O CEBREIRO (Lugo)

 



O CEBREIRO

O Cebreiro (llamada oficialmente Santa María do Cebreiro) es una aldea​ que pertenece al municipio de Piedrafita do Cebreiro en la provincia de Lugo dentro de la comunidad de Galicia. Emplazado a 1.300 metros de altura en un entorno excepcional como es la comarca de Los Ancares, O Cebreiro es, sin duda, un lugar obligado de parada y fonda dentro del Camino Francés. Es en este enclave del Camino de Santiago, donde este accede, a partir de una dura pero bella subida, a la comunidad gallega. Su propia historia, con la iglesia más antigua de la ruta jacobea aún en funcionamiento y con un hospital de peregrinos del siglo IX aún conservado, son alguno de sus reclamos.
A su favor también juega el «Santo Grial», símbolo heráldico de Galicia y testigo del milagro eucarístico que allí tuvo lugar en el siglo XIV, y el hecho de que el propio poblado sea un tesoro etnográfico al mantener y custodiar un conjunto de pallozas, viviendas prerromanas habitadas hasta no hace mucho tiempo y actualmente convertidas en museo. Si los peregrinos acceden al lugar en invierno deberán hacer frente a la dureza del clima, con constantes nevadas y heladas.
En verano, por el contrario, el principal hándicap será el reclamo turístico del paraje, que lleva a los caminantes a marcar de antemano este paraje como fin de etapa. O Cebreiro dispone de uno de los albergues públicos más concurridos de la ruta, así como de diversos establecimientos hosteleros. Sin embargo, en las épocas de mayor afluencia, la oferta de camas puede llegar a ser insuficiente, lo que obliga a los caminantes a buscarse un alojamiento alternativo. Los meses de mayo, junio o septiembre son las épocas más idóneas para visitar y gozar de este enclave de gran tradición y peso mítico-simbólico, que guarda la memoria del párroco local Elías Valiña, persona clave en el renacer de las peregrinaciones contemporáneas. En el año 1963 se propuso la restauracion del conjunto historico artistico y hoy es un bello lugar y una aldea que hace justa su mencion a su titulo de Conjunto Monumental.



La historia de esta localidad está marcada por su relevancia en el Camino, ya que su función de paso incidió en la historia local.
En los años posteriores al descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago se fundó este enclave en una hospedería que daba albergue a los peregrinos del Camino Francés. La fecha de la creación de este mesón-santuario probablemente ronde el año 863. Antes de su fundación posiblemente era un poblado de gente dedicada al pastoreo.​
El rey Alfonso VI de León, simpatizante de la Orden de Cluny, que es una reforma de la Orden Benedictina, decide poner en manos de las abadías francesas los principales lugares de la ruta jacobea. Por esto, la administración del Cebrero pasa a depender de los monjes de la Abadía de Saint-Geráud, de la ciudad francesa de Aurillac, que fundan un monasterio, el de Santa María del Cebrero, en el lugar en el siglo IX, motivo por el cual la hospedería se llama San Giraldo de Aurillac. En los años siguientes, el Cebrero es objeto de muchos privilegios por parte de la corona, como la donación de tierras o la exención de pago de tributos, por lo que se convierte en la localidad más importante de la Comarca durante la Edad Media.​
En 1486 los Reyes Católicos inician una visita a Santiago de Compostela; a su regreso, los monarcas pasan por El Cebrero y escuchan el relato del milagro eucarístico que allí decían que había sucedido y regalan al templo dos redomas de cristal para conservar las reliquias. Posteriormente, con la reforma de las órdenes religiosas españolas, y en un intento de impedir cualquier influencia de una casa extranjera en tierras españolas, los Reyes Católicos ceden la dirección de la zona al monasterio para que la convierta en su priorato.​
El Cebrero mantuvo su auge hasta el siglo XVI, cuando empieza la decadencia del priorato, que culminará en el siglo XIX con la Desamortización de Mendizábal, produciendo la marcha de los monjes del monasterio.
O Cebreiro tuvo una extraordinaria importancia en la lucha contra los franceses, dada su posición estratégica de paso entre Castilla y Galicia. En el año 1809 las tropas de Moore invaden los montes de O Cebreiro en su fuga hacia Lugo y Coruña. Las tropas francesas matan a Fournier, gobernador de Lugo, provocando la reacción de su hermano, que dirige una expedición de castigo devastando a su paso bosques y poblados. Las reliquias de O Cebreiro se esconden en la aldea de Foxos, siendo destruidos los antiguos libros de O Cebreiro.




En O Cebreiro podemos encontrar muchos lugares interesantes para visitar, entre los que destaca la iglesia más antigua del Camino Francés. La Iglesia de Santa María la Real es también el segundo templo más visitado de Galicia, por detrás de la Catedral de Santiago. A pesar de las diversas reformas y los incendios sufridos, aún conserva parte de su factura prerrománica. Llamada así por haber sido declarado santuario de protección real, viéndose favorecido en todos los tiempos con privilegios reales.
La iglesia, de estilo prerrománico, fue probablemente fundada por los monjes benedictinos en el siglo IX. Después Alfonso VI la puso en manos de los monjes franceses de la abadía de San Giraldo de Aurillac, pasando a depender de nuevo de la orden benedictina en tiempo de los reyes Católicos, y siendo finalmente abandonada por ellos tras la desamortización de Mendizábal en 1853.
De planta irregular, cubierta a dos aguas y tejado de teja, presbiterio y arco triunfal con bóveda de medio punto. La torre forma un pórtico con cuatro pilares realizados en mampostería y cuatro vanos de medio punto, representando una construcción típica de la montaña lucense.
El interior está articulado en tres naves irregulares y baptisterio, situado a la izquierda en una habitación separada del resto de la iglesia. En el altar mayor vemos una réplica del Cristo Crucificado, cuyo original se encuentra en el Museo de la Escultura de Arte Sacra de Madrid.
A la derecha del altar mayor está la capilla del Santo Milagro en la cual se puede ver la imagen de Santa María la Real. Se trata de la Virgen de los Remedios. Se dice que inclinó la cabeza para poder ver el Santo Milagro y que así quedó. La imagen lleva en una mano el anillo pastoral, ofrenda del Obispo de Lugo, fray Plácido.
Junto a la iglesia podemos contemplar un busto de Elías Valiña Sampedro, conocido por el cura del Cebreiro. Fue un sacerdote y escritor español y para muchos el gran impulsor del auge de las actuales peregrinaciones a Santiago de Compostela que se viene experimentando desde las dos últimas décadas del siglo XX, especialmente desde el jacobeo de 1993. En 1984 emprendió la señalización del camino de Santiago con flechas amarillas desde Francia y también la numeración kilométrica. Sin esta labor hoy quizás el Camino de Santiago no tendría la importancia actual, ya que era bastante desconocido en su época, sin apenas datos y por supuesto sin ninguna infraestructura.




Otro de los atractivos que podemos visitar en O Cebreiro es su Museo Etnográfico, el cual refleja perfectamente las condiciones de vida en la montaña, con una distribución de los espacios en relación directa con el entorno hostil y con la vida ganadera y agrícola que permaneció hasta bien pasada la segunda mitad del siglo XX. Las pallozas son las viviendas tradicionales de la zona, cuyo origen podría estar en la época celta. Con una superficie aproximada de 300 metros cuadrados, está conformado por un grupo de pallozas que recrean la vida en la montaña lucense y se situan en el contorno del santuario mariano y jacobeo de Sta. María do Cebreiro.  Lo forman cuatro pallozas, tres de ellas musealizadas -la de Xan López (palloza-museo), la de Quico y la de Galán (visitables)- y otra empleada como almacén (la de Campelo). Son construcciones de planta ovalada donde el exterior, las ‘pallozas’ son una muestra de adaptación del hombre a su medio. De paredes bajas en piedra, en las que se abren pequeñas ventanas y las puertas necesarias para dar servicio a sus ocupantes; animales y personas convivían bajo una alta y tupida cubierta de paja, que soporta el peso de la nieve y de los vientos de la montaña. La inclinación de esta cubierta tenía la función de reducir el tiempo en el que la nieve resbalase por ella.
En el interior se conservan el escaso y sencillo mobiliario y los útiles domésticos. En ellas se habilitaban dos espacios diferenciados, uno para el ganado y los aperos y otro para la familia.





Habitualmente las pallozas se encuentran acompañadas de hórreos donde guardaban las cosechas, o alimentos derivados de la matanza para curarse y a los pies colocaban la leña. La tipología de los hórreos en esta zona, difiere al resto de los hórreos de Galicia. Son de planta cuadrada, de madera y tejado de paja. En otras zonas de Galicia se imponen los hórreos rectangulares, unos de madera y otros completamente pétreos.
En general, los hórreos se apoyan en pies derechos, sobre un granero (una base cerrada), sobre una cepa (una base maciza) o sobre muros transversales. Encima de esta estructura, se disponen los tornarratos, que puede ser único o una pieza por cada pie, y cuya finalidad es impedir que los ratones trepen por el hórreo para comer los alimentos. La cámara (el almacén) está siempre con muchas aberturas para favorecer la circulación del aire; ronda los 2’5 m de altura y 1’5 m de ancho, pero la longitud varía en función de la situación económica de su propietario: a mayores dimensiones, mayor poder adquisitivo.


Otro lugar de interes lo encontramos a la entrada de la aldea como es su Cruceiro, uno de los elementos más característicos de esta vía milenaria como es el Camino de Santiago, y muy especialmente en el tramo final de la misma. A lo largo de la senda, el peregrino conocerá una excepcional serie de magníficas cruces monumentales, generalmente de piedra, ubicadas a la vera de los caminos, en encrucijadas, a veces junto a las iglesias rurales o en la cercanía de los centros urbanos.
La estructura clásica del crucero se integra por una plataforma de varias gradas, sobre la que se alza una basa. Sobre esta arranca la columna o fuste; encima de él se apoya un capitel o tambor, y en lo más alto aparece la figura de Cristo crucificado. Es habitual que en la parte opuesta del Cristo se halla otra figura; las más de las veces una imagen de la Virgen María.
En el conjunto hay otros elementos decorativos. El fuste puede ser cuadrangular, cilíndrico, hexagonal u octogonal y en ocasiones lleva algún bajorrelieve. En el capitel también suelen aparecer elementos decorativos, muchas veces ornamentación vegetal, ángeles o calaveras.
La presencia de cruceros en el Camino de Santiago alcanza su máximo en Galicia. En la primera aldea, la del Cebreiro, encontramos uno hermoso, ennoblecido por la calidad del lugar y la belleza del paisaje.
El monumento resulta evocador, en medio de un territorio húmedo, en el que son frecuentes las lluvias y nieblas. El viajero lo encuentra a la entrada del lugar, al lado del cercado del pequeño y recio monasterio. En el fuste, un Santiago peregrino nos recuerda la vía en la que estamos, y encima de él aparece el cáliz, símbolo del milagro del Cebreiro, que también figura en el escudo de Galicia.


Al lado de la iglesia podemos contemplar el edificio de la Hospedería de San Giraldo de Aurillac y la fundó el propio Aurillac en el siglo IX con motivo de su peregrinación a Santiago. La Hospedería de O Cebreiro fue una de las primeras que se levantaron en la ruta Xacobea, se cree que poco tiempo después de que se descubrieran los restos del Apóstol Santiago, aunque algunos autores discrepan precisamente porque consideran que la fecha es muy cercana.
Parece ser que poco después de que se descubriera el que se consideró el sepulcro de Santiago en Compostela, los benedictinos de O Cebreiro crearon un hospital para peregrinos, pero no hay documentos en los que lo podamos comprobar. El primer hospital dataría del año 835, pero los primeros documentos que hacen referencia a una hospedería y hospital son del año 1072, cuando Alfonso VI les concedió su creación a los monjes cluniacenses de la abadía francesa de San Giraldo de Aurillac .
El Mesón-Hospital funcionó hasta el año 1858 y dicen que en los días de niebla , para que los peregrinos no se perdieran, hacían sonar la campana y así solo tenían que seguir su sonido . Desde el año 1966 se convirtió en una hospedería.


A la entrada del pueblo por la que accede el camino que lleva al peregrino desde Villafranca del Bierzo hasta O Cebreiro nos encontramos la escultura de la Peregrina Reposando. Obra de Miguel Couto realizada en bronce, fue instalada en el 2018 y representa a una mujer descansando en el Camino de Santiago.
La escultura aparece sentada sobre un muro y observando las hermosas montañas de O Caurel. La obra representa a las peregrinas y, aunque la idea inicial del autor era acompañarla de un bordón, lo suprimió para aportar una imagen más desenfadada libre de clichés.
La primera peregrina de bronce del Camino Francés en Galicia fue elaborada en el taller del artista en Arteixo y diseñada en su estudio coruñés. Le llevó tres meses acabarla, entre modelado, fundición, soldadura y la pátina con la que la recubrió. Primero hizo la figura en barro y después en cera, antes de fundirla en bronce.


Una tradición muy fuerte, corroborada por diversas fuentes históricas y arqueológicas sostienen que sobre el altar de la capilla lateral de la iglesia de Santa María la Rea estaba celebrando la eucaristía un sacerdote benedictino. Se cree que esta celebración tuvo lugar sobre el Siglo XIV.
La leyenda cuenta que en medio de una tormenta, un vecino de la localidad cercana de Barxamaior se dirigió a la iglesia para asistir a misa. Ante la presencia del creyente, el clérigo le recriminó su asistencia, al parecer porque era el único asistente a la misa y le espetó: «¡Cuál viene este otro con una grande tempestad y tan fatigado a por un poco de pan y de vino!» y dijo que su presencia «no había merecido la pena»
Al finalizar estas palabras y, mientras celebraba la consagración, se produjo el milagro de convertir la hostia y el vino en carne y sangre del Señor. Una vez realizado este hecho, súbitamente, falleció el clérigo y las campanas empezaron a sonar.
Jesús quiso afianzar no solo la fe de aquel monje sino de todos los hombres. Noticia del milagro se propagó por todas partes propiciando así una gran devoción a Cristo en la Eucaristía.
La noticia del “milagro” se propagó rápidamente por toda Europa, a través de los peregrinos franceses y alemanes, principalmente, hecho que favoreció los múltiples favores, donativos y privilegios, de todo tipo, que se otorgaron a la iglesia.
Todos los años, días 8 y 9 de septiembre, se celebra una multitudinaria romería desde la localidad cercana de Piedrafita do Cebreiro hasta la iglesia de Santa Maria A Real para conmemorar este milagro.
A pesar del tiempo, guerras e incendios, el milagro llega a nuestro siglo tan carente de fe, como signo poderoso de la verdad: Cristo está vivo, resucitado, Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en la Eucaristía.
El Cáliz y la Patena son afamadas piezas románicas del siglo XII que presiden el escudo de Galicia.


O Cebreiro es, por lo tanto, una de las etapas más emblemáticas del Camino de Santiago. La historia del Santo Grial añade un profundo valor espiritual a esta parada, atrayendo a peregrinos que buscan no solo completar la ruta, sino también comprender la historia y la tradición que la rodean. La iglesia y el cáliz representan la fe y la dedicación de los peregrinos a lo largo de los siglos.
O Cebreiro es, sin duda, uno de los lugares más simbólicos de la Ruta Jacobea, tanto por su arquitectura singular, como por su santuario o su singular belleza. El pueblo llama la atención por la mezcla de sus pallozas de origen celta con las antiguas casas de piedra del lugar.
En O Cebreiro pasado y presente se unen dando lugar la esencia del Camino más auténtica, aquella que es ejemplo de respeto por la historia y las tradiciones.





GASTRONOMIA:

Pedrafita do Cebreiro cuenta con una grande riqueza gastronómica, algo que es un referente para aquellos que visitan el ayuntamiento. La cocina de este municipio destaca por la elaboración casera, basada en la utilización de productos naturales, típicos de la zona. Destacan los diferentes platos elaborados con carne de vacuno criada bajo la Denominación de Origen Protegida Ternera Gallega, procedente fundamentalmente de la raza Rubia Gallega y de otros cruces de razas cárnicas. Otros productos que merecen ser destacados son los derivados del cerdo, con lo que se elabora el cocido que tanta fama tiene. Por otro lado el pan de esta zona es elaborado de forma artesanal, en horno de leña, del mismo modo que los dulces artesanos hechos a base de miel, nueces o castañas procedentes de distintos lugares del ayuntamiento.
Pero, sin lugar a dudas, el producto más destacado es el Queso de O Cebreiro, con el cual se pueden elaborar numerosas recetas, ya que puede combinarse con gran cantidad de alimentos o comerlo solo, como postre.
El origen de este queso se remonta a los primeros monjes que se instalaron en el poblado de O Cebreiro a finales del Siglo IX, cuando atendían a las necesidades de los peregrinos. La documentación que se conserva nos permite creer que se despachaba anualmente el queso elaborado en O Cebreiro para el consumo en la Casa Real Portuguesa durante el reinado de Carlos III que mandaba estos quesos a su hermana, la Reina de Portugal.
El queso era elaborado principalmente por mujeres de la comarca de O Cebreiro, se hacían fundamentalmente en invierno para aprovechar el frío estacional y mejorar así su conservación.

FIESTAS:

Los días 8 y 9 de septiembre se celebra cada año en la aldea del Cebreiro la romería más importante de este ayuntamiento: la Romería de Santa Maria la Real del Cebreiro y del Santo Milagro.
Esta fiesta está principalmente motivada por el componente religioso. Los romeros procedentes de muchos lugares de Galicia y parte del Bierzo, peregrinan mayoritariamente a pie hasta el Cebreiro desde hace muchos siglos para venerar a Santa Maria la Real del Cebreiro y El Santo Milagro, según marca la tradición.
El acto principal es la Misa Mayor y la posterior procesión por las calles del pueblo, en la que participan la mayor parte de los romeros.
Otros elementos fundamentales son: las visitas a las reliquias del Santo Milagro, admirar el cáliz y patena donde se produjo el milagro (El Santo Grial del Cebreiro) y rezar frente a la Virgen de Santa Maria la Real del Cebreiro.
Esta fiesta se completa con: actuaciones de bandas de música y baile tradicional, las populares meriendas campestres o la degustación de productos tradicionales locales de aldea, compras en los diferentes puestos de venta ambulante y, para finalizar la jornada, verbena nocturna.

Fiesta de exaltacion do Queixo do Cebreiro que se celebra anualmente en Pedrafita coincidiendo con la Semana Santa, aunque anteriormente tenía lugar alternativamente en uno de los tres municipios colindantes en los que se fabrica este queso de forma artesanal: Pedrafita, As Nogais o Triacastela. 


O Cebreiro es un punto clave del Camino de Santiago Frances siendo el primer pueblo del camino en Galicia. Es final e inicio de etapa del camino en su tramo gallego. Comenzarás tu aventura en una pequeña aldea de la montaña lucense, todo un tesoro del patrimonio etnográfico de Galicia. Tan sólo necesitarás un paseo por sus empedradas calles para sobrecogerte y enamorarte. Pero este pueblo de cuento sólo es el principio de una gran aventura. Te sumergirás en una Galicia rural, llena de ricas tradiciones, leyendas, asombrosos paisajes e imponentes monasterios como el de Samos, uno de los más antiguos de la comunidad. A partir de Sarria el ambiente peregrino será más animado. Encontrarás mucha gente de distintas nacionalidades que te acompañarán etapa a etapa hasta Santiago de Compostela.



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