CASTELLAR DE LA FRONTERA
La villa de Castellar de la Frontera es un municipio español situado en la provincia de Cádiz, en la comunidad autónoma de Andalucía formando parte de la comarca del Campo de Gibraltar. Limita con los municipios de San Roque, Jimena de la Frontera, Los Barrios y Alcalá de los Gazules, en el Parque Natural de los Alcornocales, en la llamada Ruta del Toro. El municipio cuenta con tres núcleos de población, que son Castellar Viejo (conocido coloquialmente como El Castillo), Castellar Nuevo y La Almoraima. El pueblo viejo fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1963.
La historia de Castellar de la Frontera tiene un antes y un despues, hasta el año 1971 los lugareños vivian en lo alto de la montaña, dentro de una fortificacion medieval que ha sido durante años asentamiento de numerosas culturas. Es Pueblo Viejo de Castellar el primer Castellar de la Frontera que mantiene viva una arraigada historia que ha acogido a diversas civilizaciones desde el hombre prehistorico, del que dan fe las pinturas rupestres encontradas en varias cuevas de la zona, los iberos que dejaron huella con el levantamiento de la Torre Lascutana, torre militar de defensa, los visigodos y sobre todo los musulmanes.
Sin embargo la complicada orografia del terreno y el acceso dificultoso a los recursos naturales provocaron la construccion de un nuevo Castellar en 1971, el llamado Pueblo Nuevo de Castellar que dista a 8 kilometros del viejo Castellar.
Pese al desalojo del viejo Castellar por parte de sus habitantes, el turista no lo puede perder de vista puesto que alberga el mayor atractivo turistico y cultural de Castellar de la Frontera.
La historia de Castellar de la Frontera tiene un antes y un despues, hasta el año 1971 los lugareños vivian en lo alto de la montaña, dentro de una fortificacion medieval que ha sido durante años asentamiento de numerosas culturas. Es Pueblo Viejo de Castellar el primer Castellar de la Frontera que mantiene viva una arraigada historia que ha acogido a diversas civilizaciones desde el hombre prehistorico, del que dan fe las pinturas rupestres encontradas en varias cuevas de la zona, los iberos que dejaron huella con el levantamiento de la Torre Lascutana, torre militar de defensa, los visigodos y sobre todo los musulmanes.
Sin embargo la complicada orografia del terreno y el acceso dificultoso a los recursos naturales provocaron la construccion de un nuevo Castellar en 1971, el llamado Pueblo Nuevo de Castellar que dista a 8 kilometros del viejo Castellar.
Pese al desalojo del viejo Castellar por parte de sus habitantes, el turista no lo puede perder de vista puesto que alberga el mayor atractivo turistico y cultural de Castellar de la Frontera.
Lo primero que visitamos en nuestro viaje a Castellar de la Frontera es el pueblo viejo de Castellar situado en un promontorio a unos 250 metros de altitud donde se encuentra la Villa Fortaleza construida sobre un antiguo asentamiento romano.
Como su nombre indica, esta fortaleza árabe construida en el siglo XIII se encontraba en una posición de frontera, defendiendo el reino de Taifas, de Algeciras. Fue antigua residencia de los Condes de Castellar.
Su planta es de forma irregular, y posee un recinto amurallado con barbacanas, cubos, torres de flanqueo y torres de ángulo cuadradas y circulares, algunas de ellas coronadas con almenas. Destacan las torres de su entrada, con elementos defensivos como las barbacanas que defienden el acceso del castillo, perforadas con saeteras y una puerta en recodo abierta bajo un bello arco peraltado enmarcado por otro de herradura.
Su planta es de forma irregular, y posee un recinto amurallado con barbacanas, cubos, torres de flanqueo y torres de ángulo cuadradas y circulares, algunas de ellas coronadas con almenas. Destacan las torres de su entrada, con elementos defensivos como las barbacanas que defienden el acceso del castillo, perforadas con saeteras y una puerta en recodo abierta bajo un bello arco peraltado enmarcado por otro de herradura.
Esto seria el Alcazar del recinto de la fortaleza, el edificio fue restaurado y hoy en dia alberga un complejo hotelero que sera el lugar donde vamos a pasar la noche durante nuestra estancia en Castellar.
A pesar de que el Alcazar ha sido restaurado parara albergar un hotel, se ha conservado a la perfeccion el estado original del mismo y lo que en su momento fue la residencia de los Condes de Castellar.
Desde sus varios torreones y adarves podemos contemplar unas maravillosas vistas del parque natural de los alcornocales, del pueblo nuevo de Castellar y en los dias claros podemos contemplar la Bahia de Algeciras y el Peñon de Gibaltrar.
Una vez visitado el alcazar salimos por una de las varias puertas que tenia este y que daba a un pequeño patio de armas desde donde podemos contemplar el antiguo ayuntamiento y la iglesia del Divino Pastor, este es un edificio de estilo barroco construido en el siglo XVII, en la actualidad su interior esta vacio de imagenes ya que no se practica culto alguno y se utiliza para actividades socio-culturales.
Desde la Plaza del Salvador que es como se denomina el antiguo patio de armas comenzamos a adentrarnos en el laberinto de calles estrechas y empedradas que van zigzagueando dentro de la villa fortificada. La primera parada la hacemos en un bello rincon que da al conocido como Balcon de los Amorosos desde donde podemos contemplar unas vistas maravillosas del embalse de Guadarranque y del Parque Natural de los Alcornocales.
Continuamos paseando por la calles de casas encaladas repletas de macetas y flores que adornan toda la villa. Recorrer las calles tanto de dia como de noche despierta en el viajero ademas de sumergirse y retroceder en el tiempo a un pasado de la edad media, un remanso de paz y tranquilidad. Se puede oir el trinar de los pajaros, el discurrir del agua y el silencio de sus calles y plazoletas ya que a parte de que el pueblo no tiene habitantes, las casas que hay solo estan como reclamo turistico o para gente bohemia que le gusta estar alejada del estres del ruido y del agobio de las grandes urbes.
A pesar de no contar con habitantes la villa conserva en su interior un restaurante donde poder probar la rica y variada gastronomia de la zona, una posada y dos tiendas de articulos de recuerdos hechos a mano por los bohemios que lo habitan, estos generalmente son extranjeros que han adquirido las viviendas para disfrutar de unas vacaciones o evadirse de la ciudad.
El viajero paseando por las calles de la villa llega a descubrir una explosion de colores y olores que son fruto del contraste del blanco de las casas encaladas y la multitud de plantas y macetas que la salpican, este hecho despierta a la vista del ojo humano una sensacion de paz y tranquilidad.
Y terminamos nuestro recorrido por la villa llegando a la plaza de la Posada, esta es la mas grande del pueblo y esta junto al edificio del alcalzar. Por la fisonomia de la misma bien podria haber sido la plaza mayor del pueblo en tiempos pasados.
Desde este lugar y atravesando un arco nos disponemos a visitar la parte extior de la fortaleza desde podemos contemplar las murallas de la villa asi como la parte trasera de las viviendas que parecen estar colgadas en el vacio.
El enclave resulta precioso para la vista ya que se junta el color de la piedra de los edificios y la muralla con el verde de la hierba y color de las plantas que nacen en la ladera del cerro.
Una vez visitada la villa fortaleza de Castellar Viejo, nos dirigimos con nuestro vehiculo hacia el pueblo nuevo para visitar otro de los reclamos turisticos del pueblo como es el Zoo de Castellar, pero antes hacemos un alto en la Venta Jarandilla que se encuentra junto al Centro de Naturaleza la Jarandilla, el cual ofrece al visitante un amplio programa de actividades en torno a la educacion medioambiental como piragüismo, senderismo o juegos de orientacion. Aqui probamos la rica gastronomia de la zona basada exencialmente en la carne proveniente de la caza mayor.
Reanudamos nuestra ruta como hemos dicho anteriormente visitando el zoo que se encuentra a unos 300 metros de la entrada al pueblo nuevo de Castellar.
El Zoo de Castellar, situado en el Cerro del Moro, es en sí un centro de rescate animal, dónde se llevan a cabo estudios para la conservación y cría en cautividad de todo tipo de animales, para así recabar un mayor conocimiento de las especies. Con el paso del tiempo, se han ido añadiendo más especies animales, hasta contar a día de hoy con más de 500 animales pertenecientes a más de 100 especies diferentes de todos los países y continentes. Aunque la especie que acapara un mayor protagonismo por su exclusividad y rareza es el Puercoespín Gigante Albino, de los pocos ejemplares que existen en el mundo.
El zoo de Castellar, centro de rescate animal, es una iniciativa privada, que lleva trabajando desde 1998 y que abrió al público en el año 2002.
Su fundación fue creada para ayudar a los animales que resultaban de los decomisos realizados por las autoridades. Estos animales que eran las víctimas de un creciente mercado negro, se encontraban en una situación en la que nadie se hacia cargo de ellos. El centro de rescate animal y como una iniciativa particular comenzó a ser depositario de estos animales desamparados, que merecía seguir viviendo con los mejores cuidades posibles. Pocos años después de su comienzo se decidió abrir las puertas cara al público, para concienciamento, disfrute y aprendizaje de todo público. Poco a poco a pesar de la falta de ayudas económicas, el zoo va tomando un aspecto nuevo, buscando siempre el bienestar de los animales y el atractivo hacia los visitantes, por ello se van realizando grandes mejoras en las instalaciones, servicios e infraestructuras en general. El zoo a parte de ofrecer a estos animales rescatados una segunda oportunidad, ofrece al visitante una imagen de zoo diferente, un zoo familiar, cercano hacia el entorno natural, donde podrás dar de comer, tocar y ver de cerca maravillosas especies, todo dentro de un enclave espectacular como es el Parque natural de los Alcornocales.
El Zoo de Castellar destaca también por la cercanía e interacción que se permite con los animales, aqui el viajero puede acercarse y tocar animales que seria imposible hacerlo en su medio natural como pueden ser leones, ocelotes, rapaces o reptiles. Además, se llevan a cabo en determinadas horas visitas guiadas y exhibiciones de aves y reptiles.
Una vez visitado el zoo nos disponemos a volver al pueblo viejo de Castellar, pero antes hacemos una parada en la carretera que nos lleva al pueblo viejo para visitar la finca de la Almoraima.
El Convento La Almoraima fue
construido en el siglo XVI; en su día fue conocido por ser ocupado por
la Orden de los Frailes Descalzos de la Merced, y posteriormente fue
traspasado a los Duques de Medinaceli.
El Convento La Almoraima, marca las pautas históricas de Castellar de la Frontera
y sus alrededores. Con más de 300 años de antigüedad, el Convento
siempre gozó de la protección de los Condes de Castellar. Con el paso de
los años, su funcionalidad religiosa fue desapareciendo, hasta llegar a
estar enfocado únicamente al sector hotelero.
En la actualidad, el Convento La
Almoraima, se ha convertido en un emplazamiento hotelero y de
restauración. Dicho emplazamiento, ofrece a los turistas que lo visitan,
no solo la estancia en un hotel totalmente integrado con el entorno y
un servicio de restauración envidiable, sino que también ofrece un
paisaje imponente en pleno Parque Natural de los Alcornocales, con
predominio de bosques frondosos, una fauna muy característica con gran
importancia, en lo que a caza mayor se refiere, y sobre todo la
sensación incomparable de ocupar un lugar que antaño fue residencia de
personajes relevantes en la historia de España.
Desde el patio del Convento accedemos por una puerta hasta la Capilla del mismo, en su interior se conservan la imgen de la Virgen de la Merced y el Santisimo Cristo de la Almoraima.
El Santísimo Cristo de la Almoraima, es una imagen que data de 1603 y de la que no se tiene información de su escultor.
La imagen del Santísimo Cristo de la Almoraima fue traída desde Madrid bajo petición de Beatriz Ramírez de Mendoza,
Condesa de Castellar y patrona de la Orden Mercedaria. La condesa, como
patrona de dicha orden, prometió levantar un convento en su Estado de
Castellar, dicha promesa se hizo realidad en 1603, cuando se funda el
“Convento de La Almoraima”, primero de los descalzos y por ende el lugar
al que la Condesa hizo traer la imagen del Cristo de la Almoraima.
Entre los años 1837 y 1840, debido al proceso de desamortización
llevado a cabo por el Gobierno, los frailes de la Orden del Convento de
la Almoraima, ven como todos sus bienes son vendidos, desde el propio
Convento hasta las tierras colindantes a éste. En 1868, motivado por su
relación de descendencia del Duque de Medinaceli con Beatriz Ramírez,
éste reclamó la devolución de sus propiedades, desamortizados años antes
por el Gobierno. Fue en este mismo año cuando el fallo jurídico
dictaminó a favor del Duque de Medinaceli, y por tanto restituyéndole
todas sus propiedades.Durante todo este tiempo, la imagen del Santísimo Cristo de la Almoraima permaneció en el Convento, hasta que en 1973 los herederos del Duque de Medinaceli, propietarios entonces de la imagen, hacen la donación del Cristo de la Almoraima a la “Parroquia Divino Salvador” del pueblo nuevo de Castellar.
El Cristo de la Almoraima, es una imagen crucificada de tamaño natural. Su composición es de pasta de palma, aunque a lo largo del tiempo ha sufrido varias restauraciones para su mejor conservación. La venerada imagen posee una cabellera de pelo natural con una corona de espinas que otorga al Cristo de La Almoraima una gran naturalidad y realismo. Viste con sudario de tela, el cual puede ser de varios tonos, pero todos ellos con remates de oro. Cuenta además, con potencias de plata originales propias del siglo XVII.
A escaso metros del Convento se encuentra la Torre de la Almoraima.
Se trata de una torre almenara o de señales,
edificada por los musulmanes sobre una colina situada a unos doscientos
metros de la estación de ferrocarril de la Almoraima.
Se utilizaba como torre fuerte, en caso de invasión, y
como elemento de transmisión de noticias. Por medio de una fogata o
almenara encendida en su terrado se avisaba a otras torres o castillos
de los alrededores de la existencia de un peligro.
El proceso de desmoronamiento sufrido por otras
torres de la zona se interrumpió en este caso a finales del s. XIX, al
edificarse, adosado a ella, el Cuartel de la Guardia Civil,
aprovechándose la torre como prisión.
Tiene base cuadrada y muros de metro y medio de
espesor a nivel del suelo, alcanzando una altura de 14 metros. La forma
exterior sigue siendo la misma que la del pasado, aunque está
enmascarada bajo una capa de cemento y cal.
Su perfecto enmascaramiento ha llevado a pensar a
algunos investigadores que fue demolida para construir sobre su solar el
edificio del cuartel. Por fortuna, el viejo torreón, la más antigua
edificación de cuantas se mantienen en pie en el, aún conserva su
desafiante estructura.
El silencio de la noche y las calles vacias de gente da al viajero que pasee por ellas una calma dificil de obtener en el dia a dia cotidiano.
Obtenemos fotografias, que ayudadas por la luz que despendren la farolas, resultan espectaculares para la vista.
Aqui ponemos el punto y final a nuestra visita al pueblo viejo de Castellar de la Frontera, de vuelta para nuestra casa hacemos una parada en el pueblo nuevo, el mismo no posee patrimonio monumental ya que fue creado hace poco menos de 50 años, pero si se puede contemplar en él numerosos monumentos conmemorativos ademas de la iglesia del divino Salvador construida en la misma fecha que el pueblo.
Cabe destacar los monumentos a la Mujer, al Agricultor, al Caballo, del cual anualmente y a finales del mes de octubre se celebra una feria en su honor, a los Derechos Humanos, al 25 aniversario de la Boyal o al que se hizo en el 25 anversario de la construccion y fundacion del pueblo nuevo de Castellar.
Pero Castellar de la Frontera no es solo el pueblo viejo con su fortaleza o el Zoo, Castellar posee unas 15.000 hectareas dentro del Parque Natural de los Alcornocales que es un autentico reducto de los bosquenes virgenes europeos. El elemento mas representativo del parque es el alcornoque del cual se obtiene el corcho que es la materia prima y fuente de trabajo en la zona y el modo de vida economico de las gentes de Castellar ademas del turismo, aparte del alcornoque se pueden encontrar formaciones de quejigos o acebuches. De su fauna hay que destacar el ciervo y el corzo o mamiferos como el topillo o el meloncillo ademas de varias especies de rapaces como el aguila calzada, el buho real o el buitre leonado. El Parque permite al viajero o visitante de un enclave natural en el que poder gozar de la diversidad de especies de flora y fauna del mismo, ademas se pueden realizar infinidad de actividades relacionadas con la naturaleza, como senderismo, paseos a caballo, piragúismo etc.
GASTRONOMIA:
Castellar de la Frontera presenta una gastronomía ligada a la caza, tanto mayor como menor.
Entre la variedad cárnica, base de muchos de sus platos encontramos carne de venado, de ciervo, corzo, muflón y gamo. También se preparan otras especies como jabalí, perdiz o conejo.
Los productos procedentes del campo también sirven como materia prima en la elaboración de recetas de la riqueza culinaria castellarense.
Platos como la sopa de ajo o los espárragos, preparados de diversa manera, son algunos ejemplos de manjares que podremos degustar en esta villa.
La repostería tiene también su espacio dentro del acervo gastronómico de Castellar, elaborándose una extensa variedad de dulces típicos como los borrachones o las tortas de aceite.
Entre los platos elaborados con los productos anteriormente descritos cabe destacar, el Tronco Sorpresa, la Carrillada de Iberico en Salsa, las Albondigas en salsa de Almendras o el Flan de Cafe, entre otras muchas mas.
FIESTAS:
En Castellar de la Frontera podemos encontrar diferentes festividades, las más destacadas son:
Romería del Santísimo Cristo de La Almoraima
Considerada la fiesta por excelencia de Castellar de la Frontera, la Romería del Santísimo Cristo de La Almoraima, es celebrada el primer domingo de mayo.
Los actos festivos arrancan los días previos, con la feria de la localidad, la primera del Campo de Gibraltar, incluyendo entre las actividades lúdico-festivas, concursos, bailes tradicionales así como otros que realzan la celebración.
El día más señalado para el pueblo es el Domingo de Romería. Por la mañana, los peregrinos procesionan al Cristo de la Almoraima, prolongando la fiesta durante todo el día y hasta muy entrada la madrugada.
Su origen nos es deconocido, aunque sabemos que ya se celebraba a principios del siglo pasado, según nos relata Don Francisco María Montero en su Historia de Gibraltar y su Campo, editada en 1859. No cabe duda que los frailes mercedarios debieron fomentar la devoción al Santo Cristo y la festividad del primer domingo de mayo. el primer Domingo del citado mes se celebraba y se sigue celebrando el Día de la Cruz, famosa romería a la que acudían peregrinos de los mas apartados rincones de Andalucía. A lo largo de la mañana se concentraban en los alrededores del convento los peregrinos para poder acceder a la iglesia y besar los pies de la imagen. Con la caída de la tarde los romeros iban retornando a sus lugares de origen portando ramos de flores silvestres y helechos. Hasta Algeciras volvía el tren especial desplazado para transportar a los devotos del Santo Cristo.
La Velada de La Almoraima se lleva a cabo en el primer fin de semana septiembre, con el baile y los espectáculos ecuestres como protagonistas.
La Semana Santa alcanza su punto culminante con la procesión del Cristo, sin olvidar la gastronomía popular típica de estas fiestas, de gran tradición en el pueblo
Nombres de prestigio, nuevas figuras del cante, del baile y del toque actúan ante un público fiel a estos encuentros en los que se aúna el arte y la historia en pleno corazón del Parque de Los Alcornocales.
El Festival Flamenco de Castellar Viejo es el más reconocido de la comarca en su género. La belleza de la fortaleza medieval y el embrujo de la música y el baile crean un clima irrepetible que saben apreciar cada año los numerosos asistentes al certamen. En septiembre, el Festival Flamenco de Pueblo Nuevo completa el programa que este pueblo dedica a promocionar la tradición musical andaluza.
Cobijado tras las murallas de un castillo y de aspecto tipicamente morisco se encuentra uno de los pueblos mas hermosos de la Sierra de Cadiz como es Castellar de la Frontera. Desde sus muros se puede contemplar, en un dia claro, la silueta del continente africano o inlcuso la serrania malagueña. De particular historia, sus origenes se dividen en dos etapas, la primera protagonizada por el pueblo viejo de Castellar en el interior de la fortaleza y la segunda por el nuevo nacido en 1971.
Uno de los pueblecitos blancos más singulares de la sierra que está esperándote para que disfrutes de él y de las maravillosas vistas que desde él podrás tener tanto al amanecer como al atardecer.
Considerada la fiesta por excelencia de Castellar de la Frontera, la Romería del Santísimo Cristo de La Almoraima, es celebrada el primer domingo de mayo.
Los actos festivos arrancan los días previos, con la feria de la localidad, la primera del Campo de Gibraltar, incluyendo entre las actividades lúdico-festivas, concursos, bailes tradicionales así como otros que realzan la celebración.
El día más señalado para el pueblo es el Domingo de Romería. Por la mañana, los peregrinos procesionan al Cristo de la Almoraima, prolongando la fiesta durante todo el día y hasta muy entrada la madrugada.
Su origen nos es deconocido, aunque sabemos que ya se celebraba a principios del siglo pasado, según nos relata Don Francisco María Montero en su Historia de Gibraltar y su Campo, editada en 1859. No cabe duda que los frailes mercedarios debieron fomentar la devoción al Santo Cristo y la festividad del primer domingo de mayo. el primer Domingo del citado mes se celebraba y se sigue celebrando el Día de la Cruz, famosa romería a la que acudían peregrinos de los mas apartados rincones de Andalucía. A lo largo de la mañana se concentraban en los alrededores del convento los peregrinos para poder acceder a la iglesia y besar los pies de la imagen. Con la caída de la tarde los romeros iban retornando a sus lugares de origen portando ramos de flores silvestres y helechos. Hasta Algeciras volvía el tren especial desplazado para transportar a los devotos del Santo Cristo.
Otras festividades
El primer fin de semana de agosto se celebra la Velada del Castillo de Castellar de la Frontera, donde se organizan un Festival de Folclore y se conmemora la festividad del Salvador, patrón de la villa.La Velada de La Almoraima se lleva a cabo en el primer fin de semana septiembre, con el baile y los espectáculos ecuestres como protagonistas.
La Semana Santa alcanza su punto culminante con la procesión del Cristo, sin olvidar la gastronomía popular típica de estas fiestas, de gran tradición en el pueblo
El Carnaval se celebra a mediados de febrero y en él, como en el resto de los pueblos de la región, se organizan pasacalles, bailes de disfraces y concursos de chirigotas, en la más pura tradición de la provincia de Cádiz. Este acontecimiento coincide con la fiesta del Dehesa La Boyal, el 15 de febrero, en el que se celebra la recuperación de las tierras de la dehesa, que pertenecían a la finca de La Almoraima.
Festival de la Luna Llena de Castellar Viejo
Atraídos por la luna llena de agosto, los duendes suben a la fortaleza medieval para cumplir cada año con su cita con el mejor flamenco.Nombres de prestigio, nuevas figuras del cante, del baile y del toque actúan ante un público fiel a estos encuentros en los que se aúna el arte y la historia en pleno corazón del Parque de Los Alcornocales.
El Festival Flamenco de Castellar Viejo es el más reconocido de la comarca en su género. La belleza de la fortaleza medieval y el embrujo de la música y el baile crean un clima irrepetible que saben apreciar cada año los numerosos asistentes al certamen. En septiembre, el Festival Flamenco de Pueblo Nuevo completa el programa que este pueblo dedica a promocionar la tradición musical andaluza.
Cobijado tras las murallas de un castillo y de aspecto tipicamente morisco se encuentra uno de los pueblos mas hermosos de la Sierra de Cadiz como es Castellar de la Frontera. Desde sus muros se puede contemplar, en un dia claro, la silueta del continente africano o inlcuso la serrania malagueña. De particular historia, sus origenes se dividen en dos etapas, la primera protagonizada por el pueblo viejo de Castellar en el interior de la fortaleza y la segunda por el nuevo nacido en 1971.
Uno de los pueblecitos blancos más singulares de la sierra que está esperándote para que disfrutes de él y de las maravillosas vistas que desde él podrás tener tanto al amanecer como al atardecer.
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