SALAMANCA (Salamanca)



SALAMANCA

Salamanca es una localidad, municipio y ciudad española, capital de la provincia homónima, situada en la comunidad autónoma de Castilla y León. Está ubicada en la comarca del Campo de Salamanca, en plena meseta Norte, en el cuadrante noroeste de la península ibérica. Es cabeza del partido judicial número uno de la provincia de Salamanca,​ además de sede de la diócesis salmantina, cuya jurisdicción se extiende a unos dos tercios del territorio provincial.​ De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística en el año 2016 poseía una población de 144 949 habitantes.
Los orígenes de la urbe se remontan a hace unos 2700 años, durante la primera Edad de Hierro, cuando los primeros pobladores de la ciudad se asentaron en el cerro de San Vicente, a la ribera del Tormes. Desde entonces, la metrópoli ha sido testigo del paso de diversos pueblos: vacceos, vetones, romanos, visigodos y musulmanes.​ Raimundo de Borgoña, yerno del rey Alfonso VI de León, fue el encargado de repoblar la ciudad durante el Medievo y asentar las bases de la Salamanca actual.​
Salamanca alberga la universidad, en activo, más antigua de España, la Universidad de Salamanca, creada en 1218 por Alfonso IX de León, y que fue la primera de Europa que ostentó el título de universidad por real cédula de Alfonso X el Sabio con fecha de 9 de noviembre de 1252 y por la licentia ubique docendi del papa Alejandro IV de 1255.​ Durante la época en la que fue una de las universidades más prestigiosas de Occidente se hizo popular la frase «Quod natura non dat, Salmantica non præstat», ‘Lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta’.​
Salamanca está ligada a la historia universal por nombres propios como Antonio de Nebrija,​ Cristóbal Colón,​ Fernando de Rojas,​ Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca,​ fray Luis de León,​ o Miguel de Unamuno.​ Incluso Cervantes afirma en «El licenciado Vidriera» de sus Novelas ejemplares (1613):
Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado.
La ciudad posee los títulos de «Muy noble», «Muy leal» —ambos ostentados desde antiguo—, «Caritativa y hospitalaria» —distinción otorgada por el rey Alfonso XIII—, «Muy culta», «Docta» y «Sabia» —concedidos por la Junta de Castilla y León en 1985, 1997 y 2007, respectivamente—.​ En 1988, la ciudad vieja fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Cuenta con un importante patrimonio histórico-arquitectónico, entre el que destacan sus dos catedrales —la catedral Vieja y la Nueva—, la Casa de las Conchas, la plaza Mayor, el convento de San Esteban y las Escuelas Mayores.​ Desde 2003, su Semana Santa está declarada de Interés Turístico Internacional.

Con sólo recorrer sus calles podrá apreciar  el viajero los siglos de historia, arte y conocimiento que la han hecho universal. Descubre todo lo que le ofrece esta ciudad, a la que continúan dando fama y vida los estudiantes.
A Salamanca se la conoce como la ciudad del pensamiento y el saber, pero en ella también encontrará arte y belleza. Su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, posee un legado monumental magnífico, con ejemplos arquitectónicos sobresalientes de distintos estilos: románico, gótico, barroco, plateresco... La Universidad, además de ser de las más antiguas de Europa, es una de las mejores muestras del renacimiento en España. No obstante, en la actualidad, Salamanca continúa siendo un importante lugar de encuentro e intercambio cultural, hasta el punto de convertirse en Capital Europea de la Cultura en el año 2002.

Nuestra visita a Salamanca fue de varios dias en los que a traves de varias rutas tanto diurnas como nocturnas pudimos visitar casi todos los monumentos de la ciudad y asi poder comprobar todo su explendor monumental, arquitectonico y de saber, por todo ello Salamanca es conocida como tierra de arte y sabiduria.

RUTA DIURNA PRIMER DIA:


Comenzamos nuestra ruta en el primer dia de estancia en Salamanca en uno de los monumentos mas conocidos y seña de identidad de la ciudad como es la Plaza Mayor.

Es una de las plazas más bellas de España y del mundo y uno de los monumentos barrocos capitales de la arquitectura peninsular.
Desde su terminación, esta típica plaza castellana, ha sido punto de encuentro de salmantinos -que lo consideran su salón de estar-, y forasteros.
Declarada Monumento Nacional desde 1935, en la justificación técnica y artística se afirma que es "la plaza más decorada, proporcionada y armónica de todas las de su época existentes en España". Tiene 88 arcos y numerosos medallones labrados.
Al igual que hoy en día, en la plaza se celebraban las actividades religiosas, civiles y lúdicas más importantes de la ciudad: corridas de toros, procesiones e incluso ajusticiamientos. Por ello algunos dueños de las viviendas alquilaban sus balcones a los espectadores a un precio bastante elevado.
En 1954 desaparecieron los jardines que fueron colocados a mediados del siglo XIX. Estos jardines marcaban un curioso rito por el que los hombres daban vueltas a su alrededor, en sentido de las agujas del reloj, y las mujeres en sentido opuesto. La plaza era un punto de encuentro civil y por tanto también de cita amorosa.
Cada 15 de agosto se coloca sobre la espadaña del Ayuntamiento un mástil, coronado por una figura del toro, con la bandera de España. Esta figura, que recibe el nombre de "Mariseca", se coloca para señalar la proximidad de las fiestas de Salamanca y no se retira hasta que éstas han concluido.
La fecha de construccion de la plaza esta datada entre 1729 y 1755 y fue diseñada por los arquitectos Alberto y Nicolas Churriguera siendo el mas importante de los espacios publicos y centro de la ciudad.





Partimos de la Plaza Mayor por la calle Prior hasta llegar a la Plaza Monterrey donde se encuentra el Palacio de Monterrey.
El edificio se se construyó en el siglo XVI y es de estilo plateresco. Pertenece a la casa de Alba y destacan sus torres y las chimeneas. Tan sólo se construyó uno de los cuatro bloques que compondrían el conjunto ideado inicialmente, actualmente se encuentra en un proceso de restauracion.





Desde la plaza y doblando la esquina del palacio accedemos a la calle las Ursulas donde podemos visuar varios monumentos como:

La Casa de las Muertes, es una vivienda diseñada por el arquitecto Juan de Álava, la denominación popular de la casa responde a una mezcla entre leyenda popular e historia.​ La casa posee cuatro calaveras talladas en piedra que, a modo de ménsula, parecen colgar de las jambas de las dos ventanas superiores de la fachada. Esta característica ornamental, unida a un asesinato de cuatro habitantes acaecido a comienzos del siglo XIX, le dio como nombre popular: "Casa de las Muertes".
Lo más destacable de la casa es la fachada, labrada en la piedra franca de las canteras salmantinas de Villamayor. Toda ella muestra una ornamentación plateresca. En un medallón central puede verse un busto con la leyenda dedicada a Alfonso de Fonseca, donde se puede leer la inscripción: Severísimo Fonseca Patriarcha Alexandrino.



Adosada a la casa de las muertes se situa la Casa del Regidor Ovalle Prieto, es una vivienda de estilo Barroco edificada en el siglo XVIII, la casa posee tres plantas y un blasón central de Juan Antonio Ovalle Prieto (que fue regidor de Salamanca y propietario del edificio). En ella residió y murió Miguel de Unamuno.

En la otra esquina de la calle se encuentra la Parroquia de Santa Maria de los Caballeros, fue fundada en 1214, aunque el edificio actual es del siglo XVI.
En la fachada destaca una figura de la Inmaculada que se encuentra sobre la puerta de acceso.
La Iglesia ha pasado muchos años cerrada, pero en la actualidad, y gracias a una cesión del Obispado de Salamanca a la Iglesia ortodoxa rumana, vuelve a estar abierta y se celebran oficios religiosos en su interior.






Enfrente de la parroquia se encuentra el Convento de las Ursulas o de la Anunciacion, el edificio fue fundado por el arzobispo Fonseca en 1512. Destaca el ábside exterior de estilo gótico. En el interior, el retablo barroco y la sepultura del fundador, renacentista, obra de Diego de Siloé. Es un convento franciscano femenino, situado en el coro bajo de la iglesia se encuentra un pequeño pero interesante museo.




Y junto al convento haciendo esquina con la calle Sorias se situa la Capilla de la Santisima Veracruz, es un pequeño templo barroco propiedad de la más antigua de las hermandades penitenciales de la ciudad, la Ilustre Cofradía de la Santa Cruz del Redentor y de la Purísima Concepción, su Madre.
Esta iglesia data de mediados del siglo XVI según un proyecto de Rodrigo Gil de Hontañón aunque reformada en estilo barroco (1714) por Joaquín Churriguera. De la primera época renancentista solo queda la fachada y la hornacina con imagen de la Inmaculada, obra de Sebastián Dávila.
La ermita tiene planta rectangular, presentando una sola nave dividida en tres tramos cubiertos con bóveda de cañón. Un cuarto tramo corresponde al crucero, cubierto con cúpula ciega sobre pechinas. Tanto las bóvedas como las pilastras que las soportan y las hornacinas que se abren en los muros están cubiertas por una exuberante decoración barroca realizada en yesería. Destaca el retablo mayor, obra de Joaquín Churriguera con imagen de la Inmaculada Concepción de Gregorio Fernández. A los pies hay un coro sobre arco escarzano.
Otras obras destacadas son el Lignum Crucis (siglo XVI) de Pedro Benítez, la talla barroca de Nuestra Señora de los Dolores de Felipe del Corral y un Cristo Resucitado (siglo XVIII) de Alejandro Carnicero.







En 1718, se acondicionó la sala de Insignias como capilla de los Dolores. A dicha capilla se accede desde una puerta de rejería abierta en el lado del Evangelio de la capilla principal, a la altura del crucero. La capilla de los Dolores tiene planta rectangular, rematada la cabecera por el camarín de la Dolorosa, añadido en la reforma de 1718. Se cubre con techumbre plana, decorada también con yeserías barrocas. La actual decoración obedece a la labor de las Escuelas Salesianas de Sarriá en la tercera década del siglo XX, subvencionada por la camarera de la imagen Gonzala Santana.
Anexa a la capilla de los Dolores se encuentra el salón de Pasos, parte de la antigua sacristía, parcialmente cubierto con bóvedas de yesería. Cuenta con puerta propia que da a la calle de Sorias. Del otro lado, con puerta a la calle de Abajo, se halla el convento que habitan las Esclavas del Santísimo, antigua casa del capellán de la cofradía y propiedad de la misma.





Una vez fuera de la iglesia continuamos nuestra ruta por la calle Dominguez Barrueta, a nuestra derecha se situa el Campo de San Francisco, se levanta sobre lo que fue la huerta del antiguo convento de San Francisco El Grande, actualmente desaparecido.
Durante el siglo XVII, se proyectó que el terreno que hoy ocupa el Campo de San Francisco, fuera destinado a la construcción de dos cuarteles militares que no llegaron a levantarse debido a la Guerra de Sucesión. Ya a principios del siglo XIX, el gobernador político y militar de Salamanca, D. Isidro López ordenó plantar en esta zona más de 600 álamos y construir una fuente, creando así el Campo de San Francisco, es el parque mas antiguo de la ciudad de Salamanca y en la actualidad esta en un proceso de reforma o rehabilitacion por lo que es imposible su visita.

Y llegamos a la calle Ramon y Cajal donde nos encontramos con la Capilla de San Francisco o Convento de los Capuchinos, es un edificio religioso que comenzó a construirse en el siglo XIII en estilo gótico como convento de San Francisco el Real (cenobio de la Orden Franciscana). A mediados del siglo XVIII y con proyecto de Andrés García de Quiñones se construyó la capilla de la Tercera orden de San Francisco.
Tras las desamortizaciones del s. XIX solo se conservan la Capilla de la Venerable Orden Tercera y restos del ábside de la primitiva iglesia.
La capilla es sede canónica de la Seráfica Hermandad de Nazarenos del Cristo de la Agonía.


Subimos por la calle Ramon y Cajal y giramos por la calle Fonseca donde nos encontramos con el Colegio del Arzobispo Fonseca y la Hospederia del Colegio ademas del Centro cultural Fonseca todos ellos unidos entre si.


El Colegio Mayor de Santiago el Zebedeo, más conocido como Colegio del Arzobispo Fonseca o Colegio Mayor del Arzobispo Fonseca y que no debe ser confundido con el Colegio del Arzobispo Fonseca de Santiago de Compostela, fue uno de de los cuatro Colegios Mayores de Salamanca, fue fundado en 1519 por Alonso de Fonseca, arzobispo de Santiago de Compostela, para que los estudiantes gallegos tuvieran un Colegio para estudiar en la Universidad.
A lo largo del tiempo, también fue conocido vulgarmente como Colegio del Arzobispo o Colegio Mayor de Fonseca y más tarde como Colegio de los Irlandeses.
El nombre de Colegio de los Irlandeses se debe a que había un Colegio de San Patricio, o de los Irlandeses, fundado en el año de 1592, a instancias del rey Felipe II, para albergar a los estudiantes de ese país que venían a Salamanca por la persecución inglesa a los católicos de Irlanda. En 1838, cuando los irlandeses volvieron a su colegio tras la Guerra de Independencia lo encontraron destruido (los franceses destruyeron muchos edificios universitarios y religiosos para hacer fortificaciones) por lo que se les cedió este edificio, que ocuparon hasta 1936.



La desaparición de los Colegios Mayores en 1798 condujo al del Arzobispo Fonseca a convertirse en Hospital General en 1801. Con el breve restablecimiento de la institución colegial por Fernando VII el colegio se abrió en 1817. Tres años después el colegio estaba cerrado y sin colegiales. Tras diversos avatares, durante los cuales no estuvo en funcionamiento por mucho tiempo, cerró de modo definitivo en 1837, y a continuación fue ocupado por los irlandeses.
En la ley Moyano de 1857, fueron cerradas las facultades de Ciencias y de Medicina. La Diputación Provincial y el Ayuntamiento las reabrieron como colegios libres, y la de Medicina se instaló en la Hospedería, donde permaneció de 1903 a 1988.
Actualmente se utiliza como residencia de postgraduados y para actos culturales, con el nombre de Colegio Arzobispo Fonseca. En verano se celebran en su patio los conciertos y representaciones teatrales enmarcados en el programa cultural "Las Noches del Fonseca", dentro de la programación cultural de la Universidad y el Ayuntamiento. La hospedería está dedicada a Centro de Posgrado de la Universidad de Salamanca.
En Semana Santa se realiza desde la Capilla la marcha del Cristo de la Liberación, organizada por la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz.






Es el único de los edificios de los viejos Colegios Mayores salmantinos que se conserva. Participaron como arquitectos Diego de Siloé, Rodrigo Gil de Hontañón y Juan de Álava. Los trabajos terminaron en 1578. Es un edificio plateresco, de tipo conventual, organizado alrededor de un claustro. Tiene una fachada relativamente sencilla, en la que la única decoración está en la portada. Encima de su puerta hay una imagen del apóstol Santiago en la batalla de Clavijo. Destaca, además del claustro, la capilla con una curiosa bóveda de planta cuadrada sobre el crucero y un retablo de Alonso Berruguete. Anexo se encuentra el edificio de la antigua Hospedería de estilo barroco.



De la calle Fonseca salimos por la Cuesta de San Blas donde al principio de esta se encuentra el Auditorio de San Blas, este tiene su origen en la Iglesia de San Blas, del siglo XIII.
Esta iglesia fue erigida en la zona conocida como Peñuelas de San Blas, lejana, de mal terreno y de pocos y pobres pobladores en aquella época.
En el siglo XVIII la iglesia tuvo que ser reconstruida por completo, dado el pésimo estado en que se encontraba. Intervinieron en la restauración, entre otros, los arquitectos Andrés y Jerónimo García Quiñones, muy presentes en la construcción salmantina de ese período.
La iglesia, sin apenas decoración y de nave única, sufrió serios daños durante la Guerra de la Independencia y, posteriormente, el abandono, llegando incluso a ser utilizada como carbonería en el siglo XX.
Finalmente, en los años 80 del pasado siglo, el edificio se cedió al Ayuntamiento de Salamanca y fue restaurado para convertirse en Auditorio Municipal, función que sigue desarrollando a día de hoy.



Bajamos por la cuesta de San Blas hasta llegar a la calle ancha por la cual ascendemos para llegar a la Plaza de las Agustinas donde se encuentra la iglesia de La Purisima y el Convento de las Agustinas, estas forman un conjunto conventual de clausura situado en el centro histórico de la ciudad de Salamanca. Fue declarado Monumento Nacional por Decreto de 15 de abril de 1935.
La fundación del convento se debe a Manuel de Zúñiga y Fonseca, Conde de Monterrey, en 1636 para albergar a su hija, Inés Francisca de la Visitación, que fue priora del mismo. Las obras finalizaron en 1687. El Convento se sitúa frente al Palacio de Monterrey, residencia del mecenas. La Iglesia de la Purísima, parte pública del convento, fue pensada por el conde como capilla funeraria para sí y su familia.



La iglesia con planta de cruz latina, de una nave y con capillas a los lados se inició en 1636 según trazas de Bartolomeo Picchiatti, mientras que de los cinco retablos, el púlpito, las tumbas y las puertas de entrada fueron diseñadas por Cosimo Fanzago (1593-1678), dándole un marcado carácter italiano a la construcción.
En la fachada de la iglesia llama la atención su pórtico, con 33 metros de longitud y tres cuerpos separados. En su interior, destaca el Retablo Mayor en mármol, con un importante cuadro de la Inmaculada Concepción, obra de José de Ribera (1635) y modelo para gran parte de los pintores del Siglo de Oro. A sus lados hay otras cuatro pinturas: San José y San Joaquín y Santa Ana probablemente de Covedone, San Juan Bautista en el estilo de Guido Reni​ y San Agustín de escuela flamenca. En la parte superior del retablo, La Piedad es de Ribera.
Distribuidas por la iglesia hay otras pinturas. De José de Ribera son las de San Jenaro y San Agustín. A Giovanni Lanfranco corresponden los lienzos de San Nicolás de Tolentino y la Anunciación. La Virgen del Rosario es de Massimo Stanzione y la Crucifixión de Francesco Bassano. En cuanto a las estatuas orantes de los condes situadas en sendos nichos a ambos lados de la capilla mayor son obra de Giuliano Finelli.
En 1657 la cúpula original se desplomó y fue reconstruida en 1675 siguiendo un proyecto del agustino Fray Lorenzo de San Nicolás.



Desde la plaza de las Agustinas nos encaminamos hacia la calle compañia, la cual ascendemos hasta otro de los puntos monumentales de la ciudad donde esta situada la Universidad Pontificia o la Casa de las Conchas entre otros monumentos.
Subiendo por la calle lo primero que nos encontramos en la Plaza San Benito es con la iglesia que da el nombre a la plaza, la Iglesia de San Benito.
La iglesia de San Benito es un templo católico de estilo gótico  que sustituye a una anterior de fábrica románica, construida en 1104, en la que fue bautizado Alonso II de Fonseca.
Durante la división de la ciudad en dos bandos enfrentados, acaecida en el siglo XV, dio origen al bando de San Benito, enfrentado al de Santo Tomé.
En 1506 Alonso II de Fonseca manda edificar la nueva iglesia de estilo gótico, que posteriormente se iría mejorando por la familia Maldonado, emparentada con el arzobispo.
Al exterior destacan los potentes contrafuertes decorados con los escudos del arzobispo Fonseca con la cruz patriarcal, Ulloa, Madonado y Acevedo que soportan el empuje de la bóveda de la única nave interior.
La portada sur, ricamente decorada en estilo gótico flamenco, se encuentra protegida por un tejadillo encajado entre dos contrafuertes y sustentado por una columna con capitel zapata. Sobre el arco carpanel de la puerta dos arquillos conopiales albergan las esculturas que forman la escena de la Anunciación. Los dos arcos que contienen las imágenes del ángel Gabriel y la Virgen se cobijan en sendos arcos de medio punto inscritos en uno conopial en cuyo remate aparece la figura de Dios Padre. Todo el conjunto está decorado con cardinas, cogollos y pináculos góticos, flaqueado por las armas de los Fonseca y los Acevedo. La torre y la ventana camarín del ábside son posteriores.



Tambien nos encontramos en esta zona con el Convento de la Madre de Dios, este es un convento femenino de Franciscanas de la Tercera Orden en Salamanca.
El convento, de estilo renacentista, se encuentra en el recodo de San Benito, teniendo también fachadas a las calles Prado y Compañía.
Fue hecho construir en el año 1543 por don Francisco de Loarte y terminado en el siglo XVII, sobre el solar de su propia casa y de la de Francisco Maldonado al ser confiscada por la Corona tras la derrota de los Comuneros en Villalar.
En la fachada del convento al recodo de San Benito se puede observar la puerta cegada de la antigua casa de Francisco Maldonado y, sobre las esbeltas dovelas de su dintel, los escudos nobiliarios de los Maldonado picados como Damnatio memor.




Y por ultimo sin movernos del mismo lugar podemos contemplar el Palacio de los Maldonado.
La casa de Don Diego Maldonado es una casa señorial que se encuentra enfrente al ábside de la Iglesia de San Benito. Es obra de Juan de Álava para Diego Maldonado Rivas, camarero de Alonso de Fonseca y Ulloa, en 1531.
En su sencilla fachada de mampostería destaca la portada, realizada en sillería, con ventana, hoy convertida en balcón, sobre la puerta. La portada colgante está formada por tres calles enmarcadas por pilastras con decoración renacentista de grutescos de "candelieri". En la calle central aparece la ventana en cuyo dintel dos angelotes sostienen un escudo con las armas de los Maldonado. ​ En las calles laterales nuevos escudos con las armas de Maldonado, Rivas y Morille sustentados por angelotes. La ventana estaría cerrada en su parte posterior por una línea de imposta decorada con querubines que recorrería las tres calles. Debido a que posteriormente se amplió la luz, convirtiéndose en balcón, solo nos han llegado los tramos de las calles laterales.
Todo el conjunto está coronado por el escudo de Fonseca, señor del titular de la casa, rodeado por una guirnalda de flores y flanqueado por dos putti. En la actualidad el edificio alberga el Centro de Estudios Brasileños de la Universidad de Salamanca.



Y por ultimo y adosada al palacio de los Maldonado se situa la Casa de Francisco de Solis, esta es una casa-palacio del siglo XV.
Su fachada, del siglo XVI, tiene decoración sencilla destacando los escudos de la familia Solís en el centro y otros dos a los lados de la puerta que parecen pertenecer a otras familias nobles emparentados con los Solís.
El edificio, situado en el Recodo de San Benito fue utilizado durante las luchas nobiliarias de la Guerra de los Bandos, por lo que llegó a tener torre de defensa. Actualmente servicio de publicaciones de la Universidad de Salamanca.


Seguimos ascendiendo por la calle Compañia y a escasos metros de los monumentos antes vistos nos encontramos con uno de los monumentos mas importantes de la ciudad como es la Universidad Pontificia, la Iglesia y las Torres de la Clerecia.
La Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) es una universidad católica española, de carácter privado, fundada en 1940 y con campus en Salamanca y Madrid. Como Universidad Católica "su finalidad es garantizar de forma institucional una presencia cristiana en el mundo universitario frente a los grandes problemas de la sociedad y de la cultura”.​ Cuenta con 6.194 estudiantes.
 


Los gobiernos liberales del siglo XIX hicieron que los estudios de Teología y Derecho Canónico fueran excluidos de la Universidad de Salamanca. El papa Pío XII crea, en 1940, una nueva universidad para restaurar esas dos facultades, en la misma ciudad, y le confiere la categoría de Universidad Pontificia. Así nace la Universidad Pontificia de Salamanca. El Decreto de Erección fue firmado el  25 de septiembre de 1940, por petición expresa del episcopado español, cumpliendo así con la preocupación personal del Cardenal Plá y Deniel de recuperar en Salamanca las Ciencias Eclesiásticas, que habían sido poco a poco desplazadas y suprimidas definitivamente de las universidades españolas en 1852. De esta manera, tras varios intentos de restauración, vuelven a Salamanca los Estudios Eclesiásticos.​
Así, aunque la actual Universidad Pontificia de Salamanca surge hace setenta y cinco años, pretende ser la continuación de las antiguas facultades eclesiásticas de la Universidad de Salamanca. La bula de Alejandro IV de abril de 1255 confirma el Estudio General de Salamanca. El mismo pontífice, en la Bula Dignum arbitramur de 22 de septiembre del mismo año, "concede validez universal a los Grados (excepto en París y Bolonia) otorgados por Salamanca in quacumque Facultate".​ Este hecho es el que le confiere a la Universidad de Salamanca su carácter internacional. Un año antes, el Rey Alfonso X había otorgado al studium de Salamanca un Estatuto con el que le daba carácter real. Desde 1254 había en Salamanca cátedras de Cánones y Leyes. En el siglo XIV el futuro papa Benedicto XIII (Pedro de Luna) constituyó la Facultad de Teología. Las Facultades Eclesiásticas, Teología y Cánones, tuvieron un fuerte auge en los siglos XVI y XVII.
En los años 40 del siglo XX hubo varios intentos para unificar las dos Universidades salmantinas. Estos proyectos de integración se repitieron en los años 60, pero ninguno de ellos triunfó.
Teología y Derecho Canónico constituyeron el núcleo de la Universidad Pontificia y son estas Facultades las que ocupan un puesto central en la Universidad Pontificia de Salamanca, por el significado que tienen en la concepción de la Universidad y el servicio que han de prestar  para que pueda llevar a cabo su misión.
Poco a poco, se fueron añadiendo nuevas carreras que llenarían el edificio de La Clerecía. Cinco años después de su creación como Universidad Pontificia, se instauró la Facultad de Filosofía. En 1949 se implantaron los estudios de Filología Bíblica Trilingüe y en 1958 los de Ciencias de la Educación. Le siguieron, ya en 1971, los estudios de Psicología y Ciencias Políticas y Sociología, Enfermería en 1980, Fisioterapia en 1986, Ciencias de la Información en 1988, Informática en 1990, y la Facultad de Ciencias del Seguro, Jurídicas y de la Empresa en 1992.
La organización y estructura actuales de la Universidad Pontificia de Salamanca se definen en los años 70, convirtiéndose en Universidad de la Conferencia Episcopal Española, aceptando en su totalidad el espíritu del Concilio Vaticano II y encuadrándose en la nueva situación española con una destacada intención de participación.
 


La Clerecía es el nombre que recibe el edificio del antiguo Real Colegio del Espíritu Santo (o Santo Espíritu) de la Compañía de Jesús, construido en Salamanca entre los s. XVII y s. XVIII. Es de estilo barroco. Se diferencia el colegio, con un interesante claustro, y la iglesia, con una impresionante fachada de tres cuerpos. El nombre de Clerecía se debe a una denominación abreviada de su pertenencia a la Real Clerecía de San Marcos tras la expulsión de los jesuitas de España.
Las obras comenzaron en 1617 bajo la protección de Margarita de Austria,​ esposa de Felipe III, al parecer como acto de desagravio a la orden por la prisión sufrida por su fundador, Ignacio de Loyola, por la Inquisición en la torre mocha de la catedral de Salamanca. Finalizándose en 1754.
La planta general del edificio es obra de Juan Gómez de Mora.
Tras la expulsión de los Jesuitas de España, decretada por Carlos III mediante la Pragmática Sanción de 1767, se entregó el edificio a la Real Clerecía de San Marcos, con sede en la iglesia de San Marcos. Ésta, posteriormente cedió el edificio (salvo el templo) a la Diócesis de Salamanca, la cual instaló en él el Seminario de San Carlos.
En 1940, se crea la Universidad Pontificia de Salamanca, instituida por el papa Pío XII, y la Diócesis le entrega el edificio como sede. Pese a que en esa entrega no se incluía el templo del Espíritu Santo, la Universidad Pontificia suprimió el culto en él desde septiembre de 2012 para poder ser explotado turísticamente. Solo se permiten celebrar bodas de antiguos alumnos y personas vinculadas con la Universidad Pontificia.

La visita a la cleria se divide en dos partes, una la Scala Coelli en la que se puede visitar las dos torres del edificio y la Vita Ignatii donde se puede visitar la iglesia, el claustro o patio, el Aula Magna o la preciosa escalera que nos lleva hasta dicho patio.

Lo primero que visitamos es la Scala Coelli. Las torres se construyen para estar cerca del cielo, el lugar en el que sencillamente se es feliz. Pero también para otear el horizonte. Ya lo decía Unamuno, Salamanca "Alto Soto de torres". Por ello, subir a las Torres de la Clerecía es una experiencia única, es respirar, ver el mundo para anticiparnos de un modo placentero a nuestro devenir. Scala Coeli es una singular Escalera al Cielo, con la que podremos disfrutar de panorámicas espectaculares de la ciudad que nunca antes habíamos conocido.





El recorrido incluye el acceso a los matroneos o tribunas, desde cuyos balcones se puede contemplar el interior de la Real Clerecía de San Marcos, un lugar privilegiado para admirar el altar mayor y su magnífico retablo barroco. Este espacio está dividido en tres salas. En la primera de ellas, bajo el título de "El principio y el fin", destacan los retratos de doña Margarita de Austria y Felipe III, y la documentación sobre la fundación del Colegio Real de la Compañía de Jesús. La segunda sala está dedicada a la construcción del edificio y la tercera al "nuevo renacer".
La visita continúa por la escalera de acceso a las dos torres de la iglesia. La subida por la Escalera del Campanero, totalmente restaurada, está ambientada con una intervención de luz y sonido. El tránsito entre ambas torres, ya desde la altura, permite una visión única de Salamanca ofreciéndonos espectaculares perspectivas del casco histórico de esta ciudad patrimonial.
 











Lo segundo que vemos en la clerecia es la Vita Ignatii, una coleccion de pinturas que narra la vida de San Ignacio de Loyola fundador de la compañia de Jesus en 28 lienzos de artistas italianos que se situan en los pasillos del claustro.
 




Por una puerta accedemos al interior de la universidad y bajando por la Escalera de Honor repleta de vitores llegamos al Patio de los Estudios, este es obra de Andrés García de Quiñones y presenta un espacio más cercano al patio de un palacio real que al claustro de un edificio religioso. Los dos primeros cuerpos se dividen por semicolumnas de orden compuesto, con galería de arcos en la planta baja y balcones coronados por óculos en la primera, a la que se accede desde la calle y la iglesia. En el tercer piso balcones entre pilastras planas.
 





Volvemos a subir al claustro y caminando por los pasillos del mismo accedemos por otra puerta al Aula Magna de la universidad.
 

Y ya por ultimo visitamos el interior de la iglesia de la clerecia.
El primer cuerpo presenta grandes semicolumnas corintias custodiando las tres puertas de entrada. Sobre las dos laterales aparecen escudos de España y sobre la central una hornacina con la imagen de San Ignacio de Loyola, tras la expulsión de los jesuitas se colocó un león de piedra a los pies de la imagen, que pasó a representar así a San Marcos. El segundo cuerpo muestra dos óvalos con decoración barroca en las calles laterales y un gran ventanal en la central cuya luz tuvo que ser reducida debido al peso de los cuerpos superiores. El diseño de ambos cuerpos se debe al Padre Mato, arquitecto jesuita.
El tercer cuerpo es obra de Andrés García de Quiñones, que construyó las torres siguiendo el modelo proyectado inicialmente para el edificio del Ayuntamiento en la Plaza Mayor y espadaña central con un relieve de la Venida del Espíritu Santo, y esculturas de la Virgen y los reyes fundadores.
El interior de la iglesia es de una sola nave con capillas entre contrafuertes, siguiendo el esquema jesuítico de la romana iglesia de Il Gesú, con cuatro tramos y nave transversal ancha pero que no llega a sobresalir. La construcción está dominada por pilastras de orden toscano con reminiscencias escurialienses. Sobre las capillas laterales se abren balcones para uso de la Compañía. La gran cúpula que ilumina el interior es también obra del arquitecto jesuita Mato, teniendo la misma altura que la nave de la iglesia, 50 m, y reforzada en varias ocasiones debido a su magnitud.
Las naves se cubren con bóvedas de lunetos con decoración de estuco.






El retablo de la capilla mayor es obra de Juan Fernández en 1673 con esculturas de Juan Rodríguez.
Presenta tres calles, separadas por cuatro columnas salomónicas de orden gigante adornadas con racimos de uvas, y tres cuerpos. En los dos primeros aparecen los Padres de la Iglesia en las calles laterales, San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo. En la calle central un gran expositor inspirado en la cúpula de la iglesia y un relieve con el pasaje de Pentecostés. En el último cuerpo se sitúa un relieve de San Ignacio redactando los Ejercicios Espirituales inspirado por la Virgen en presencia de la Trinidad, flanqueado por los escudos de los reyes Felipe III y Margarita de Austria, y los cuatro evangelistas. Las labores de dorado se finalizaron en 1760.


La Sacristia se sitúa tras el altar mayor, siendo una sala rectangular con una longitud equivalente al ancho de la nave principal. Se cubre con bóveda de cañón con lunetos, de cinco tramos decorados con pinturas.
En el testero de la sacristía un retablo hornacina recubierto por recuadros de espejo organizado a modo de arco triunfal en cuyos lados unos ángeles sobre rocallas muestran los atributos de la Pasión. Sobre el entablamento hay un crucifijo de marfil flanqueado por ángeles y coronado por escudo oval con el anagrama JHS timbrado con corona real. Este retablo tenía por objeto resguardar la imagen de Jesús Flagelado, que situada sobre un sagrario pedestal, mostraba las heridas de la espalda a través del juego de espejos, en el momento en que Cristo recoge sus ropas tras la flagelación, pensada expresamente para la sacristía al ser el lugar donde el sacerdote se revestía para las ceremonias litúrgicas. La escultura es obra de Luis Salvador Carmona.

Una vez visitada la clerecia salimos a la calle y enfrente de esta se encuentra uno de los monumentos mas conocidos mundialmente como es la Casa de las Conchas.
La casa de las Conchas de Salamanca es un antiguo palacio urbano de estilo gótico y elementos platerescos. Su construcción se inicia en 1493 y concluyó en 1517. En el interior destacan el patio con arcos mixtilíneos, la escalera y el artesonado.


La Casa de las Conchas es un palacio urbano representativo de la nueva nobleza cortesana del siglo XVI. El edificio se construye por encargo de don Rodrigo Maldonado de Talavera, caballero de la Orden de Santiago, catedrático de Derecho en la Universidad, de la que fue rector, y miembro del Consejo Real de Castilla. Bajo su patronazgo, se construyó también la capilla de Talavera en el claustro de la Catedral Vieja.
Continuó las obras su hijo, Rodrigo Arias Maldonado, casado con una sobrina del Duque de Benavente, Juana de Pimentel, y fueron padres de Pedro Maldonado Pimentel, caudillo comunero.
Las conchas, símbolo de la familia Pimentel, decoran la fachada del edificio tras la boda de Juana Pimentel con don Arias Maldonado en 1517 y las flores de lis de los Maldonado en el escudo. A lo largo de la historia ha sufrido importantes modificaciones y restauraciones. Actualmente es una biblioteca para disfrute de todos los ciudadanos.





Una vez visitada la casa subimos por la calle Rua Mayor, una de las muchas calle peatonales y de ocio de la ciudad hasta llegar a la Plaza del Corrillo, esta es una pequeña plaza anexa a la Plaza Mayor. A la izquierda está la iglesia románica de San Martín y a la derecha una serie de casas con soportales formados por columnas de piedra terminadas en zapatas que representan los días de la semana (una luna para el lunes, un Marte para el martes, etcétera).



La iglesia de San Martín es una iglesia del románico español que fue construida sobre una ermita dedicada a San Pedro en el siglo XII, concretamente en el año 1103 por iniciativa del conde Martín Fernández en el barrio de los toresanos durante la repoblación de la ciudad. Por aquel entonces, en 1173, se denominaba la iglesia "San Martín del Mercado" o "San Martín de la Plaza". La iglesia aparece en la actualidad embutida entre edificaciones modernas, ha sufrido numerosas restauraciones a lo largo de su historia.

Se trata de uno de los ejemplos de arquitectura románica en la ciudad de Salamanca, junto con la catedral vieja. La iglesia posee una planta de tres naves finalizando en ábsides circulares. De los tres el más relevante es que ocupa la mitad. La iglesia no cuenta ni con cúpula ni con crucero, y uno de sus atractivos principales es el coro, el cual data del siglo XVI y es de estilo isabelino. El retablo mayor existente en la actualidad fue desarrollado por Joaquín de Churriguera.







En la actualidad el templo consta de dos accesos: la portada románica (Puerta del Obispo) y la portada renacentista. Originalmente eran tres, pero el central ha sido reconvertido en capilla camarín, dedicada a Nuestra Señora de las Angustias, a cuyo interior únicamente se accede desde el interior del templo.
De las tres entradas, la denominada Puerta del Obispo (que da su salida a la plaza del corrillo) y en la que se puede observar una escultura policromada del propio San Martín (aparece a caballo, partiendo su capa para compartirla con un mendigo), se accede a ella por una escalinata que salva el desnivel con la calle. La Puerta del Mediodía que proporciona su salida al lado sur de (de estilo renacentista), fue construida en el año 1586 que se antepuso a la románica (original).






Una vez fuera de la iglesia llegamos de nuevo al principio de nuestra ruta diurna como es la Plaza Mayor donde ponemos final a la ruta.
 




 RUTA TARDE PRIMER DIA:

Comenzamos nuestra ruta vespertina del primer dia despues de probar la rica gastronomia salmantina y descansar un poco en la Gran Via, una de las principales arterias de la ciudad que discurre paralela a la plaza mayor y que se encuentra a pocos metros de esta.

Desde la gran via ascendemos por la calle Cuesta Sancti Spiritus donde nos encontramos con la iglesia que lleva el mismo nombre que la calle, la iglesia del Sancti Spiritus y adosada a ella la Capilla del Cristo de los Milagros.
La Iglesia de Sancti Spiritus, es un templo católico perteneciente al estilo del gótico tardío, y es el único resto que sobrevive en la actualidad del desaparecido monasterio de Sancti Spiritus de Salamanca.
La iglesia fue restaurada a mediados del siglo XVI, conjugando la estructura gótica con la decoración plateresca.
En su exterior, sobresale la portada renacentista con una importante decoración escultórica en la que se narran los seis triunfos de Petrarca, posee unos medallones con los bustos de San Pedro y San Pablo y una escena de Santiago en la batalla de Clavijo. Las monjas sostenían que el apóstol Santiago prometió dar la victoria a los cristianos en la batalla si el primero de los cristianos que falleciera en la batalla donaba sus bienes al convento.





En el interior, destaca el coro y la capilla con un artesonado mudéjar de los siglos XV y XVI, el Cristo de los Milagros, del siglo XIV, el retablo mayor, obra de Antonio de Paz, y los sepulcros de Martín Alfonso de León y de María Méndez de Sousa, situados en el presbiterio y muy mal conservados.​




El Cristo de los Milagros es una de las imagenes que mas devotos tiene en la ciudad de Salamanca y se procesiona 40 dias despues del domingo de resurrecion.


Desde aqui nos desplazamos  hacia la Plaza de San Cristobal por la calle Bodegones para visitar las Iglesia de San Cristobal.
La iglesia que es un templo romanico fue fundada en el año 1145 por caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén. La iglesia tiene una sola nave construida en el siglo XII, con retoques de estilos posteriores. De esta época conserva su ábside central, el exterior en el que sobresalen los canecillos, y en el interior parte de la decoración vegetal en el crucero de la iglesia. Ya del siglo XVII se conserva un relieve del Entierro de Cristo, obra de Pedro Hernández.
La iglesia estuvo un tiempo sin utilizarse debido al estado en que se encontraba, pero entre 1985 y 1994 los trabajos de restauración permitieron la reapertura de la iglesia. La restauración recibió el Premio Europa Nostra a la protección del patrimonio arquitectónico en el año 2000.





En la misma plaza y enfrente de la iglesia se encuentra la Capilla de la Ermita de Nuestra Señora de la Misericordia. El edificio construido entre los siglos XVI–XVII es un pequeño templo barroco que se empezó a construir en 1389 en la Plaza de San Cristóbal. Actualmente muy deteriorada, es una imprenta, mientras que su espadaña decora la iglesia del barrio de Pizarrales.


Partimos de la plaza San Cristobal y nos encaminamos por la calle Breton hasta llegar a la Plaza de San Roman donde se encuentra el palacio del Conde de Francos.
El Palacio del Conde de Francos fue mandado a construir a mediados del s. XVII por Francisco Ramos del Manzano. El palacio fue donado a las Siervas de San José y en 1977 por decisión del Ayuntamiento, parte del patio fue situado en su actual emplazamiento.



Salimos de la plaza y ya en la calle Santa Clara haciendo esquina con la calle Lucero se encuentra el Convento, Iglesia y Museo de Santa Clara.
El Convento de Santa Clara es un convento perteneciente a la Orden de las Franciscanas o Clarisas fundado en 1238. Conserva pocos restos góticos pues fue reformado en el siglo XVI. La iglesia fue cubierta originalmente con un atractivo artesonado mudéjar datado entre los siglos XIV y XV, pero a comienzos del siglo XVIII se cubrió con una nueva bóveda barroca. El coro bajo tiene planta rectangular y cubierta de madera apoyada en arcos diafragma. Tiene pinturas medievales y modernas.





Seguimos con nuestra ruta caminando por varias calles de la Lucero, por Caliz y Marquesa de Almarza hasta llegar a la Plaza Corralillo de Santo tomas para visitar la iglesia de Santo Tomas Canturiense.
La iglesia de Santo Tomás Cantuariense es una iglesia románica del siglo XII donde el famoso dramaturgo salmantino Lucas Fernández fue sacerdote de la iglesia en la primera mitad del siglo XVI (desde 1514, coincidiendo con la publicación de su impreso teatral Farsas y églogas).
Fue fundada en 1175 por los hermanos ingleses Ricardo y Radulfo, siendo la primera, fuera de Inglaterra, que se dedica al primado de Inglaterra Tomas Beckett, obispo de Canterbury, apenas tres años después de la canonización del santo británico en 1172 y a los cinco años de su fallecimiento por martirio (1170).
El templo es de cruz latina y de una sola nave cubierta con techumbre de madera. Se trata sin duda de un edificio armónico de pequeñas dimensiones y destaca en su exterior por sus tres ábsides semicirculares escalonados, animados por pilastras y ventanas molduradas, de los que sobresale el crucero en altura, cuya cornisa corrida está decorada con modillones con cabezas humanas, de animales y motivos vegetales. La portada, en la fachada norte, tiene arquivoltas apuntadas sobre columnas esculpidas, añadida en el siglo XVI y el interior sorprende por su absoluta ausencia de ornamentación, aunque hay algunos capiteles de especial relevancia, recordando la escultura del siglo XII, concretamente en el lado de la Epístola, en el capitel del arco triunfal se aprecia la escena del enfrentamiento de dos jinetes, una alegoría a la guerra entre cristianos y musulmanes en la Reconquista. También destaca la tumba de don Diego Velasco (†1514), obispo de Ávila, con estatua yacente de piedra, que se halla en el fondo del lado derecho del transepto. El retablo contiene una tabla de la Virgen con el Niño.




Enfrente de la iglesia y cruzando la calle Rosario se situa el Colegio de Calatrava.
El Colegio de la Inmaculada Concepción, llamado corrientemente, Colegio de Calatrava es el único colegio fundado en Salamanca por las órdenes militares cuyo edificio todavía perdura; perteneció a la Orden de Calatrava.
Se fundó en 1552 pero la construcción del edificio no comenzó hasta 1717, por Joaquín de Churriguera quien dirigió las obras hasta su muerte en 1724. En 1750 las obras se reanudaron dirigidas por Jerónimo García de Quiñones. Este se vio obligado a eliminar los adornos barrocos del proyecto original por las ideas neoclasicistas imperantes en ese momento, en especial las que quiso imponer Francisco Ibáñez de Corbera, rector del colegio cuando se consagró en 1790. En la Guerra de la Independencia desaparecieron los lienzos de Goya que había en los retablos.
La fachada tiene dos cuerpos y está articulada por pilastras de orden gigante y rematada con una balaustrada. Los elementos decorativos que la adornan son en su mayoría de inspiración renacentista. Advertimos en la decoración elementos mixtilíneos propiamente barrocos en torno a la portada principal, en las puertas de las torres laterales y en las molduras que envuelven todos los ventanales de la fachada.
Hoy es sede de la Casa de la Iglesia, institución que acoge las dependencias de la Diócesis de Salamanca.



Seguimos caminando por la calle Escoto y nos encontramos con el Auditorio Calatrava.


Y llegamos al Paseo Canalejas, otra de las arterias principales de la ciudad y que bordea todo el casco antiguo de la ciudad. Caminando por el paseo vemos el edificio de la Facultad de Educacion y el Colegio Calasanz donde antiguamente se encontraba la iglesia de las Bernandas que se encuentra dentro del colegio.



Seguimos paseando por el Paseo de Canalejas hasta llegar al Paseo del Rector Esperabe donde se encuentra el Pozo de la Nieve, del siglo XVI, remodelado y abierto al público en 2017, junto con parte de lo que fue el convento de San Andrés (Salamanca).


Continuamos por el paseo y llegamos a la calle Arroyo de Santo Domingo donde se situa la iglesia del Carmen de Abajo, es el único resto que queda del Convento de San Andrés de Salamanca.
La primera construcción del convento data del siglo XV, pero fue destruido debido a la Riada de San Policarpo en el 1626. Del proyecto de la reconstrucción se ocuparon Fray Alonso de San José y Fray Diego de la Encarnación, logrando que al resultado final se le llamase el Escorial salmantino. Nuevamente el edificio fue gravemente dañado durante la Guerra de Independencia y las desamortizaciones, además en el interior un incendio destruyó la mayoría de los retablos. En la actualidad solo queda la Capilla realizada por Manuel de Lara Churriguera para la Orden Tercera del Carmen.
Tras estudiarse la cuestión y emitirse informes favorables por los principales arquitectos de la ciudad en 1744 se autorizó la construcción de la capilla al no afectar estructural ni estéticamente al edificio preexistente. Se presentaron cuatro proyectos, siendo elegido el de Francisco Álvarez, si bien por la desatención del arquitecto a la obra se entregó el proyecto a Manuel de Lara Churriguera, quien la finalizó en 1756. La iglesia presenta nave única con sencillo abovedamiento y coro a los pies. La fachada es sobria con frontón triangular, ventana alta para iluminar el coro y puerta adintelada con moldurón barroco en el que destaca el escudo de la orden sustentado por angelotes.
De la construcción del retablo interior se ocupó Andrés García de Quiñones, pero fue destruido durante la Guerra de la Independencia. Actualmente preside el altar mayor un interesante grupo escultórico de la Virgen entregando el escapulario a San Simón Stock, obra de Alejandro Carnicero en 1728. En el convento vivió San Juan de la Cruz cuya estancia es recordada en una placa de la fachada, colocada en 1991 año del cuarto centenario de la muerte del escritor. Actualmente la iglesia es sede de la Cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos.






Junto a la iglesia se situan los restos del antiguo Colegio Mayor de Santo Domingo, hoy es un edificio remodelado que alberga la coleccion de Venancio Blanco considerado como uno de los artistas mas versatiles del panorama actual. En los jardines del colegio mayor nos encontramos con una serie de esculturas en bronce de diferentes relieves y abstracciones. Ya en el interior del edificio y en varias salas de exposicion podemos ver parte de sus trabajos realizados en distintos materiales, como pinturas, madera, piedra, barro, cemento o incluso en carton.






Proseguimos nuestra ruta y a pocos metros de los edificios anteiormente descritos nos econtramos con las ruinas de la iglesia de San Polo.
La Iglesia de San Polo (arcaísmo de San Pablo) fue un templo religioso que en la actualidad se encuentra en ruinas. Estas ruinas actualmente conforman una plaza pública y están parcialmente integradas en un hotel (Hotel San Polo).
La iglesia se construye a comienzos del siglo XII, existiendo debate sobre las fechas exactas.​ No obstante se fija su construcción y dotación en las primeras décadas del siglo como parroquia de portogaleses.​ El uso abundante de ladrillo hace ver que quizás fuera construida la iglesia por una población de mozárabes,​ este material se emplea igualmente en la cercana Iglesia de Santiago del Arrabal. En el año 1529 la iglesia es ampliada por orden del arcediano Francisco Sánchez de Palenzuela y se incorpora una torre. En 1840 ante el estado ruinoso del edificio, la parroquia fue trasladada al Convento de San Esteban, que se encontraba vacío tras la supresión de las órdenes religiosas y la desamortización de Mendizábal. Cuando se restablecieron las órdenes religiosas hubo de abandonar el convento, trasladándose a la iglesia de los Trinitarios, que desde entonces es conocida como Iglesia de San Pablo.
La fecha de edificación de la iglesia da lugar a discusiones, no obstante el estilo arquitectónico es Románico-Mudéjar. ​La Iglesia originariamente poseía tres naves. La cabecera de la iglesia tenía tres capillas en su interior; la central, con ábside semicircular. En la actualidad, los restos que se conservan de la iglesia son mínimos. Los ábsides que todavía pueden verse pertenecen a la primera fábrica. En el siglo XIX en uno de los muros se encontraba una treintena estatuas de santos incorporadas sobre ménsulas góticas que finalmente se retiraron.



Enfrente de la iglesia se situa la Casa de los Niños del Coro.
La construcción de este edificio, situado en la calle San Pablo esquina Arroyo de Santo Domingo, data del siglo XV,  aunque su ocupación como casa de los niños del coro no ocurrió hasta el siglo XVIII.
Esta institución dependía de la Catedral de Salamanca cuya misión era educar musicalmente a niños para los cantos de misa y actos litúrgicos. En este colegio comenzó su aprendizaje musical Manuel José Doyagüe, compositor y maestro de capilla de la catedral. El uniforme de los alumnos consistía en un roquete blanco de mangas cortas, manto rojo y bonete español.


Y sin movernos del sitio y al otro lado de la calle enfrente de la iglesia de San Polo podemos contemplar lienzos de lo que antiguamente fue el recinto amurallado de la ciudad de Salamanca.
Las murallas de Salamanca son un conjunto defensivo de paramentos que defendieron antiguamente la ciudad. ​ La ciudad estuvo fortificada a lo largo de la historia en diversas ocasiones. En la actualidad existen muestras visibles de la muralla cercanos al huerto de Calixto y Melibea junto al río Tormes. Las murallas conforman dos recintos amurallados en la ciudad, el primero y más antiguo que posee su centro en la plaza de Azogue Viejo ubicada en las cercanías de la Catedral. El segundo que data del siglo XII que posee su centro en la Plaza Mayor. La vieja muralla se denominó cerca vieja. Las murallas han desaparecido progresivamente a lo largo del siglo XIX. En la actualidad existen muestras de la muralla en la parte de la ciudad que da al río.




Continuamos nuestra ruta caminando por la calle San Pablo hasta llegar a la Plaza del Concilio de Trento donde ponemos nuestro punto y final a nuestra ruta de tarde por la ciudad durante nuestro primer dia de estancia ya que se hizo de noche y los monumentos estaban cerrados pero aun asi pudimos captar fotografias de varios monumentos iluminados que seran foco de nuestra visita al dia siguiente como los Conventos de las Dueñas y de Santo Domingo.






RUTA DIURNA SEGUNDO DIA:

Comenzamos nuestra ruta diurna en nuestro segundo dia de estancia en Salamanca en la Gran Via, cruzamos la calle y ya en la Plaza de San Julian vemos el primero de los muchos monumentos que vamos a poder ver durante nuestro caminar, la Casa de las Viejas.
La Casa de las Viejas es un edificio construido en el siglo XVII como antiguo asilo para pobres, actualmente es sede de la Filmoteca Regional de Castilla y León. Exposición permanente de aparatos relacionados con el cine y su historia, propiedad del cineasta salmantino Basilio Martín Patino.


Continuamos por la calle Obispo Jarrin y a escasos 50 metros de la casa de las viejas se situa la iglesia de San Julian y Santa Basilisa.
La iglesia de San Julián y Santa Basilisa es una iglesia de origen románico y se construyó en 1107, sufriendo importantes reformas a finales del siglo XVI. De su primera etapa románica conserva la portada norte con arquivoltas esculpidas, canecillos y decoración animal, de remodelaciones posteriores procede la bóveda interior de estilo gótico. A los pies presenta torre cuya base es románica, la parte superior procede del siglo XVII.
Respecto a la decoración interior se reseña el retablo del siglo XV con la Virgen de los Remedios, San Julián y Santa Basilisa. También están representados en el interior San José y San Joaquín, junto a unos relieves de la Asunción de la Virgen, y Jesús entre los doctores en el templo y un cuadro de la Inmaculada obra de José Antolínez.
En el interior de la iglesia está enterrado Francisco Ramos del Manzano, rector que fue de la Universidad, y preceptor de Carlos II de España.
La iglesia es sede de la Congregación de Jesús Nazareno que participa en los desfiles de la Semana Santa salmantina.




Y llegamos de nuevo a la Plaza Mayor, como se puede cormprobar este lugar esta siempre en las anteriores rutas realizadas el dia anterior y es que  la plaza es el centro nuralgico del casco antiguo de Salamanca y desde este sitio y atravesando por uno de sus muchos arcos accedemos a la plaza del Poeta Iglesias y de ahi seguimos caminando por la Rua Mayor para coger la calle Felipe Espino donde nos encontramos con el edificio que hoy en dia alberga la sede de la Diputacion Provincial de Salamanca y que hace esquina con la calle San Pablo.
El edificio es el Palacio de la Salina, esta construido en estilo plateresco con elementos italianos, edificado en 1538. Cuenta con airosa fachada, patio con arcos, capiteles y ménsulas de gran interés.



El palacio fue hecho construir por Rodrigo de Messía Carrillo (o Mejía), casado con doña Mayor de Fonseca y Toledo, señores de La Guardia por lo cual también se le conoce como Palacio de don Rodrigo de Messía o de Fonseca. El primogénito del matrimonio, Gonzalo Messía Carrillo, heredó el 17 de agosto de 1549 la mayoría de los bienes familiares, pero la madre quiso legar a su segundo hijo, Juan Alonso de Fonseca, algunos bienes aportados por ella al matrimonio y, entre ellos, el palacio (y es muy posible que el hijo adoptase el apellido de la familia de su madre por esta razón). Por esta causa en la fachada aparece el escudo de los Fonseca y el palacio también es conocido como Palacio de Fonseca.​
Debe su nombre (La Salina) a haber sido sede del estanco de la sal (hasta 1870) y su disposición, abierta a la calle, demuestra que es un edificio construido desde sus inicios para ser público y no destinado a residencia, por lo que se puede afirmar que dicho Juan Alonso de Fonseca, era el concesionario del monopolio de la sal en la ciudad.



Seguimos por la calle San Pablo y llegamos a la Plaza de Colon, en este lugar nos encontramos con varios monumentos que os vamos a detallar.
El primero que vemos es el Palacio de Orellana, también conocido como Palacio del Marqués de la Conquista o del Marqués de Albaida, constituye un interesante ejemplo de arquitectura clasicista, con influencias manieristas. Fue edificado por el canónigo don Francisco Pereira de Anaya, en 1576.
Su fachada, con frente a la plaza de Colón, presenta dos cuerpos separados por simples cornisas, rematado en galería adintelada a base de pilares con zapatas, destacando la alternancia de frontones rectos y curvos que decoran los vanos del segundo piso. En uno de los extremos de la fachada se alza la torre, que repite en su remate la galería del cuerpo principal.
En su interior, el conjunto presenta un patio irregular con forma de L con dos galerías en cada lado, la inferior con arcos de medio punto y adintelada la superior, con óculos en las enjutas.
Uno de los elementos más originales y destacados del inmueble es la escalera de comunicación de la galería baja y alta; situada en uno de los extremos de la fachada y detrás de la torre. La caja, casi un cuadrado, se abre al patio mediante un amplísimo vano adintelado.
En el siglo XIX se amplió el palacio en el solar que dejó el derribo de la Iglesia de San Adrián.


Justo al lado del anterior palacio se encuentra la Torre de los Anaya.
La Torre de los Anaya (denominado Torre de Abrantes) es un edificio en forma de torre y se encuentra inserta en un palacio que habitaron las familias de Anaya y de Bazán. Durante el siglo XX ha tenido varios usos. Destaca la ventana geminada de la calle de Jesús que parece ser original del edificio (los escudos son los mismos que se pueden ver en el palacio de Orellana).
Al llegar el emperador Carlos I a España se inició la guerra de las Comunidades de Castilla mediante el levantamiento armado de los denominados comuneros, acaecido en la Corona de Castilla desde el año 1520 hasta 1522. Tras la victoria de Carlos I se produjo el desmochamiento de la torre con el objeto de evitar males mayores.
A mediados del siglo XX se rehabilitó la torre con un mirador ubicado en su extremo superior que más tarde fue retirado. En el año 1974 se decidió dar a la torre una cota mayor, se emplearon materiales modernos en las ampliaciones, esto provocó un rechazo que causó que en 1976 los nuevos materiales fueran reemplazados por piedra tal como se puede observar en la actualidad. Durante un periodo de finales del siglo XX se encontró ubicado el Instituto Interuniversitario de Estudios de Iberoamérica y Portugal, se instaló igualmente el Museo Oriental de Salamanca que finaliza su exposición en la primera década del siglo XXI para alojar el "Museo Internacional del Estudiante".


Al otro lado de la plaza y enfrente de la anterior torre que hemos descrito se situa la parroquia de San Pablo, esta es un templo barroco históricamente vinculado a la orden trinitaria.
Originalmente conocida como iglesia de La Santísima Trinidad, fue edificada en el siglo XVII siguiendo el estilo barroco, se consagró el 15 de julio de 1667. Formaba parte del convento de los Trinitarios Descalzos en la plaza de San Adrián (actual Plaza de Colón). Del convento sólo queda la fachada y en la actualidad alberga los Juzgados de Salamanca, anteriormente fue cuartel de la Guardia Civil tras la desamortización de Mendizábal.
Adquiere el nombre de San Pablo cuando se instala aquí la parroquia de ese nombre por haber quedado en ruinas su sede anterior en 1840. Dichas ruinas se conocen en la actualidad como iglesia de San Polo para evitar confusiones con el nombre. Esta parroquia también estuvo instalada en la Iglesia de San Esteban durante los cincuenta años que la desamortización causara que no hubiera dominicos en su convento.


De la Iglesia hay que destacar su fachada, con un relieve de la Trinidad, y la imagen de Jesús Rescatado que hay en su interior, siendo la sede canónica de la Congregación de Jesús Rescatado y Nuestra Señora de las Angustias, histórica hermandad de la Semana Santa salmantina.
Es templo parroquial diocesano, formando junto a Santo Tomás Cantuariense la "Parroquia de San Pablo y Santo Tomás Cantuariense", regida por la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos.







De la Iglesia hay que destacar su fachada, con un relieve de la Trinidad, y la imagen de Jesús Rescatado que hay en su interior, siendo la sede canónica de la Congregación de Jesús Rescatado y Nuestra Señora de las Angustias, histórica hermandad de la Semana Santa salmantina.
Es templo parroquial diocesano, formando junto a Santo Tomás Cantuariense la "Parroquia de San Pablo y Santo Tomás Cantuariense", regida por la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos.

Y por ultimo y en el otro extremo de la plaza se situa la Torre del Clavero.
Resto de la casa señorial del clavero de la Orden de Alcántara. Reúne el interés de la fortaleza militar y la belleza constructiva del siglo XV. La torre es de planta cuadrada con unos 28 metros de altura. A unos 20 metros la torre adquiere forma octogonal, adornado en cada lado con un tambor semicilindrico coronado por un escudo de armas.
La torre del Clavero es bella y airosa de líneas, con sus ochavas cargadas de garitas, sus irregulares huecos, su cornisa de arquillos y modillones y sus escudos de los Sotomayor y Anaya, plantean la duda de si se construyó por orden de don Francisco de Sotomayor, clavero de la Orden de Alcántara, en 1470, o de don Fray Diego de Anaya. 


Partimos de la plaza Colon y seguimos nuestra ruta caminando por la calle San Pablo para llegar a la Plaza del Concilio de Trento para visitar dos de los monumentos mas importantes de la ciudad como son el Convento de las Dueñas y la Iglesia y el Convento de San Esteban, estos dos monumentos los vimos el dia anterior de noche y por eso no pudimos visitarlos por dentro, cosa que hacemos hoy.
Empezamos visitando el convento de las Dueñas.
El salmantino convento de Santa María, más conocido por Las Dueñas, fue fundado en 1419 por Juana Rodríguez Maldonado, esposa de Fernando Alfonso de Olivera, en las casas donde habitaba, que había mandado construir su primer marido, Juan Sánchez de Sevilla, quien, desde 1390, desempeñó el oficio de contador mayor de Castilla. La intención de la fundadora fue la creación de un beaterio en el que pudieran retirarse nobles señoras, por lo que recibió del pueblo salmantino el sobrenombre de Convento de Las Dueñas.
Autorizada la donación a finales del año 1419, pronto fueron habitadas por religiosas dominicas las dependencias del palacio mudéjar de fines del siglo XIV, de las que se conservan algunos restos, como un arco de herradura apuntado en el claustro superior, en ladrillo, con alfiz y en las albanegas azulejos negros y verdes entre piezas blancas. El dormitorio del noviciado debió de ser la cámara principal de la casa, con planta cuadrada y pavimento de azulejo, con dos puertas de yesería.
En 1533 se construyó el templo y el claustro, construcciones que se superpusieron a lo ya edificado.





La iglesia es obra del fraile dominico fray Martín de Santiago, consta de una sola nave en estilo gótico cubierta por siete bóvedas de cruceria de terceletes, rematada en un ábside con retablo barroco.
En el exterior de la iglesia, de gran sobriedad, destaca la portada plateresca, con un primer orden apilastrado doble que apoya en ménsulas y encierra la puerta, en arco de medio punto. Entre las pilastras, ménsulas y doseletes para alojar estatuas. En el segundo cuerpo, ornamentadas columnas escoltan un nicho, donde se encuentran una imagen de la Virgen, además de las de san Francisco y Santo Domingo de Guzmán, atribuidas por algunos autores a Luis Salvador Carmona
Pero, indudablemente, el interés de todo el convento se centra en el magnífico claustro, edificado en 1533, que tuvo que adecuar su planta a la disposición de las primitivas dependencias, por lo que desarrolló una singular planta pentagonal irregular, del que el lado menor es de dos arcos, mientras que los otros alcanzan seis o siete arcos. Vinculado arquitectónicamente a la obra de Rodrigo Gil de Hontañón, consta de dos plantas. La inferior cuenta con arcos escarzanos sobre columnas y medallones con cabezas en las enjutas, y la superior es adintelada con columnas y zapatas. Los capiteles, de los que se desconoce el escultor, son de fantasía y variedad inagotables y en las enjutas fueron labrados monstruos y grutescos. Asimismo en el interior del convento se pueden visitar varias habitaciones donde se exponen varias colecciones de arte sacro.











Una vez fuera del convento nos disponemos a visitar el impresionamente conjunto monumental que conforman el Convento e Iglesia de San Esteban.
Los dominicos se instalaron en Salamanca entre 1255 y 1256. En el actual solar del convento, ocupado por la iglesia parroquial de San Esteban, levantaron el primitivo convento, luego destruido para construir el actual, en 1524 por iniciativa del cardenal fray Juan Álvarez de Toledo.
Su construcción se extendió hasta 1610, participando en ella Fray Martín de Santiago, Rodrigo Gil de Hontañón, Juan Ribero de Rada y Pedro Gutiérrez. No obstante, la planta y diseño son de Juan de Álava, quien comienza la obra en 1524, como demuestra el plano conservado de este mismo maestro. Rodrigo Gil de Hontañón se ocuparía del crucero con el cimborrio y de la cabecera. Aunque se le considera un excelente ejemplo del estilo plateresco, lo prolongado de sus fases constructivas explica la mezcla de estilos que van desde el gótico final hasta el barroco, estilo este poco apreciable en su arquitectura pero bien presente en el retablo mayor obra de José Benito de Churriguera.
Según la tradición, Colón se alojó en este convento (en realidad en el anterior, destruido para construir este) cuando fue a Salamanca para defender ante los geógrafos de la Universidad la posibilidad de llegar a las Indias navegando hacia Occidente.
Durante la Contrarreforma fue un importante centro donde se forjaron los padres dominicos que fundaron la Escuela de Salamanca, con Francisco de Vitoria a la cabeza, y se prestó ayuda a Santa Teresa de Jesús y a San Ignacio de Loyola.


La fachada está compuesta por la portada de la iglesia y el pórtico de acceso al convento que forma ángulo recto con ella.
La portada de la iglesia es uno de los más bellos ejemplos de plateresco. Está concebida como portada-retablo formando un arco de triunfo bajo cuya bóveda de medio cañón se despliega la abundante decoración característica del estilo. En su centro se representa el martirio de San Esteban y por encima un Calvario, relieves ambos ejecutados por Juan Antonio Ceroni a comienzos del siglo XVII.
El pórtico, compuesto por arcos de medio punto, está inspirado en las logias renacentistas italianas, contrastando su escueta ornamentación con la exuberancia decorativa de la fachada de la iglesia. Fue realizado por Juan Ribero de Rada entre 1590 y 1592, pero los medallones de las enjutas son obra del escultor Martín Rodríguez.



Accedemos al interior del convento por un gran pasillo que nos lleva al primer punto de visita como es el Claustro de Procesiones o de los Reyes,  es obra de Fray Martín de Santiago, religioso del convento y se inicio hacia 1533 y se concluyo en 1544. En la planta baja mezcla elementos góticos y renacentistas. Los arcos que lo separan del jardín son de medio punto, renacentistas, aunque tratados al estilo gótico ya que están divididos por tres maineles. Las bóvedas de sus cuatro crujías son de crucería, características del gótico. En el centro del jardín se levanta un templete. En la planta baja hay ademas varias puertas barrocas del siglo XVII asi como vestigios del antiguo claustro de los siglos XIII y XIV.








Caminando por el claustro nos encontramos con varias salas o habitaciones como el Salon de Profundis o Claustro de Colon, este es un salon construido a finales del siglo XV (hacia 1490) con donativos de los reyes catolicos, es un espacio ampli que present unos arcos en diafragma ademas de contener el escudos de los reyes catolicos.
El suelo esta empedrado con cantos rodados y tambien se encuentra dibujos en el suelo realizados con pezuñas de vacas. Al salon se le conoce como "De profundis..." porque en este lugar los frailes  antes de entrar al comedor recitaban por los difuntos un salmo que comienza con esas palabras en latin. Tambien se le conoce como el claustro de colon porque una tradicion dice que este se entrevisto en este lugar con Diego de Deza.



Lo siguiente que contemplamos durante el recorrido por el claustro es la sala del Capitulo Antiguo.
El «Capítulo antiguo», oscuro, modesto y austero, data del siglo XIV, con obras en los siglos siguientes. Una de sus partes es la capilla, en la parte más elevada y donde se enterraron los más destacados miembros del convento, como Francisco de Vitoria o Domingo de Soto. En la parte más baja se enterraban los demás religiosos y en los bancos adosados a sus paredes tomaban asiento los frailes en sus reuniones.



La siguiente sala que visitamos es el Capitulo Nuevo, más grande, monumental e iluminado que el antiguo, data del siglo XVII, pareciéndose en su traza a la Sacristía, a la que se accede a través del arranque de la Escalera de Soto.




La siguiente sala que visitamos es la Sacristia.
Construida en el siglo XVII bajo el mecenazgo de fray Pedro de Herrera Suárez, obispo de Tuy, por los arquitectos Alonso Sardiña y Juan Moreno. De gusto clásico, los muros están cubiertos por pilastras de orden corintio con frontones curvos y triangulares partidos rematados con pirámides. El friso está decorado con ménsulas y distintas alegorías.
El fundador construyó la sacristía para hacerla también lugar de su enterramiento. Así en una hornacina elevada en el lado izquierdo se encuentra su efigie orante en piedra policromada, obra de Antonio de Paz. Del mismo autor son las imágenes de la Asunción de la Virgen, San Pedro y San Pablo que se encuentran en el testero, presidido por un Cristo anterior conocido como Jesús de la Promesa.





En el mismo lugar por el que se accede a la sala de la sacristia se encuentra la Escalera de Soto, esta se construyó entre 1553 y 1556. Su nombre se debe al mecenazgo de Fray Domingo de Soto, catedrático de la Universidad (pertenece a la Escuela de Salamanca) y confesor del emperador Carlos V. El autor fue el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón, que utilizó una técnica nueva y revolucionaria, puesto que solamente se apoya en los muros, en voladizo, sin otros soportes, creando un espacio bastante diáfano que parece sostenerse milagrosamente, y que permite el tránsito desde la parte baja del claustro a la parte alta. Su decoración la constituyen casetones floreados y un relieve policromado en su tramo superior en el que aparece María Magdalena.









Subiendo por las escaleras accedemos al Claustro Alto, en la planta alta la cubierta es un sencillo artesonado de madera, abriéndose las galerías mediante cuarenta arcos de medio punto, que descansan sobre pilastras cuyos capiteles están decorados con grutescos y otros motivos.



Desde el claustro alto se accede por una sala a la zona del coro, donde podemos contemplar una panoramica impresionante del interior de la iglesia del convento.



De nuevo bajamos del claustro por las escaleras antes subidas y en la misma sala por donde se entraba a la sacristia se encuentra la entrada en forma de recodo al interior de la iglesia del convento.
Su construcción la comenzó el arquitecto Juan de Álava en 1524 y fue seguida por Fray Martín de Santiago a quien sucedió Rodrigo Gil de Hontañón, siendo consagrada en 1610.
Tiene planta de cruz latina y una sola nave, con el coro elevado sobre un arco escarzano a los pies de la iglesia. Los estilos presentes son el gótico tardío desde el crucero a los pies, y el renacentista que abarca el crucero, el cimborrio y el presbiterio. Mide 14,50 m de anchura, 27 m de altura en la nave y 44 m en el cimborrio. En el coro destacan la pintura del Triunfo de la Iglesia, de Antonio Palomino, y una Virgen con el Niño, de Rubens.



Del interior de la iglesia cabe destacar el impresionante Retablo Mayor obra de José Benito de Churriguera, que remata la cabecera de la iglesia. Seis grandes columnas salomónicas, recubiertas de decoración vegetal, recorren el primer cuerpo, en cuyo centro se halla el tabernáculo central concebido como un templete, flanqueado por un par de columnas a cada lado; entre estas y las de los dos de los extremos se encuentran dos hornacinas que dan cobijo a las esculturas de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís, atribuidas al autor del retablo.
El segundo cuerpo tiene como centro y remate una pintura de Claudio Coello cuyo tema es el martirio de San Esteban.
Todo está dorado y recubierto de profusa decoración, dando lugar a uno de los más monumentales retablos barrocos típicamente españoles.



Tambien el Sepulcro del III Duque de Alba.
Fernando Álvarez de Toledo murió en Tomar, localidad próxima a Lisboa, el 11 de diciembre de 1582, a la edad de setenta y cuatro años.
Sus restos fueron trasladados inicialmente a Alba de Tormes, donde fue enterrado en el convento de San Leonardo. En 1619 fueron trasladados al convento de San Esteban, en donde desde 1983 reposan en una capilla del convento que contiene un mausoleo proyectado por Chueca Goitia y que fue costeado por la Diputación Provincial de Salamanca.


Y ya por ultimo varias de las tallas de imagineria que se procesionan en la semana santa salmantina.



Una vez fura del convento y ya en la plaza del concilio de trento, nos dirigimos por la Cuesta Carvajal para visitar la Cueva de Salamanca.
Es donde se dice que el diablo enseñaba magia negra. Por ello, en una parte de América española, una salamanca es una cueva de brujas. La que hoy se conoce como Cueva de Salamanca, es en realidad parte de la sacristía de la desaparecida Iglesia de San Cebrián. Aquí, según cuenta la leyenda, Satanás disfrazado de sacristán impartía clases de ciencias ocultas a siete alumnos durante siete años, al final de los cuales uno de ellos debería quedar a su servicio, siendo el más conocido de ellos el marqués de Villena. Según cuenta la leyenda, el marqués de Villena quedó atrapado en la cueva como discípulo de Lucifer, pero consiguió escapar al esconderse en una tinaja. Al llegar el diablo y descubrir que su discípulo no se encontraba en su cueva salió a buscarlo dejando la puerta abierta. En ese momento el Marqués aprovechó para salir de su escondite y refugiarse en la iglesia de San Cebrián hasta la celebración de la Eucaristía, donde se mezcló con los fieles. Se le supone uno de los principales accesos a los subsuelos salmantinos.





En el interior del lugar podemos observar parte del lienzo de la muralla medieval y la Torre del Marques de Villena, datada del siglo XV se le da ese nombre por estar situada junto a la Cueva de Salamanca, lugar donde se producían los encuentros de éste con el Diablo.
Además está ubicada sobre la Cerca Vieja, como se llama a los restos de la antigua muralla medieval de la ciudad.
Aunque en su interior no queda nada, se ha construido una estructura metálica para subir hasta lo más alto, desde donde hay unas fantásticas vistas. Esta torre es lo que queda del antiguo Palacio Mayorazgo de los Albendea.






Una vez fuera de la cueva y ascendido por la cuesta llegamos a la plaza de Carvajal donde se encuentra el Seminario o Colegio de Carvajal, este fue fundado en el año 1662 como seminario para huérfanos pobres de solemnidad por el catedrático y regidor de Salamanca don Antonio de Vargas y Carvajal, sufrió un incendio el 7 de diciembre de 1791, siendo reconstruido el año posterior.
Esta misma suerte corrió muchos años después, ya en el año 2000 --se cree que los incendios fueron provocados--, pero esta vez no fue restaurado y se ha quedado inservible y del que solamente quda visible su fachada.



Partimos de la plaza por la calle Doyagüe hasta llegar a la Plaza de los Leones y de ahi a la calle Arcediano para visitar el Huerto de Calixto y Melibea.
Es un jardín de 2.500 metros cuadrados ubicado en el casco antiguo de la ciudad de Salamanca. Se denomina así por ser el escenario que eligió Fernando de Rojas para recrear la novela Tragicomedia de Calisto y Melibea (publicada en el año 1502).​ Se encuentra ubicado en la ladera de la antigua muralla salmantina a los pies del río Tormes. En la actualidad es un parque visitable de carácter romántico por la historia de amor de los personajes enamorados de la obra de Fernándo de Rojas: Calixto y Melibea. Fue inaugurado el 12 de junio de 1981.
Es un jardín cuidado que posee diversas variedades arbóreas, arbustivas y florales. Al huerto se añade el denominado jardín del Visir. Cuando se inauguró el jardín en 1981 se produjo el hermanamiento de la ciudad con Coimbra tal y como se refleja en una placa conmemorativa ubicada en las paredes del jardín.









Una vez fuera del jardin y subiendo por la calle Arcediano llegamos a la calle Patio Chico donde podemos empezar a visuar parte de la catedral de la ciudad, en concreto una de las puertas traseras de la catedral nueva y el abside de la catedral vieja.



Desde aqui nos dirigimos por la calle Gibraltar donde se encuentra el edificio que alberga el Archivo General de la Guerra Civil Española.
Creado en 1855 por el presbítero salmantino José Serra Vidal, para becar 10 colegiales, ocupó en 1904 un edificio construido en 1715 por el Cabildo Salmantino para hospicio de niños expósitos, obra de Joaquín Churriguera, y que actualmente alberga una sección del Archivo Histórico Nacional.
Acoge documentos y objetos incautados por las tropas franquistas y sus aliados durante y al terminar la Guerra Civil Española. Si bien a lo largo de toda la posguerra su objetivo básico era preservar la información relacionada con organizaciones e individuos potencialmente opositores al régimen franquista y, por consiguiente, utilizar esta información con fines represores, desde el regreso de la democracia este edificio se convertiría en uno de los archivos más importantes que existían en España para investigar el período histórico de la Segunda República. Muchos de los documentos y objetos que todavía permanecen en el archivo están relacionados con la masonería, entre ellos diversos muebles con los que se ha reconstruido una logia masónica. Del interior del edificio no disponemos de fotografias ya que estan prohibidas las mismas.


Desde este punto y ascendiendo por la calle Tentenecio llegamos a la Plaza Juan XXIII donde nos encontramos con El Palacio Episcopal de Salamanca que fue la residencia de los obispos de Salamanca, hasta el año 1964, y en la actualidad alberga el Museo de Historia de Salamanca.
El palacio se alza en el mismo terreno en el que estuvo el primitivo Palacio Episcopal de Salamanca, que fue derribado en el siglo XIX debido al mal estado en que se hallaba. El actual palacio fue proyectado en 1886 por el arquitecto José Secall y Asión, aunque las obras no finalizaron hasta 1889 y el palacio no pudo ser inaugurado hasta 1890.
Todo el palacio es un edificio ecléctico de clara inspiración clasicista, y la fachada principal, que tiene forma de U, está adornada con pilastras y frontones curvos y triangulares. Y en el ático de la fachada principal sobresalen los óculos adornados con claves molduradas y guirnaldas que están rodeados por estípites «con cajeado».
Entre los fondos que acoge este museo, que está emplazado en el interior del antiguo Palacio Episcopal salmantino, destacan algunas maquetas, como la de madera de cedro del Ayuntamiento de Salamanca que fue realizada por Andrés García de Quiñones, y algunos objetos personales del duque de Wellington y del músico salmantino Tomás Bretón.


Desde aqui seguimos por la calle Calderon de la Barca hacia la calle Libreros para llegar al punto neuralgico de la vida universitaria de la ciudad como es el patio de las escuelas donde se encuentran varios de los edificios mas representativos de la Universidad.


El primer edificio que vemos es el Hospital del Estudio.
El Hospital del Estudio de la Universidad de Salamanca, es un antiguo hospital que funcionó desde su creación en 1413 hasta el año 1810. Su fachada da al Patio de Escuelas, en su lienzo sur, hasta lindar con la entrada al edificio de las Escuelas Menores, y la calle de Libreros.
Actualmente alberga el Rectorado de la Universidad de Salamanca.
La fachada es sencilla, con una portada, un portalón y varias ventanas. La portada es plateresca y tiene un gran arco de medio punto que alberga dos puertas con arcos carpaneles con la figura de Santo Tomás en el tímpano. En la parte superior hay tres escudos: el de Castilla y León en el centro y a los lados los de cada uno de los reinos. Por la forma que tiene, la columna que sujeta los arcos parece reaprovechada de otro lugar, y es de suponer que la original, en piedra franca de Villamayor y de un estilo más parecido al gótico, sufrió daños que hicieron necesario el cambio. Corona la fachada una crestería que, por su mal estado, fue muy rehecha, hacia 1950, para las celebraciones del VII centenario de la Universidad.


Al lado de este se situa el edificio de las Escuelas Menores, es el edificio que albergaba las enseñanzas menores (título de Bachiller) de los estudios universitarios.
La construcción de este edificio comenzó en 1428. La fachada es muy estrecha y se encuentra en una esquina del Patio de Escuelas, a continuación de la fachada del Hospital del Estudio. La entrada está compuesta por dos arcos de medio punto que descansan sobre una columna de capitel corintio. En su parte superior, está el escudo imperial de Carlos I. El edificio se organiza en torno a un patio de una sola planta, cuyos arcos mixtilíneos recuerdan los de la Casa de las Conchas; sobre ellos hay hoy una balaustrada barroca.
En una de las aulas del patio se conserva actualmente el llamado "Cielo de Salamanca", que es una tercera parte de una extraordinaria pintura mural atribuida a Fernando Gallego que alude a temas astronómicos y astrológicos. Es de finales del siglo XV y estaba originalmente situada en la bóveda de la antigua biblioteca (donde hoy está la capilla) del edificio de Escuelas Mayores, bóveda que se hundió en parte y el tercio restante fue tapado por la de la nueva capilla, y trasladada aquí tras su descubrimiento al hacer obras a mediados del siglo XX.
Actualmente se utiliza para dependencias de la Universidad de Salamanca.





En el patio nos encontramos con la fachada lateral de la Casa de los Gatos. 
El patio de las escuelas es el nombre de la plazoleta que se abre delante de la fachada plateresca del edificio de las Escuelas Mayores de la Universidad en Salamanca.
La plaza se construyó entre 1609 y 1611, según autorización real de Felipe III y de acuerdo con el proyecto presentado por Juan Gallo de Andrada, permitiendo una mejor visión de los monumentos.
Es una plaza cuadrangular donde se abren las fachadas de los Edificios históricos de la Universidad: el de Escuelas Mayores, el de Escuelas Menores y el Hospital del Estudio. Otros edificios de la plaza son la Casa de los Doctores de la Reina (que alberga el Museo de Salamanca) y la Casa de los Gatos.
En su centro hay una estatua de Fray Luis de León, obra de Nicasio Sevilla, erigida en 1869 por suscripción popular.
En las paredes de este patio todavía pueden verse las pintadas que, con un Víctor encarnado, celebraban el doctorado de los estudiantes.


Y por ultimo el edificio que alberga las Escuelas Mayores.
El edificio de las Escuelas Mayores es el principal de la Universidad de Salamanca, se empieza a construir por orden del Papa Luna en las primeras Constituciones del año 1411 y no se terminaría hasta 1533.
Está construido alrededor de un claustro central con galerías al que se abren el Paraninfo antiguo, la Biblioteca y una interesante Capilla, dedicada a San Jerónimo. La fachada plateresca, muy posterior, que se abre al Patio de Escuelas, es quizá la enseña más conocida de la Universidad., en ella se encuentra uno de los simbolos mas emblematicos de la ciudad como es la famosa rana.



Desde aqui volvemos a irnos por la calle Libreros y la calle Calderon de la Barca hasta llegar a la Plaza Anaya donde se encuentra la entrada principal de uno de los monumentos mas emblematicos de la ciudad como es la Catedral.


La Catedral de la Asunción de la Virgen, llamada popularmente Catedral Nueva, es una de las dos catedrales de la ciudad junto a la Catedral Vieja. Es la sede de la diócesis de Salamanca. Fue construida entre los siglos XVI y XVIII mezclando los estilos gótico tardío, renacentista y barroco. Es la segunda mayor catedral de España en dimensiones y su campanario, con 93 metros de altura, también es de los más altos de España.
La catedral es, junto a la de Segovia, una de las dos últimas catedrales de estilo gótico que se construyen en España. La nueva catedral se construyó, continuando con el gótico tardío de sus orígenes, entre los siglos XVI y XVIII, aunque a finales del XVI se cambiara la cabecera con girola gótica por una plana y durante el XVIII se añadieran dos elementos que rompían de forma llamativa con el estilo predominante del templo: una cúpula barroca sobre el crucero y los cuerpos superiores de la torre campanario. Esta torre campanario mide 93 metros de altura.​
La planta y alzado del edificio mantienen una uniformidad gótica y la presencia exterior de arbotantes y contrafuertes, así como el alzado interior de las naves lo atestiguan.
El interior de la catedral es muy semejante al de la catedral de Sevilla. Sin embargo, a pesar de que las naves laterales no están a la misma altura que la central, siguiendo el esquema «ad triangulum» típico del gótico, la iglesia da impresión de gran amplitud y luminosidad por la compensación en altura y la consecución del espacio interior. El triforio, típico de las construcciones desde el tardorrománico, se sustituye por dos tribunas corridas en todo el perímetro de la catedral y a dos alturas, lo que permite elevar aún más las naves laterales. Los pilares recogen el peso de las bóvedas donde cada uno de los nervios de las mismas descienden hasta el suelo por el pilar en una delgada columnilla que le ayuda a descargar el peso. Las bóvedas tienen todo tipo de combinaciones de nervios, combados y terceletes, que las hacen muy atractivas por su variedad y complejidad de obra.

La Catedral Nueva tiene una planta con tres naves y dos más de capillas-hornacina, que se terminaron en 1520 por Juan Gil de Hontañón las de la izquierda y Juan de Álava las de la derecha. En 1538 Rodrigo Gil de Hontañón se convierte en el maestro de obras de la catedral, tras la muerte de su padre Juan Gil de Hontañón. En principio se proyectó una girola para la cabecera y ábsides poligonales, pero el retraso en la obra hizo cambiar el criterio por el de una cabecera plana, decisión tomada en el año 1584 por el entonces maestro mayor Juan Ribero de Rada, siguiendo el modelo de cabecera diseñado por Juan de Herrera en la Catedral de Valladolid. En 1588 se llama al maestro cántabro Juan de Nates para la continuación de las obras.
El cimborrio original fue levantado por Joaquín Churriguera cuando se retomaron las obras, tras estar paradas durante casi todo el siglo XVII, por falta de presupuesto. Se terminó en el año 1725 y parece que era semejante al de la catedral de Burgos, con nervaduras y decoración barroca. El terremoto de Lisboa del año 1755 cuarteó la cúpula central siendo sustituida por otra neoclásica realizada por el arquitecto Juan de Sagarvinaga, que es la que puede contemplarse actualmente.




 Una vez dentro de la catedral el primer punto de visita son los Sepulcros de la Puerta de Ramos.



A continuacion la Capilla de Santiago y Santa Teresa, el retablo está dedicado a los dos copatronos de España, obra de Antonio González Ramiro en 1628 con esculturas de Antonio de Paz. La capilla también contiene los sepulcros de dos de los obispos más influyentes de la ciudad en los últimos tiempos: el de Tomás de Cámara y Castro, muerto en 1904, y el de Francisco Frutos Valiente, fallecido en 1933.


Seguimos con la Capilla de la Virgen de la Verdad, fundada por el obispo Antonio Corrionero, destacan los sepulcros obra de Antonio de Paz. Toma su nombre de un litigio entre un cristiano y un judío en el que atestiguó la imagen de la Virgen, del s. XII retallada y policromada en el barroco, con un ligero movimiento de cabeza.


Desde este punto podemos ir observando la inmensidad y grandeza de la catedral.



A continuacion vemos la Capilla de San Antonio de Padua, esta presenta un retablo e imagen titular obra de artistas locales en el s. XVIII, con un lienzo de la Magdalena copia del original de Alessandro Allori, situado en el ático. Destaca un lienzo del martirio del Bautista firmado en 1621 por Santiago Jerónimo Espinosa.


Y llegamos al Brazo Norte del Cruzero de la Catedral, donde se encuentra el Altar del Cristo de la Agonia Redentora.
La imagen es una de las más espectaculares y bellas de toda la Catedral Nueva. Se trata de una obra anónima del siglo XV, es un Cristo Crucificado con tres clavos. Su policromía revela un gran realismo en el tratamiento del cuerpo y los detalles de las venas que se aprecian en él. Se encuentra muerto, con los ojos abiertos y la boca entreabierta. Tiene pelo natural, lo cual añade verismo a la figura. Desfila en la Semana Santa salmantina con la Real Cofradía Penitencial del Stmo. Cristo Yacente de la Misericordia y de la Agonía Redentora el Jueves Santo a partir de las doce de la noche. A los pies de la Cruz aparecen huesos y un cráneo que, según la tradición, representa a Adán.
Frente a este altar está enterrado Francisco de Bobadilla, obispo que puso la primera piedra de la catedral.




Proseguimos nuestra visita con el siguiente punto como es la Capilla de la Virgen de la Cabeza, en el interior destaca una Virgen gótica sedente con el Niño en brazos. También custodia el grupo de "la Borriquilla", que desfila el Domingo de Ramos con la Hermandad de Jesús Amigo de los Niños.


Lo siguiente que vemos es la Capilla de Nuestra Señora de Lourdes, el interior de la misma contiene imágenes de Padres de la Iglesia provenientes del antiguo tabernáculo del altar mayor y una imagen de la titular de la capilla.


Proseguimos con la Capilla de la Virgen del Pilar, el interior alberga un cuadro dieciochesco representando la Venida de la Virgen a Zaragoza y una escultura gótica de la Virgen del Pilar.


El siguiente punto de visita es la Capilla de la Soledad, el interior alberga un retablo barroco, obra de Joaquín Churriguera, alberga la talla de Ntra. Sra. de la Soledad. Se trata de una imagen de vestir, debida a Mariano Benlliure (1941), titular de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad y que procesiona por las calles durante la Semana Santa salmantina.



La siguiente parada la hacemos para ver la Capilla del Santo Cristo de las Batallas, esta capilla alberga la imagen románica del Cristo, de color negro y con cuatro clavos, que debe fecharse en la primera mitad del siglo XII. Según la tradición la imagen la llevaba el Obispo Jerónimo, primer obispo salmantino tras la repoblación de la ciudad, cuando acompañaba a El Cid en sus batallas contra los musulmanes. El retablo que acoge el Cristo es una obra de la primera mitad del siglo XVIII realizado por Alberto de Churriguera y donado por el obispo Sancho Granado en 1734. También se encuentran en la capilla una urna con los restos del Obispo Jerónimo y una imagen de la Virgen del Carmen obra de Antonio de Paz.



Lo siguiente que vemos es la Capilla de San Jose, esta presenta un retablo barroco de rocalla que recuerda el estilo portugués, con una buena imagen de San José con el Niño y pinturas de San Juan, la Magdalena y Santiago Matamoros.


A continuacion la Capilla de la Piedad, esta está situada bajo el arranque de una de las torres proyectadas para la cabecera, accediendo desde el deambulatorio a través de la Capilla de San José. El retablo, de estilo neoclásico y proyectado por Juan de Sagarvinaga, está coronado por una imagen del Dios Padre y angelotes que podrían ser de Carmona.
En la hornacina recibe culto una imagen de la Piedad de Luis Salvador Carmona de 1760, imagen de finales del Barroco. Su policromía y la serenidad del rostro de la Virgen anuncia la llegada del Neoclasicismo, mientras que la anatomía del Cristo desnudo es heredera del Barroco. Desfila en Semana Santa con la Hermandad Dominicana del Stmo. Cristo de la Buena Muerte.


Lo siguiente que vemos es la Capilla de Jesus Nazareno, en ella se muestra varias pinturas italianas. En el retablo destaca el lienzo de Cristo y la Verónica, obra de Carlo Maratta, y la pintura ovalada de la Magdalena penitente, de Romanelli. En los arcosolios del fondo hay dos cuadros napolitanos con la Matanza de los inocentes y la Expulsión de los mercaderes del Templo atribuidos a Micco Spadaro.


Y llegamos a la parte central de la catedral donde podemos visuar en el centro de la misma la Cupula y la Capilla Mayor,
La Capilla Mayor presenta planta rectangular, cubierta por bóveda estrellada con idéntico dibujo que el resto de las de la nave central pero con la peculiaridad de que está angrelada y policromada.
La Capilla carece de retablo, al desmontarse en 1743 el realizado por Alberto Churriguera, concluido solo 11 años antes. Se proyectó sustituirlo por un tabernáculo en mármol proyectado por Ventura Rodríguez que iría situado en el crucero bajo la cúpula. El proyecto no pudo realizarse por su elevado coste. El Museo Catedralicio conserva la maqueta del mismo.
Sobre el muro de sillería hay un dosel y caída de terciopelo carmesí sobre el que aparece una imagen de la Virgen de la Asunción de Esteban de Rueda de 1624, policromada por Antonio González. Los ángeles que la acompañan son obra de Francisco Sánchez.
Sobre el entablamento que corona los muros del presbiterio aparecen la imagen de la Religión, ángeles y Padres de la Iglesia procedentes del desaparecido retablo.
Destaca el tabernáculo de mármol y jaspes de Simón Gavilán (1750) y las urnas de plata con los restos de San Juan de Sahagún y Santo Tomás de Villanueva.




Enfrente de la Capilla Mayor se situa el Coro, este fue construido entre 1730 y 1740 por Joaquín Churriguera. La sillería, en dos cuerpos, alto y bajo, es obra de varios artistas. La reja que cierra el coro y la que cierra la Capilla Mayor, son obra de Duperier.





La Catedral Nueva de Salamanca cuenta con dos órganos:
  • El Órgano de la Epístola, de estilo Renacentista. Construido en el siglo XVI.
  • El Órgano del Evangelio, de estilo Barroco. Construido en 1744 por el Maestro Pedro Echaverría. Fue modificado en el siglo XIX, cambiando su fábrica original. Hacia 1950 se quiso afinar el órgano. Fue llamado un especialista belga, el cual se quedó asombrado al saber que llevaba casi un siglo sin afinación, dado su perfecto estado gracias al clima seco de la zona. En 1992, con la ayuda de la monarquía nipona, y por sugerencia del maestro japonés Tsuji el órgano fue restaurado, volviendo a adquirir su carácter primitivo e instalándose un sistema eléctrico para las bombas de aire.

Proseguimos la visita a la catedral viendo la Capilla de San Bartolome, anteriormente era esta capilla la que comunicaba las dos Catedrales.
En el ático del retablo se muestra una pintura de la Virgen con el Niño y San Juanito de Luis de Morales, al parecer procedente de la iglesia de San Felices de los Gallegos. Al mismo autor se le atribuye una pintura del Ecce Homo que se encuentra en la capilla. Inicialmente el retablo estaba dedicado a San Juan Bautista, posteriormente se sustituyó su imagen por otra de San Bartolomé. Las imágenes de San Gregorio Ostiense y San Agustín son obra de Antonio de Paz.
También se custodia en esta capilla la imagen del Cristo Yacente de la Misericordia, obra de Enrique Orejudo en 1991, que desfila en Semana Santa con la Real Cofradía Penitencial del Stmo. Cristo Yacente de la Misericordia y de la Agonía Redentora.


Lo siguiente que vemos es la Capilla del Presidente, esta tiene ese nombre al haber sido dotada en 1577 por don Francisco Fernández de Liébana, Presidente de la Real Chancillería de Valladolid. En el retablo destacan una copia del Entierro de Cristo de Tiziano, cuyo original se encuentra en el Museo del Prado, y la Aparición de Cristo Resucitado a su Madre, pareciendo ambas ser obra de Fernández Navarrete, el Mudo. También se encuentran en la capilla la Virgen de Belén, atribuida a "La Roldana", y un busto de Ecce Homo obra de Pedro Hernández del s. XVII, procedente de la desaparecida iglesia de San Adrián.


L a siguiente capilla que vemos es la Capilla Dorada o de Todos los Santos, esta se mandó construir en el año 1515 por el arcediano de Alba de Tormes, Francisco Sánchez de Palenzuela. La arquitectura de la misma corresponde a Juan de Álava. Cuenta con varias arquerías que albergan diferentes sepulcros, entre ellos los del fundador de la capilla. Todos los muros están decorados con unas 110 estatuas donde destaca su color dorado, de ahí el nombre de la capilla. Existen esculturas de personajes del Antiguo y del Nuevo Testamento, incluyendo Apóstoles, Santos, sibilas, profetas, etc. Las esculturas se apoyan en diferentes repisas policromadas y doradas. Bastante curiosas son las imágenes de Adán y Eva, que coinciden con las imágenes de Apolo y Venus que aparecen en la Fachada de la Universidad de Salamanca. La imagen de la muerte aparece de forma tétrica metida en un nicho y con un sapo entre sus piernas. El sapo, representación del pecado de lujuria, también aparecía decorando la fachada de la Universidad Salmantina. Un magnífico Calvario preside el retablo de la Capilla, colocado sobre un fondo pictórico obra de Adiosdado de Olivares. Bajo el mismo, se encuentra un altar decorado con azulejería de Talavera.




Seguimos visitando la catedral y nuestro siguiente punto de parada es para contemplar el Trascoro, este con estructura de retablo columnado, se encuentra decorado con talla menuda. En él se colocaron la imagen de Santa María de los Perdones en el centro, realizada a mediados del XVI, y las de Santa Ana y San Juan Bautista, obras de Juan de Juni, en los laterales.


Y por ultimo visitamos la Capilla de San Lorenzo, esta fue fundada por Lorenzo Sánchez de Acebes y presenta un retablo con relieve del martirio del santo, atribuido a Antonio de Paz. Desde esta capilla se accede actualmente a la Catedral Vieja.



La Catedral de Santa María, conocida como Catedral Vieja, es una de las dos catedrales que hay en Salamanca. Fundada por el obispo Jerónimo de Perigord, se empezó a construir en el primer tercio del siglo XII y se terminó a finales del siglo XIV, en estilo románico y gótico. Se terminó gracias al impulso que dio a las obras el obispo Alfonso Barasaque. Está dedicada a Santa María de la Sede.
Se comenzó a construir a poco de restaurarse la diócesis de Salamanca, tras la reconquista, por iniciativa de su primer obispo, Jerónimo de Perigord (m. en 1120), en el momento en que el románico estaba dejando paso al gótico, algo que es apreciable en la diferencia existente entre los pilares y los arranques de las bóvedas de crucería, ya que no existe continuidad constructiva entre ellos, al ser ideados los primeros para soportar una bóveda de cañón. Se terminó en 1236.
Estuvo a punto de ser destruida ya que al proyectar la Catedral Nueva se pensó en derribarla, pero el tiempo que transcurre desde el comienzo de las obras de la Catedral Nueva (en torno a 1520) y la tardía fecha de conclusión (hacia 1733), así como la necesidad de un espacio donde celebrar el culto mientras se terminaba la construcción, hace que la decisión inicial de derruirla fuera abandonada. En planta, la nave izquierda aparece más estrecha y le falta parte del brazo del crucero, a consecuencia de la construcción de la Catedral Nueva.
Se trata de un edificio de planta basilical, en cruz latina y tres naves, crucero marcado y cabecera formada por tres ábsides semicirculares, que muestran ventanas con arcos de medio punto al exterior. Dado el carácter fronterizo de Salamanca, fue proyectada también como fortaleza, cualidad ahora no tan visible, puesto que han desaparecido las almenas de la Torre Mocha y la cubierta de la nave, antes en terraza transitable, se ha cambiado por otra de teja árabe. Por esta razón se la conoció popularmente como fortis salmantina.


 
Las obras comenzaron a realizarse por el ábside, por eso esta sería la parte más antigua, pudiéndose contemplar el cambio de estilo en las bóvedas que cubren las naves, ya que estaban proyectadas bóvedas de arista y se sustituyeron por bóvedas de crucería.
El elemento que más destaca es el considerable cimborrio que se eleva sobre el crucero apoyado en cuatro impresionantes pechinas; la fecha de construcción debe situarse en torno al año 1150. Al interior tiene forma de naranja abierta con ocho gajos, al exterior en cambio tiene forma casi cónica con decoración de escamas, se conoce popularmente como la "Torre del Gallo", ya que este animal aparece en la veleta que la corona. Se apoya en un tambor con dieciséis columnas en el interior, aligerado por 32 ventanas, 16 nervios se cruzan encontrándose en la parte central del cimborrio. El modelo de la cúpula está en la Catedral de Zamora que fue la primera de este grupo. Los conocidos como Grupo de cimborrios del Duero (los de las catedrales de Zamora, Plasencia y la propia Catedral Vieja de Salamanca junto con el de la Colegiata de Toro), presentan una estructura similar con dos cúpulas distintas, una al interior y otra al exterior, entre ellas habría un relleno de grava y tierra, pero se apoyan una en la otra. La decoración exterior de forma escamada es muy curiosa y difícil de rastrear en la Historia del Arte, existen decoraciones similares en Iglesias de Turquía, aunque también aparecen en la decoración de las torres de la Iglesia de Santa María la Grande de Poitiers, influencia mucho más probable que la turca, si se tiene en cuenta que la repoblación de la ciudad se hizo con gente proveniente de Francia.



En el siglo XIX ante el peligro de hundimiento fue desmontada completamente y profundamente alterada hasta el punto de cambiar capiteles de gusto gótico, como correspondía a lo avanzado de su edificación por otros neorrománicos.
Poco queda de la fachada original, tapada por otra del siglo XVIII . Está flanqueada por dos torres; la de la izquierda quedó debajo de la torre de la Catedral Nueva, y a la de la derecha, que no llegó a terminarse, se le dio el nombre de Torre Mocha, y puede verse todavía. La nueva portada, a poco de construida, quedó tapada parcialmente, en su parte izquierda, por el talud de piedra que hubo que hacer para reforzar la torre de las campanas, tras el terremoto de Lisboa.
Otros atractivos con los que cuenta el templo son, el retablo principal del siglo XV, atribuido a Nicolás Florentino (1430) y el fresco superior, que representa el Juicio Final, y que es, con seguridad, de Nicolás Florentino (1445). A los pies, bajo la Torre de las campanas, está la capilla de San Martín o del aceite. Esta última fue pintada por Antón Sánchez de Segovia en 1262, pinturas consideradas como las más antiguas de Europa con firma. En el claustro hay unos frescos de los siglos XIII-XIV que decoran los sepulcros y se abre una serie de capillas, entre las que se cuentan la de Talavera, la de Santa Bárbara, con el sepulcro del obispo Juan Lucero, en la que se realizaban los exámenes de grado de la Universidad, la de Santa Catalina y la de San Bartolomé o de Anaya.



Lo primero que visitamos dentro de la catedral vieja es la Capilla de San Martin o del Aceite.
Está situada bajo la llamada Torre de las Campanas, sobre la que se edificó la actual torre de la Catedral Nueva. El nombre del Santo parece que no pudo ponerse como titular de la Catedral porque estaba dedicada a la Virgen María, por eso un Santo tan francés como Martín, quedó relegado a una pequeña capilla situada a los pies de la Catedral, alojada en el hueco de la torre de campanas. El nombre del Santo sí pudo darse a una iglesia románica que con un esquema similar a la Catedral, aunque más pequeña, se construyó extramuros, donde luego se haría la Plaza Mayor (que por eso, al principio llevó el nombre de plaza de San Martín). Justo antes de entrar en la Capilla y descubierta hace poco tiempo aparece un gran pintura sobre la pared del templo donde San Martín se encuentra compartiendo su capa.
Lo más interesante que tiene esta capilla son unas pinturas engalanadas con escudos de Castilla y León, algunas aparecen datadas en el año 1262 y tienen como autor a Antón Sánchez de Segovia (aunque habría que poner en duda una fecha tan temprana), situadas en el testero del fondo con imágenes de Jeremías, Isaías y Daniel arriba y San Joaquín, y Santa Ana abajo, todos ellos bajo arquillos arquitectónicos fingidos. Junto a estas, situada en el testero de al lado y realizada en el siglo XIV, destaca la imagen de un Juicio Final, pintada como si fuera un tapiz, donde Jesucristo se presenta dentro de una almendra y mostrado manos, pies y costado para enseñar las heridas de la pasión, acompañado por Apóstoles y la Virgen, separa a los salvados de los condenados.
Varios sepulcros, entre ellos, decorado con pinturas de la misma época y escenas de la Adoración de los Magos, se encuentra el del Obispo Rodrigo Díaz, que falleció en el 1339; frente a él otro sepulcro alberga los restos del fundador de la Capilla, Pedro Pérez, fallecido en 1262.


Lo siguiente que podemos ver es el Retablo Mayor,
La obra debe situarse entre los años 1430-1450 y son tres los autores que trabajan en las 53 tablas que componen el retablo de la Catedral Vieja de Salamanca.
Las obras principales corresponden al artista Italiano Daniel Delli, más conocido como Dello Delli, a él corresponden las 12 primeras tablas, que son sin duda las que mayor calidad tienen. Dello contaría con ayuda de sus dos hermanos, Sanson Delli realiza algunas tablas de la parte central del retablo ayudado de artistas locales que trabajarían bajo las órdenes de Dello Delli. Por fin el tercer hermano Nicolás Delli, más conocido como Nicolás Florentino, realiza algunas de las últimas tablas de la obra y la pintura del Juicio Final que se encuentra en el cascarón del ábside de la Catedral.
El retablo presenta un ciclo de la vida de la Virgen María y de Jesucristo, desde el Nacimiento de la Virgen hasta el tránsito de la Madre de Cristo, todo acompañado de escenas de la vida de Jesús y rematadas por el magnífico Juicio Final. Las pinturas se muestran como muy avanzadas para el momento artístico que se vive en España en ese momento, algunas de las soluciones renacentistas que aparecen en los edificios de las pinturas, así como algunas cúpulas que recuerdan la obra que Brunelleschi son demasiado nuevas para un país que todavía construye en gótico. Los colores vivos, destacando entre ellos el rosa, hacen muy reconocibles las pinturas. La influencia de la pintura italiana, en concreto de la escuela sienesa y florentina, mezclado con los detalles típicos de la pintura flamenca, se unen de forma magistral para ofrecer un magnífico ciclo pictórico.
En la parte del cascarón del ábside se representa el Juicio Final, donde aparece Jesucristo que camina amenazante para separar a los buenos de los malos. La mano derecha de Jesús se encuentra entre la bendición y la amenaza, la mano izquierda se la lleva al pecho con intención de abrirse la herida del costado y enseñarla a todo el mundo. El esquema iconográfico de Jesucristo es igual al que posteriormente utilizará Miguel Ángel para el Juicio de la Capilla Sixtina. Cristo aparece rodeado de ángeles que portan diferentes elementos de la pasión. A sus pies se encuentran la Virgen María y Juan Evangelista de rodillas esperando el avance de Jesús que parece que camina. A la derecha de Cristo aparece los salvados, vestidos de blanco, a su izquierda los condenados, desnudos y que parecen caminar hacia la boca de un monstruo gigante. Entre las figuras de los condenados se aprecian los rostros de algún obispo y algún Papa, aludiendo a que nadie está libre del juicio de Dios.
El retablo está presidido por una imagen conocida como la Virgen de la Vega, patrona de la ciudad. La imagen, realizada en madera, está cubierta de bronce sobredorado con incrustaciones de esmaltes y piedras preciosas. Procede del desaparecido monasterio de Santa María de la Vega, de canónigos regulares de San Agustín situado en la vega del río Tormes. Debe fecharse en el siglo XII, sigue modelos bizantinos, inmóvil, sostiene en sus rodillas al niño, mostrándolo al espectador con su mano derecha.


Tambien podemos admirar en el interior de la catedral diversas pinturas murales, sepulcros y el organo de salinas.







Desde el interior de la catedral accedemos por una sala a la zona del claustro, el cual se encuentra en parte en fase de restauracion.
El claustro primitivo sufrió daños en el terremoto de Lisboa y no quedan restos apreciables. El actual resulta de una reconstrucción posterior. En sus lados oriental y meridional hay una serie de capillas que vamos a  detallar a continuación. En la década de 2010 se difundió la hipótesis por parte de un experto que afirmaba que el claustro original de la Catedral Vieja de Salamanca se encuentra en Palamós (Gerona).



La primera de las capillas que visitamos son las Salas Capitulares.
Actualmente se usa como Museo Catedralicio albergando algunos de los cuadros de los que el Cabildo es depositario, estas salas capitulares fueron construidas en el año 1526. Entre ellos los más destacados son tres obras del artista Fernando Gallego que estarían pintados en la segunda mitad del siglo XV.
El más destacado de estos cuadros es el tríptico que representa el Martirio de Santa Catalina, pintado en estilo Flamenco, fácilmente reconocible por los suelos levantados y por la línea de fuga que siempre va en diagonal hacia la derecha. Ello junto al detallismo y el realismo con que están pintadas las obras las hace reconocibles en este autor. No hay más que mirar la tabla de la derecha donde aparece un verdugo cortando la cabeza de la Santa, pero tan reciente es el tajo que la cabeza todavía se encuentra a medio caer.
Detalles como este se ven en la tabla de Jesús con la Cruz a Cuestas donde uno de los sayones da una patada al Cristo mientras otro de ellos saca la lengua para insultarle. Ese detallismo es típico de la pintura Flamenca que florece en Castilla del siglo XV.
La segunda de las salas está cubierta con un rico artesonado de estilo mudéjar con ornamento renacentista, que fue realizado por el carpintero Pedro Nieto. Aquí se conserva una pintura de Fernando Gallego que representa el Nacimiento de Cristo.
En la tercera sala hay obras del artista Pedro Bello, discípulo de Fernando Gallego, unas obras que se pueden fechar en torno al año 1500. Junto a ellas se conservan un tríptico y cuatro tablillas de un mediocre seguidor de Dello Delli.








La siguiente capilla que visitamos es la de Santa Barbara.
Fue fundada por el Obispo Juan Lucero en 1334, cuya tumba está en el centro, y está decorada con un pequeño retablo que incluye pinturas que representan escenas de la muerte y pasión de Cristo y una imagen de la Santa titular, esta última realizada en el siglo XVI. El frente del altar muestra una magnífica decoración de cerámica de Talavera.
Desde los comienzos de la Universidad de Salamanca y cuando los estudios se hacían en la propia catedral, esta capilla servía como lugar donde se realizaban los exámenes finales.El estudiante que iba a realizar su examen de grado o de doctorado debía pasar toda la noche encerrado en la capilla, (lo que solían hacer sentados en una silla, con los pies apoyados sobre los de la escultura yacente del Obispo Lucero, situada en el centro de la capilla) y preparando (velando los libros) la defensa de su tesina (licenciatura) o su tesis (doctorado). A la mañana siguiente entraban los profesores (y cualquier otro doctor que quisiera intervenir) que se sentaban en los bancos que hay alrededor de la capilla y discutían al estudiante punto por punto las razones de su trabajo.Si el estudiante aprobaba el examen, salía por la puerta principal de la catedral donde le esperaban sus amigos y juntos hacían una fiesta. Si el grado obtenido era el de doctor (el más alto de los estudios universitarios), sus compañeros escribían en una pared un anagrama de la palabra latina Victor seguida de su nombre -en letra o anagrama también- lo que equivaldría a "¡Victoria!". A partir de cierto momento (quizá a comienzos del siglo XVII), para celebrar la fiesta el doctorando debía ofrecer un toro a sus compañeros que, previamente toreado y estoqueado, servía para la comida de celebración (lo que hacía que conseguir un doctorado solamente estuviera al alcance de gente con posibles).Si el estudiante no superaba el examen, salía por otra puerta, conocida como la "puerta de los carros", una estrecha comunicación con la calle de Tentenecio donde no había ni amigos ni fiesta.




A continuacion la Capilla de San Salvador, esta es la más antigua de todas las capillas que forman el claustro. Está cubierta con una cúpula con 16 nervios paralelos dos a dos que se apoyan en columnas, y que forman una estrella de ocho puntas en la clave. Este tipo de cúpulas son de influjo musulmán y muy extrañas para una época tan temprana en el norte de España. En esta capilla, fundada por Rodrigo Maldonado, natural de Talavera, catedrático y rector de la Universidad, se mantiene desde el siglo XIV el Rito mozárabe. El sepulcro del fundador y el de su esposa se encuentran en el centro de la capilla.




Y ya por ultimo visitamos la Capilla de San Bartolome o de los Anaya.
En la parte central está el sepulcro del fundador de la capilla y patriarca de la familia Diego de Anaya, obispo de Salamanca y arzobispo de Sevilla, devoto de San Bartolomé y mecenas que fundó el Colegio Mayor de San Bartolomé o Colegio Viejo (el más antiguo de Salamanca). Está realizado en alabastro, posiblemente por un maestro alemán; está rodeado por una bellísima reja (que impide parcialmente la visión del sepulcro) también realizada en el siglo XVI, llena de decoración y con constantes alusiones a la muerte. Otros miembros de la familia Anaya se encuentran enterrados en la misma capilla, donde dos de las tumbas conservan los colores originales con los que fueron hechas.
Esta capilla fue reformada en el siglo XVI, como puede apreciarse en la bóveda estrellada que cubre el techo de la misma.
Además en la capilla se conserva un órgano que pasa por ser uno de los más antiguos que existen, que debería fecharse en el siglo XIV; actualmente se encuentra colocado encima de un magnífico podio de estilo mudéjar y conserva pinturas en el frente que representan una Anunciación. Restaurado, el órgano está actualmente en funcionamiento perfecto.


Y aqui ponemos el final a nuestra ajetreada e intensa ruta realizada por la mañana durante nuestro segundo dia de estancia en la ciudad.
Una vez fuera de la catedral y desde la plaza Anaya salimos por la Rua Mayor para dirigirnos a la Gran Via donde cogemos el autobus que nos lleve de vuelta a nuestro lugar de estancia para comer y descansar un rato para poder proseguir por la tarde la visita a la ciudad y poder ver los ultimos monumentos que nos quedan por contemplar.

RUTA TARDE SEGUNDO DIA:

Comenzamos nuestra ruta de tarde despues de descansar un poco y probar la rica gastronomia salmantina como lo hemos hecho en las anteriores partiendo desde la Plaza Mayor por la calle Concejo hasta llegar a la Plaza de la Libertad donde visuamos el primero de los numerosos monumentos que vamos a poder ver durante la ruta.



El primer monumento es el Palacio de Figueroa, este es un edificio construido a mediados del siglo XVI y que recibe los nombres de Palacio de Figueroa, Palacio de los Maldonados de Amatos o Casino (por su actual uso).
El palacio fue construido por don Juan Rodríguez de Figueroa atribuyéndose la autoría a Rodrigo Gil de Hontañón por su semejanza con otros edificios del arquitecto en Salamanca. En concreto la portada sigue el mismo diseño que la del palacio de Garci-Grande y el encuadramiento de las ventanas es idéntico al del Palacio Fonseca (La Salina). El palacio fue restaurado en 1933 viéndose alterada su estructura y el patio interior.


En el otro extremo de la plaza se situa la Casa de Rodriguez del Manzano, este es un edificio de finales del siglo XV y principios del XVI, es de estilo gótico, con una puerta renacentista.
Fue propiedad del Obispado, aunque actualmente se encuentra en ella el OAGER, Organismo Autónomo de Gestión Económica y Recaudación del Ayuntamiento de Salamanca.


Continuamos la ruta y desde la plaza seguimos por la calle Espoz y Mina hasta llegar a la Plaza de los Bandos donde podemos visuar varios monumentos, el primero de ellos es la Casa de Doña Maria la Brava, esta es una casa particular edificada hacia 1485, gran ejemplo representativo de las casas de la nobleza española de la segunda mitad del siglo XV.
En el solar donde estuvo la verdadera casa de doña María Rodríguez de Monroy, edificaron sus descendientes otra hacia 1485, de la que queda tan solo la fachada, ligeramente alterada por un balcón con decoración heráldica y vegetal que se abrió posteriormente. Tiene un amplio portalón de entrada dominada por un arco de medio punto con grandes dovelas de cuyos salmeres nace un alfiz de líneas quebradas que rodea los escudos, el balcón y la toza de piedra labrada que está sobre el balcón. Está decorado a todo lo largo por bolas, ornamentación muy usada en la época de Isabel la Católica. La toza de piedra está trabajada con adornos de cardinas naturalistas.
El escudo principal está sobre el balcón y lleva muebles heráldicos de Enríquez de Sevilla. El de la izquierda lleva las armas de los Monroy, las mismas que pertenecieron a doña María y el de la derecha, las de los Maldonado.
Tiene la casa un amplio zaguán (entrada inmediata a la puerta de la calle) y una escalera no muy grande que corresponden a alteraciones hechas en el siglo XVII. Durante bastantes años del siglo XX la casa acogió las dependencias del Centro Farmacéutico Salmantino y también fue liceo escolar a principios del siglo XX.


Justo al lado de la casa y haciendo esquina con la calle por donde hemos subido se encuentra la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, esta es también conocida como Iglesia del Carmen de Arriba, dada la existencia de otra Iglesia del Carmen en la parte baja de la ciudad, cerca del río ya visitada en la ruta de tarde del dia anterior.
Se construyó a finales del siglo XVII y es lo único que se conserva del antiguo Convento y Colegio de San Elías, de los Carmelitas Descalzos.







En la misma acera y haciendo esquina con la calle Concejo se situa el Palacio de Alonso de Solís, el edificio fue construido en 1477 por Alonso de Solís,
Este lugar tiene una gran importancia histórica porque fue el sitio donde Felipe II contrajo matrimonio con María Manuela de Portugal.
El edificio actual fue construido en estilo neoplateresco a principios del siglo XX para albergar la sede de la empresa Telefónica en la ciudad. Del original se conserva la portada principal y uno de los balcones, concretamente el que da a la Calle Concejo.


Bordeamos la plaza y en el otro lado de la misma se encuentra el Palacio de Gracigrande, este edificio fue construido en el siglo XVI y fue propiedad de los Vizcondes de Garcigrande desde el S.XVI hasta 1898.
Destacan la portada renacentista, la fachada plateresca y las ventanas en el chaflán, que no existen en ningún otro edificio de la Ciudad. Actualmente es la sede de Caja Duero en Salamanca.


Desde la plaza continuamos por la calle Santa Teresa hasta llegar a la Plaza del mismo nombre donde se situa el edificio del Teatro Caja España-Duero, este edificio fue construido en 1978 y pertenece a dicho banco, se emplea como escenario de la programacion de la obra cultural de la entidad.


Enfrente del teatro esta la Casa de Santa Teresa, esta es una vivienda donde residió Santa Teresa de Jesús​, la casa fue propiedad del Comendador Juan Antonio Ovalle Prieto y se encuentra cercana a la Iglesia de San Juan de Barbalos. Su construcción data de finales del siglo XV y en ella vivirá Santa Teresa en la ciudad durante un periodo de casi cuatro años.
Tras el periplo de Santa Teresa por diversos lugares de Castilla realizando fundaciones de Conventos, entra en la ciudad por primera vez el 31 de octubre de 1570 donde provisionalmente se establece con el objeto de dar inicio a que será su séptima fundación. Se trata del Convento de San José de Carmelitas Descalzas ubicado en el casco histórico de la ciudad. En su estancia de 1573 obedeciendo a su director, el jesuita Ripalda, redactó el libro de sus fundaciones. En esta casa-convento escribe el "Vivo sin vivir en mí".
La fachada del edificio es simple, construida en piedra franca. Tiene un portón en arco de medio punto construida con grandes dovelas, sobre dicho portón se encuentra una ventana flanqueada por dos escudos originales.


Continuamos por la calle Santa Teresa hasta llegar a la Plaza de San Juan Bautista donde se encuentra en el centro de la misma la iglesia de San Juan Bautista de Barbalos, esta es una iglesia románica fundada en 1150 por los Caballeros de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén. Debe su nombre al estar bajo la advocación de San Juan Bautista y al pueblo de Barbalos, donde la orden tenía amplias posesiones.
Conserva parte de su primitiva traza románica, como el ábside con tres ventanas abocinadas y la cornisa con decoración escultórica: rostros, animales y una escena musical. En el interior, de una sola nave y presbiterio cubierto con la bóveda original de cañón apuntado, se conservan imágenes de la Virgen con el Niño, otra de la Virgen con el Rosario y una última de San Juan Bautista. Esta iglesia sufrió una importante transformación en el siglo XVIII, barroquizando su estilo original. Entre sus obras de arte, destaca el Cristo de la Zarza, del siglo XII, de dos metros de altura y realizado en madera de nogal.
Se cuenta que en esta iglesia predicó San Vicente Ferrer desde un púlpito que ya no se conserva.




Salimos de la plaza por la calle Pedroches hasta llegar a la Ronda del Corpus donde al final de la misma y haciendo esquina con la calle Condes de Crespo Rascon se encuentra el Convento e Iglesia del Corpus Christi.
El convento fue fundado en 1540 por el matrimonio compuesto por Cristobal Suárez de Acebo, tesorero de Carlos I, y Juana de Solís.
En el siglo XIX, con fecha anterior a 1863, según las fuentes, el convento fue suprimido por la escasez de de monjas pasando a hacer uso a las instalaciones como cuartel de la Guardia Civil.
Del antiguo convento únicamente se conservan la fachada plateresca y la iglesia. El edificio fue derribado en la década de los setenta del siglo XX para levantar viviendas particulares y se reservó una parte para levantar de nuevo el convento que sería ocupado, bajo la misma advocación, por las clarisas.
En la actualidad la comunidad permanece activa. Se dedican a la confección en serie de prendas de vestir.




Desde aqui ascendemos por la calle Lope de Vega hasta llegar a la Plaza San Marcos donde al final de esta se encuentra la iglesia de San Marcos, esta es un edificio de estilo románico que se encuentra en la zona de la antigua muralla de la ciudad en la Puerta de Zamora. Fue construida a fines del siglo XI o inicios del XII y estaba destinada a ser una parroquia. Es singular por su planta redonda y por su pequeño tamaño (alrededor de 22 metros de diámetro). El edificio fue la sede de la Real Clerecía de San Marcos.
A pesar de ser circular en el exterior, el interior de la iglesia no presenta la típica planta centralizada de las iglesias circulares, sino que se encuentra dividida en tres naves rematadas en tres ábsides, a modo de planta basilical.
Existen datos del año 1200 por los que el rey Alfonso IX habría entregado esta parroquia a la asociación del clero, que se llamó clerecía de San Marcos. De ahí que funcionara como clerecía hasta la expulsión de los jesuitas (1769) en que tal denominación pasó al Colegio del Espíritu Santo de los jesuitas que fue en adelante usada por el clero diocesano.
Tras diversos añadidos y trabajos realizados a lo largo de los siglos, en 1967 fue sometida a una restauración que le devolvió su aspecto más puramente románico.
En el interior cuenta con tres ábsides y al parecer estuvo decorado con pinturas que no se redescubrieron hasta el siglo XX.







Una vez fuera de la iglesia bajamos por la calle Zamora para visitar la iglesia de Santa Maria Magdalena, esta iglesia aunque fundada en el siglo XII, fue reedificada en 1796 por Jerónimo García de Quiñones. De esta época es la sencilla fachada con cruz de Alcántara. El interior fue reformado en estilo neo-plateresco por Joaquín de Vargas en 1917.


Desde aqui continuamos por la calle Arco y calle San Mateo hasta llegar a la plaza de San Juan de Sahagun donde se encuentra la iglesia del mismo nombre.
La iglesia de San Juan de Sahagún es de estilo neorrománico, está dedicada a San Juan de Sahagún patrón de la ciudad. Su fachada principal se encuentra en la calle Toro. La iglesia es obra del arquitecto Joaquín de Vargas y se construyó en el año 1896, en un estilo que recuerda al románico de la Catedral Vieja en su interior, y, más concretamente, a la Torre del Gallo, en su fachada exterior. La mandó construir el Obispo Cámara.
Se construyó en parte con la piedra de cantería del derribo de la Iglesia de San Mateo, que estaba en el mismo lugar.
En la fachada destaca su torre acabada en un gran pináculo, su fachada contiene en la parte más alta un rosetón, a la derecha del rosetón una representación escultórica del milagro del pozo amarillo y a la izquierda otra, esta de la pacificación de los bandos, los dos milagros efectuados por San Juan de Sahagún. En la parte baja siete arcos ciegos y la portada formada por un arco apuntado.
La iglesia cuenta con una nave central en forma de cruz latina, dos pequeñas naves laterales y un ábside de claro estilo románico en la parte del altar.



Proseguimos nuestro camino por la calle Toro para dirigirnos por la calle Dean Polo Benito hasta llegar a la plaza de Santa Eulalia donde nos encontramos con el Palacio de  los Fermoselle tambien conocido como la Torre del Aire, este es un edificio cuya construcción data del 1440. Perteneció a la Familia de los Fermoselle siendo posteriormente propiedad del Barón de las Cuatro Torres. Este segundo dueño hizo que el edificio fuese conocido como Palacio de la Torre del Aire o de las Cuatro Torres. En el lienzo que mira a oriente pueden observarse cuatro ventanas con acabado gótico (Ajimezes).





De la plaza partimos por la calle Azafranal para llegar de nuevo a la calle Toro hasta llegar de nuevo a la Plaza Mayor, desde aqui salimos por una de las puertas que da a la Rua Mayor por la cual paseamos hasta llegar a la Plaza Anaya lugar en el que estuvimos por la mañana para ver la catedral y a la que volvemos de nuevo para visitar los demas monumentos que se encuentran en ella. En primer lugar vemos la iglesia de San Sebastian.
El templo inicial fue diseñado por el alarife Juan Álvarez de Toledo hacia 1410 por don Diego de Anaya a imitación del de San Clemente de Bolonia. Problemas estructurales hicieron que el edificio se debilitara y finalmente tuviera que derribarse, los Dominicos intentaron levantar otra iglesia. La iglesia se desarrolló entre los años 1730 y 1739, corriendo a cargo de Alberto de Churriguera, quien también dirigía entonces las obras de la catedral, imprimiéndole tanto exterior como interiormente su estilo.
El templo tiene planta de cruz latina y cúpula octogonal y su exterior tiene el portal ornamentado al estilo barroco, al mediodía y al naciente, con escultura de San Sebastián debida a José de Larra de Churriguera.






Adosado a la iglesia esta el Palacio Anaya.
El Palacio de Anaya es uno de los pocos edificios que hay en Salamanca en estilo neoclásico. Sus obras comenzaron en 1760, para sustituir al anterior edificio del Colegio Mayor de San Bartolomé, muy dañado en el terremoto de Lisboa de 1755. Sus creadores fueron José de Hermosilla y Juan de Sagarvinaga. Sus elementos más llamativos son la fachada y la escalera imperial del interior del palacio, donde además hay un interesante busto de Miguel de Unamuno, hecho por Victorio Macho en 1930.
La fachada principal tiene un gran pórtico con cuatro columnas rematadas con frontón y una escalinata; sobresaliendo en lo más alto del edificio un gran escudo heráldico; las diez ventanas de la planta inferior lucen bellas rejas y hay otros diez balcones en la planta superior.
Junto al colegio se encuentra la Hospedería, 1715, de Joaquín Churriguera, que alojaba a estudiantes que se pagaban los estudios sirviendo a otros estudiantes nobles y ricos que ocupaban el Colegio. Hoy en día se utiliza para aulas y despachos, y sus antiguas caballerizas albergan la cafetería de la Facultad. El Palacio de Anaya alberga actualmente la Facultad de Filología de la Universidad de Salamanca.



De la plaza Anaya volvemos a la calle Libreros donde esta situada la Casa Museo de Unamuno, es una casa vivienda perteneciente a la Universidad construida desde el siglo XVIII y dedicada a Casa Rectoral durante su mandato, es conocida por haber sido el lugar donde vivió Miguel de Unamuno cuando fue Rector de la Universidad de Salamanca, desde los años cincuenta es un museo dedicado a su vida y estancia del escritor en Salamanca (1900-1914). La Casa Museo Unamuno está integrada en el Servicio de Archivos y Bibliotecas de la Universidad de Salamanca.
El edificio fue aprobado para su construcción en claustro universitario el 3 de junio de 1758. El edificio fue construido en el periodo que va desde 1758 hasta el 13 de diciembre de 1762​. Siendo trazado por el arquitecto Andrés García de Quiñones (autor de la Casa Consistorial en la Plaza Mayor) como Casa del Rector y espacio administrativo de la Universidad. Unamuno que vivió en la ciudad de Salamanca como profesor y catedrático de griego clásico, al obtener el puesto como Rector en 1900 pasa a ocupar la casa. En este segundo piso de la casa es donde Unamuno escribe sus poemas y gran parte de sus novelas.
En 1952 se realizan las primeras labores de adaptación del que será el museo de Unamuno. Se colocan muebles en el segundo piso y se ubica la biblioteca personal de Unamuno cedida a la Universidad con sus 6.000 volúmenes. Durante el curso 1976-1977 se comenzaron a acondicionar los espacios de la casa para proporcionar la ambientación histórica que recreara el ambiente del escritor. El proceso de ambientación finaliza en 1996 cuando se abre ofialmente el museo al público.
Toda la ornamentación se centra en la portada que posee en su parte superior un escudo de la Universidad de Salamanca en el que se puede leer una divisa que reza: "OMNIVM SCIENTARVM PRINCEPS SALMANTICA DOCET". El edificio de planta rectangular se edifica en dos plantas. En la planta baja se encuentra el Salón Oficial, que servía para celebrar los claustros de la Universidad (ahora empleado como cátedra de música) y en la primera hay un espacio dedicado a la vivienda así como a despachos.


Bajamos por la calle Libreros y callejeando por la calle Latina y Plata llegamos a la Plaza de Fray Luis de Leon.




Al principio de la plaza se encuentra la Casa de los Abarca Alcaraz y adosada a esta el edificio que alberga el Colegio Mayor Fray Luis de Leon.
La casa de los Álvarez Abarca es también conocida como casa de los Doctores de la Reina, es un palacio torreado de estilo gótico y renacentista. Fue edificado en el siglo XVI para Fernán Álvarez Abarca, médico de los Reyes Católicos. Desde 1946 es la sede del Museo de Salamanca.




Continuamos paseando por el centro neuralgico de la zona universitaria de la ciudad hasta llegar a la Plaza de la Merced donde se encuentra el jardin del mismo nombre y el edificio que alberga la facultad de matematicas.





Desde aqui bajamos por la calle Veracruz y nos encontramos con la iglesia de San Millan. Monumenta Salmanticae o Centro de interpretación sobre el patrimonio arquitectónico y urbano de la ciudad es un proyecto creado por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León con sede en la Iglesia de San Millán, sin culto desde hace muchos años, y profundamente restaurada después de un tiempo de abandono.
La Fundación ha buscado con este Centro acercar a los visitantes una síntesis de lo que significa la Salamanca histórica y patrimonial, así como las razones por las que la ciudad fue designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.



Seguimos por la calle Veracruz y nos encontramos con el edificio que alberga la Escuela de Hosteleria de la ciudad.




Finalmente llegamos al Paseo de la Ribera, donde cruzamos la carretera para llegar a la Plaza de Santiago donde podemos contemplar el monumento al Lazarillo de Tormes o al Verraco del Puente.



Asimismo en la plaza se situa la iglesia de Santiago y el comienzo del Puente Romano.
La iglesia de Santiago del Arrabal es un templo católico ubicado a las orillas del rio Tormes y su construcción data del siglo XII, siendo una de las más antiguas de Salamanca. Es una de las iglesias cercanas a la Ruta de la Plata antes de la entrada a la ciudad en la peregrinación jacobea. El interior es completamente barroco debido a las transformaciones y rehabilitaciones que se hicieron en el siglo XVIII. La iglesia fue importante en las celebraciones de la fiesta de Santiago en la que los representantes del ayuntamiento acudían a caballo precedidos de un heraldo con bandera.
Se funda en el año 1145, y es mencionada en el fuero de Salamanca, allí se menciona que es iglesia de mozárabes.
Se trata de un templo construido en ladrillo. De traza exterior románico-mudejar, debido a las reformas que se hicieron en el siglo XVIII el interior muestra un estilo barroco. El interior posee tres ábsides.


El Puente Mayor del Tormes, más conocido como Puente Romano de Salamanca es un puente romano que cruza el río Tormes.​ La importancia del puente como símbolo de la ciudad se puede ver en el primer cuartel del escudo de la ciudad (junto con su pétreo toro-verraco).  Se ha denominado tradicionalmente como la puente mayor y como la puente prinçipal que da su acceso a la parte meridional de la ciudad. El puente se presenta en el siglo XXI como fruto de varias restauraciones, una de las catástrofes que más le afectaron fue la riada de San Policarpo (noche de 26 de enero) del año 1626. Hasta comienzos del siglo XX no pierde la condición de paso único de acceso a la ciudad, y durante muchos años sigue soportando el tráfico pesado. A partir de la construcción de un tercer puente para el tráfico rodado queda como un paso exclusivo de uso peatonal y de andadura.
En realidad se trata de una construcción de dos puentes separados por un castillete central: el puente viejo, que se extiende a lo largo de la parte cercana a la ciudad (es la denominada puente vieja) y que es de origen romano, y la puente nueva (denominada puente hispana). De los veintiséis arcos, sólo los quince primeros datan de la época romana. La piedra empleada en su construcción difiere en procedencia, mientras que la empleada en la zona romana del puente es originaria de las canteras de granito de Los Santos (Béjar ), la piedra empleada en la parte hispana y más moderna del puente, procede de la zona de Ledesma. El puente ha sido restaurado en numerosas ocasiones y ha sobrevivido a varios intentos de demolición. Muchas de las restauraciones han sido poco documentadas, dejando al estudio de los arqueólogos gran parte del trabajo de determinación, datación y explicación de las técnicas constructivas de la antigüedad.​ La fecha de la construcción del puente no se conoce con precisión, pero se ubica entre los mandatos de los emperadores Augusto (27 a. C.-14 d. C.) y Vespasiano (69-79), lo que lo convierte en un monumento arquitectónico bimilenario.



Atravesamos el puente en direccion al otro lado de la margen del rio, desde nuestro paseo por el mismo podemos obtener preciosas imagenes del rio Tormes a su paso por la ciudad y de la propia catedral.



Una vez atravesado el puente llegamos a una preciosa alameda que se encuentra paralela a la margen del rio donde se encuentra la iglesia Nueva del Arrabal.
La Iglesia Nueva del Arrabal, dedicada a la Santísima Trinidad es una iglesia moderna construida en 1952 para sustituir a la Iglesia Vieja del Barrio del Arrabal que se encontraba en mal estado.
Lo más destacado del interior es el ábside, con pinturas de Genaro de No.
En 2006 dado su mal estado de la iglesia se desconsagró, trasladando el culto a la Iglesia Vieja del Arrabal, recién restaurada.
Existe un proyecto para que tras la pertinente rehabilitación el edificio albergue el Museo de Arte Sacro y Semana Santa de Salamanca.
El Jueves Santo la Hermandad del Amor y de la Paz realiza la salida de su desfile procesional desde esta iglesia, ofreciendo una de las imágenes más impactantes de la Semana Santa salmantina, con la silueta de la ciudad vieja como fondo.





Paseamos por la alameda paralela al rio hasta que llegamos al puente Enrique Estevan donde ponemos punto y final a nuestra ruta de hoy y a nuestra visita a la preciosa, monumental y estudiantil ciudad de Salamanca. Desde este punto captamos nuestra ultima fotografia de las muchas que hemos tomado en estos dos dias de visita y que creo desde mi humilde punto de vista que simboliza claramente lo que es la ciudad.


Gastronomía

Es habitual en la gastronomía de Salamanca la influencia de las ricas comarcas de la provincia productoras de embutidos. Sobre todo de la localidad de Guijuelo. Los platos salmantinos más típicos son:
  • la chanfaina, guiso de arroz con sangre, patitas de cordero y callos.
  • Las chichas, a base de carne de cerdo.
  • el cochinillo al fuego conocido como tostón.
  • el hornazo, empanada rellena de carne, chorizo, jamón y huevos duros.
  • Y entre sus dulces destacan los chochos de yema, las perrunillas, y el bollo maimón (tipo de bizcocho).

Fiestas locales

  • 5 de febrero, Fiesta de las Águedas.
  • Semana Santa en Salamanca, declarada de Interés Turístico Internacional en 2003.​
  • Lunes de aguas, el lunes siguiente al lunes de Pascua.
  • 1–15 de junio (aproximadamente)​ (Festival Internacional de las Artes de Castilla y León).
  • 12 de junio, San Juan de Sahagún, patrón de la ciudad.
  • 8 de septiembre, Virgen de la Vega, patrona de la ciudad. Abre la semana de Ferias y Fiestas.
  • 31 de octubre, ascensión del Mariquelo a la veleta de la torre de la catedral. El Mariquelo es un personaje típico de Salamanca que cada año en víspera de la festividad de Todos los Santos sube al campanario de la Catedral Nueva para conmemorar el hecho de que el Terremoto de Lisboa de 1755 hizo sonar las campanas, afectando mucho a la estructura de la torre. Desde entonces, un varón de la familia de los Mariquelos ha cumplido con la tradición hasta 1976, cuando esta costumbre murió. En 1985, Ángel Rufino de Haro decidió reanudar la tradición y cada año, ataviado con el traje típico charro, sube hasta el punto más alto de la torre de la catedral para tocar una charrada con el tamboril y la gaita.
  • 15 de diciembre (aproximadamente) Nochevieja Universitaria.


Te invitamos a descubrir Salamanca. Si no has venido nunca, prepárate para sorprenderte; si ya la conoces, dejáte asombrar una vez más. Te espera una ciudad alegre, universitaria y viva. Es la diversidad de gente: estudiantes, turistas y los propios salmantinos, uno de sus principales atributos, y son ellos los que otorgan a la ciudad un agradable ambiente, fresco y joven. La ciudad está siempre abierta, dispuesta a acoger y entregar la riqueza de su patrimonio, su cultura y su gastronomía. La ciudad es Patrimonio de la Humanidad, y tiene multitud de rincones y edificios históricos; todos ellos están concentrados en el centro histórico, por lo que la visita se debe realizar a pie. El amanecer y el atardecer son momentos mágicos. La luz transforma lo interior y lo exterior; un único resplandor baña las doradas fachadas y, los personajes que transitaron la ciudad a lo largo de su historia, se hacen presentes.


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