se hace por medio de arcos góticos sostenidos por pilares con baquetones y arcos de medio punto sobre pilares rectangulares. La entrada a la iglesia se hace por un lateral con una sencilla portada. La otra parte del convento de la que se conservaba algo es el claustro, con amplios arcos de medio punto con la rosca moldurada y apoyados sobre columnas de fuste liso y capitel corintio
Horario: De lunes a sábados: 11:00-14:00 y 16:00 - 20:00. Domingos 11:00 - 14:00
Precio:1 €. Rondeños gratis.
En el interior de la iglesia del convento se guandan en un gran sarcofago de marmol, las cenizas de los Marqueses de Moctezuma ultimos reyes de Mexico.
Con la visita al convento pusimos el final a nuestra ruta por Ronda, al igual que hicimos con las visitas a Cuenca y Avila, realizamos una ruta o paseo nocturno para captar fotografias de sitios emblematicos de la ciudad, como el puente nuevo, la plaza de toros, el casco antiguo del barrio de San Miguel o parques como la Alameda del Tajo y el paseo Blas Infante con sus numerosos miradores que asoman al tajo.
Otros monumentos o lugares para visitar en Ronda son la Cueva de las Piletas, El Conjunto Arqueologico de Acinipo o la Ermita Rupestre de la Virgen de la Cabeza, estos sitios se encuentran a varios kilometros de la ciudad.
GASTRONOMIA:
La gastronomía de Ronda se basa en platos sencillos como sopas de tomate y de ajos, potaje de garbanzos o de lentejas, en los espárragos y las setas. Otras especialidades son el chivo asado al estilo serrano, los chorizos al alcohol y la ternera con patatas, pero sobre todo destacan los platos derivados de la caza como la perdiz al tajo y el conejo a la rondeña. También son platos tradicionales las calabazas a la rondeña, las migas con chorizo, las gachas, las habas con tomate, ajo y jamón, las judías con morcilla, la sopa de almendras y de alcachofas, el gazpacho a la serrana, la tortilla a la rondeña y la caldereta de cordero. En repostería destacan la yemas del Tajo y los dulces de las monjas.
FIESTAS:
En Ronda se celebran las fiestas tradicionales de Andalucía y otros lugares de España, como son la Cabalgata de Reyes, el carnaval, la Semana Santa, el Corpus y varias ferias y romerías.
La Semana Santa de Ronda está declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Desde el punto de vista religioso, es uno de los más importantes acontecimientos que se produce cada año en la ciudad, celebrándose en la semana del primer plenilunio de la primavera. La semana abarca desde el Domingo de Ramos hasta el siguiente domingo, que es el Domingo de Resurrección, sumando en su totalidad hasta 15 desfiles procesionales realizados por 14 hermandades, entre los que destacan el Miércoles Santo con las hermandades de Nuestro Padre Jesús en la Columna y María Santísima de la Esperanza y la Antigua hermandad del Silencio y el Jueves Santo con las hermandades de la Vera+Cruz, El Ecce-Homo y Cristo de la Buena Muerte (La Legión) y, de madrugada, la popular hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores.
El primer domingo de julio tiene lugar la romería de la Virgen de la Cabeza, con salida desde la Iglesia de la Merced y entrada en la ermita mozárabe de la Virgen de la Cabeza y en mayo, dos procesiones, la de la Virgen de la Paz y la de la Virgen María Auxiliadora. En junio se celebra el Corpus Christi, en Ronda llamado Corpus Chiquito. Actualmente la feria de mayo recibe el nombre de Ronda Romántica, que tiene como misión que la gente conozca una época histórica en la que eran comunes los bandoleros.
De las fiestas celebradas en las pedanías, destaca, en Puerto Saúco, junto a Acinipo, la fiesta de la Romanía, jornadas ambientadas en la época romana en las que se recrean la vestimenta, la gastronomía y otras tradiciones de la época.
Pero Ronda no es solo su monumentos como el puente nuevo, con sus bandoleros o su plaza de toros con sus corridas goyescas, la ciudad y su entorno tambien han sido reconocidas a traves de peliculas y series de television como la de Curro Jimenez que fue filmada en plena serrania de Ronda, la pelicula Carmen la de Ronda con Sara Montiel y Jorge Mistral ambientada en la Ronda de principios del siglo XIX durante la guerra de Independencia contra los franceses o la famosa novela de Ernest Hemingway, "Por quien doblan las campanas" de la que se filmo una pelicula con el actor Gary Cooper como protagonista, ambientada en la guerra civil española y en la que se reflejan las vivencias de Hemingway como corresponsal durante la contienda.
Ronda es una auténtica ciudad-museo, la mejor forma de conocerla es a pie, el entramado de sus calles tiene reminiscencias árabes, cada rincón tiene algo mágico, es un placer ir viendo los diferentes jardines y miradores, visitar sus museos y su mítica plaza de toros.
En Ronda se puede saborear el placer del tiempo detenido, encaramarse a uno de los balcones del Puente Nuevo y disfrutar del ágil vuelo de los pájaros, que nos invitan a volar con ellos.
Ronda es una ciudad que merece ser disfrutada sin prisas ni horarios, acercándose a su historia y saboreando anécdotas y curiosidades.
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